Cambio clim¨¢tico, plantaciones forestales y mala evacuaci¨®n: el c¨®ctel del tr¨¢gico incendio de Chile
Expertos se?alan que mientras las condiciones clim¨¢ticas pueden hacer que el fuego se propague m¨¢s, el exceso de plantas no nativas y la no regulaci¨®n del paisaje actuaron como combustible
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Chile est¨¢ viviendo d¨ªas amargos. A pesar de que los principales focos de fuegos en zonas urbanas que azotaron la zona centro sur de Chile, en la regi¨®n de Valpara¨ªso, han sido apagados, los estragos que deja atr¨¢s este megaincendio son apabullantes. Los datos ¨C a¨²n preliminares ¨C apuntan que 130 personas perdieron la vida, otras 100 est¨¢n desaparecidas, 15.000 viviendas quedaron afectadas y el fuego quem¨® alrededor de 55.000 hect¨¢reas. ?Qu¨¦ pas¨®? A pesar de no ser el incendio m¨¢s extenso que ha vivido el pa¨ªs, ya que el primer lugar lo tiene el registrado en 2017 con 570.000 hect¨¢reas quemadas, s¨ª es el que m¨¢s vidas humanas se ha llevado.
V¨ªctor Orellana, ex subdirector Nacional de la Oficina Nacional de Emergencia entre los a?os 2014 y 2018, y asesor del Centro Nacional de Investigaci¨®n para la Gesti¨®n Integrada de Desastres Naturales (Cigiden), recuerda que el incendio de 2017 dej¨® 11 muertos. En 2023, el r¨¦cord se rompi¨® con 26 muertes. Pero lo de este a?o fue un incremento profundo: 130 personas.
Entender por qu¨¦ se incendia tanto Chile es una pregunta que implica muchas variables. Sin embargo, como explicaron los profesores Dolors Armenteras, de la Universidad Nacional de Colombia, y Francisco de la Barrera, de la Universidad de Concepci¨®n, Chile, en un comentario que publicaron el a?o pasado en la revista Nature, ¡°el cambio clim¨¢tico y las pr¨¢cticas insostenibles de uso de la tierra est¨¢n provocando megaincendios en Am¨¦rica del Sur¡±. Y Chile no ha sido la excepci¨®n. Al de la semana pasada, adem¨¢s, se le sum¨® el drama de que precisamente sucedi¨® en una zona poblada.
Contexto: el cambio clim¨¢tico
Aunque se necesitar¨¢n estudios cient¨ªficos capaces de responder exactamente qu¨¦ rol jug¨® el cambio clim¨¢tico sobre este ¨²ltimo incendio en Chile, las condiciones del calentamiento global s¨ª hacen que los fuegos, en general, se propaguen m¨¢s r¨¢pido. ¡°En Chile, por ejemplo, los vientos son m¨¢s fuertes, las temperaturas son m¨¢s altas, con olas de calor, y se incrementan los periodos de sequ¨ªa. Mientras la cantidad de d¨ªas con menos precipitaci¨®n deja la vegetaci¨®n m¨¢s seca ¨C y m¨¢s apta para actuar como combustible ¨C, el viento hace que el fuego se desplace con mayor facilidad por el territorio¡±, comenta de la Barrera a Am¨¦rica Futura.
De hecho, un gr¨¢fico realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que tuvo como insumo datos del Panel Gubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC), muestra unos c¨¢lculos que evidencian mejor esta relaci¨®n. Bajo un escenario en el que el promedio de la temperatura global no aumente m¨¢s de 1,5¡ãC en comparaci¨®n con los niveles preindustriales (meta que busca perseguir el Acuerdo de Par¨ªs) habr¨¢ un 41% m¨¢s de superficie terrestre con incendios forestales a nivel global. Si la temperatura se limita a 2¡ãC, el porcentaje aumenta a 62%, y ascender¨¢ a 97% bajo un escenario de incremento de temperatura de 3¡ãC.
En Chile, adem¨¢s, como cuenta Ignacio Araya, M¨¢ster en Ciencia de Cambio Clim¨¢tico, Desarrollo y Pol¨ªtica de la Universidad de Sussex, Reino Unido, se ven¨ªa de una mega sequ¨ªa desde el 2008 que se ha vuelto m¨¢s contundente. ¡°A pesar de las lluvias el a?o pasado fueron consideradas normales, esto tambi¨¦n contribuy¨® a que se diera m¨¢s vegetaci¨®n liviana, como el pasto, que al entrar en temporada de pocas lluvias y secarse tambi¨¦n se convierte en combustible¡±.
Pero como de la Barrera se?ala a Am¨¦rica Futura, la magnitud del cambio clim¨¢tico no es una variable tan del todo controlable. Y en esa ecuaci¨®n para limitar los incendios, hubo un factor que pudo jugar un rol determinante en el incendio chileno: una pobre planificaci¨®n del paisaje.
El combustible: las especies no nativas y las plantaciones forestales
¡°Con un clima, una atm¨®sfera y unas condiciones meteorol¨®gicas que hacen m¨¢s probables la propagaci¨®n de incendios, lo siguiente es mirar qu¨¦ se puede quemar¡±, explica el experto de la Universidad de Concepci¨®n. Y el centro sur de Chile parecer¨ªa cumplir varias condiciones para alimentar el fuego. ¡°Hay un gran porcentaje de plantaciones forestales que no son de especies nativas, como el eucalipto y algunas variedades de pino, que tienen una alta condici¨®n de inflamabilidad¡±.
En la zona sur central de Chile, seg¨²n el articulo de Nature, las plantaciones forestales ex¨®ticas alcanzaban las 520.000 hect¨¢reas para 2017, y las 450.000 hect¨¢reas para para 2023. Y muchas llegaron ah¨ª, recuerda Ayala, como parte de una pol¨ªtica de incentivos de subsidios estatales a las grandes forestales durante la dictadura de Augusto Pinochet. El problema es que, con el tiempo, varias fueron abandonadas y otras se expandieron a bosques nativos, convirti¨¦ndose pr¨¢cticamente en combustible puro. Esto, y una pobre planificaci¨®n del paisaje, puede explicar, en parte, por qu¨¦ los incendios de ahora, no solo en Chile, sino en buena parte de Am¨¦rica del Sur, corren tan fuerte.
¡°Aunque en Chile se ha ido incrementando la cantidad de recursos que se asignan para controlar los incendios, casi que duplic¨¢ndose entre 2017 y 2014, no est¨¢ siendo efectiva. ?Por qu¨¦? Porque lo que se necesita es un ¨¦nfasis en planificar el territorio¡±, agrega de la Barrera. Algunos de los ejemplos que da sobre c¨®mo esto podr¨ªa funcionar es empezar a regular las plantaciones forestales, limitando su extensi¨®n y evitando que una plantaci¨®n quede seguida de la otra. ¡°En medio de estas plantaciones, que no deber¨ªan ser muy grandes, se puede incorporar la agricultura y la ganader¨ªa que son menos propensos a incendios¡±.
Tambi¨¦n, comenta, se necesitar¨ªa de una regulaci¨®n que establezca qu¨¦ tan cerca de estas plantaciones puede estar una ciudad. ¡°Hay que ganar m¨¢s kil¨®metros de distancia. Tenemos casos en qu¨¦ una zona poblada est¨¢ a menos de 800 metros de estos bosques, cuando la distancia, por m¨ªnimo, deber¨ªa ser de unos tres kil¨®metros¡±.
Y aunque actualmente hay un proyecto de ley en curso para regular la prevenci¨®n de incendios forestales y rurales en Chile - que incluye clasificar el territorio, seg¨²n los niveles de ocurrencia de incendios, definir zonas de amortiguaci¨®n forestal, administrar el uso del fuego y elaborar normas de car¨¢cter preventivo ¨C, de la Barrera cree que adem¨¢s de una ley, se requieren mayores y mejores decisiones, a escala de paisaje, sobre el modelo forestal.
La falta de evacuaci¨®n fue fatal
Orellana, ex subdirector Nacional de la Oficina Nacional de Emergencia, hace ¨¦nfasis en que la mayor¨ªa de los incendios son por acci¨®n humana, ya sea ¡°negligencia, accidental o intencional¡±. Luego est¨¢ el cambio clim¨¢tico, que los propaga m¨¢s, y un paisaje absurdo, que sirve como combustible. Para cada uno de estos procesos debe haber un enfoque y ya, cuando todo esto falla, es que los sistemas de alerta para evacuar son esenciales.
¡°Desde 2013, Chile trabaja con el Sistema de Alerta de Emergencia, una estrategia que, ante distintos eventos, como incendios o tsunamis, env¨ªa un mensaje de evacuaci¨®n al celular de las personas¡±, cuenta. Para el caso del incendio de este a?o algo pudo haber fallado, ya que, en otras ocasiones, como el incendio que hubo en el pueblo de Santa Olga en el a?o 2017, aunque todo se quem¨®, tambi¨¦n todos los pobladores lograron evacuar.
Sobre qu¨¦ pas¨®, a¨²n no hay una respuesta clara. Orellana tiene algunas hip¨®tesis. Lo primero, asegura, es que con los incendios, saber para d¨®nde evacuar no es tan l¨®gico como con otros desastres: el fuego no se mueve en una sola direcci¨®n y puede que la ruta para escapar de este no sea clara. ¡°Lo segundo, es que con los incendios se da?aron 200 antenas y, como es un mensaje que sale desde Santiago, no sabemos si efectivamente lleg¨® a toda la gente¡±. Lo tercero, es que el Sistema de Alerta deja la decisi¨®n en las manos de cada individuo y, a veces, no es f¨¢cil evacuar. ¡°Hay personas mayores o enfermas que no se pueden dejar atr¨¢s o tienen miedo a perder la vivienda si uno no se queda all¨ª¡±.
Como ya hab¨ªa contado EL PA?S, seg¨²n el presidente, Gabriel Boric, las alertas s¨ª llegaron. ¡°Por diferentes motivos el fuego iba muy r¨¢pido, a m¨¢s de 10 kil¨®metros por hora. Eso es m¨¢s r¨¢pido de lo que caminan las personas¡±. Sin embargo, para esclarecer cualquier duda, el mandatario encarg¨® una investigaci¨®n externa a la Uni¨®n Europea.
¡°Claro, el impacto de los incendios se puede medir de varias maneras, pero la perdida de vidas de personas es lo m¨¢s impactante. Esa es la tragedia que estamos viviendo¡±, concluye. ¡°El aprendizaje es que ese Sistema de Alerta, que ya lleva unos a?os, quiz¨¢ necesita una actualizaci¨®n, o trabajar junto a otras tecnolog¨ªas, como la radio y la televisi¨®n¡±. Las tres ¨C el cambio clim¨¢tico, el paisaje y las alertas ¨C es algo que, sin duda, Chile tendr¨¢ que empezar a mirar.
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