Jos¨¦ Joaqu¨ªn Brunner: ¡°La competencia de las escuelas son el crimen organizado y el narco¡±
El reconocido acad¨¦mico chileno debate sobre la desigualdad y la privatizaci¨®n en las escuelas latinas y del hueco psicosocial que dej¨® la covid: ¡°Esa generaci¨®n de alumnos tendr¨¢ ciertos d¨¦ficits insuperables¡±
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A pesar de que lleva m¨¢s de cinco d¨¦cadas dedicado a escuchar, pensar y analizar el sistema educativo de Am¨¦rica Latina y el Caribe, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Brunner (Santiago de Chile, 79 a?os) sigue hablando de la escuela con la pasi¨®n intacta. La misma que asegura se respira en las aulas de la regi¨®n. ¡°Cuando uno hace el diagn¨®stico podr¨ªa pensar que no hay nada. Pero no es as¨ª, hay una enorme vitalidad en el sistema. Hay energ¨ªa y capacidades. Pero no estamos combatiendo la desigualdad consistentemente¡±, cuenta desde Santiago de Chile, donde trabaja como profesor en la Universidad Diego Portales dirigiendo la C¨¢tedra Unesco de Pol¨ªticas Comparadas de Educaci¨®n Superior. Este es el ¨²ltimo puesto de una infinita lista. Brunner ha trabajado en 45 pa¨ªses y ha sido miembro del Consejo Asesor de la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI), ha sido ministro de la Secretar¨ªa General del Gobierno de Chile y director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en ese pa¨ªs. A pesar de toda su experiencia, el autor de medio centenar de libros escucha con la misma atenci¨®n con la que elige las palabras que usa.
Brunner reconoce que no es optimista frente a la gesti¨®n de la inequidad en la regi¨®n. El chileno asegura que, a los 3 a?os, se puede predecir cient¨ªficamente qu¨¦ porcentaje de ni?os de un aula no llegar¨¢ nunca a la educaci¨®n superior. ¡°Puede ser que hagamos cosas interesantes en la secundaria o en la superior. Pero si no ponemos bien los cimientos, no nos va a resultar disminuir la desigualdad. Tenemos que invertir en salas cunas y jardines infantiles¡±, insiste.
Unas semanas despu¨¦s de haber participado en el informe de Educaci¨®n Superior en Iberoam¨¦rica, presentado por la Secretar¨ªa General Iberoamericana (SEGIB) y el Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA), recibe virtualmente a Am¨¦rica Futura para hacer balance de los logros y los pendientes. La conversaci¨®n es un repaso por las deudas de los Gobiernos latinoamericanos con m¨¢s de 188 millones de ni?os.
Pregunta. Una de las principales cr¨ªticas de la educaci¨®n latinoamericana es la privatizaci¨®n. Por cada instituci¨®n p¨²blica, hay dos privadas. ?Por qu¨¦ es algo com¨²n en todos los pa¨ªses de la regi¨®n?
Respuesta. Este no es en s¨ª un problema. Es un producto de la historia de la regi¨®n, donde la gran mayor¨ªa de la sociedad tiene unos sistemas mixtos de provisi¨®n de la educaci¨®n. Es menos presente en la obligatoria y m¨¢s presente en la educaci¨®n superior. Lo que hace es que haya una gran diversidad de instituciones con m¨²ltiples misiones y diferencias y que sea dif¨ªcil desde el punto de vista de la gobernanza de los sistemas. A diferencia del patr¨®n cl¨¢sico europeo, donde todas las instituciones son p¨²blicas. Es un esquema completamente distinto, que no quiere decir inferior. El desaf¨ªo principal es el de la calidad. Los Gobiernos tienen que ser capaces de asegurarle a toda la poblaci¨®n condiciones m¨ªnimas de todas las instituciones. Y eso se ha demostrado dif¨ªcil.
P. ?Ese modelo tan privatizado no est¨¢ dejando a nadie atr¨¢s?
R. Si no fuera por el sector privado, tendr¨ªamos un problema de acceso extraordinariamente mayor de lo que varios pa¨ªses todav¨ªa tienen. Brasil tiene una educaci¨®n p¨²blica que no alcanza el 25% de la poblaci¨®n. En Chile, el 80% de los j¨®venes de educaci¨®n superior est¨¢n en instituciones privadas, en Colombia es casi del 50%... El problema con el sector privado, que es tambi¨¦n el de las instituciones estatales, es que todas tienen que estar bajo un exigente r¨¦gimen de acreditaci¨®n y el Estado es el que tiene que esforzarse en dar acceso a cualquier instituci¨®n a la que elijan ir. Y eso no est¨¢ pasando.
P. Durante a?os, ha habido problemas con las ¡°universidades patito¡± o de garaje; instituciones privadas que no pasaban controles rigurosos de calidad. ?Sigue siendo un problema?
R. S¨ª. En los ¨²ltimos 15 a?os han ajustado la legislaci¨®n a las nuevas realidades y han establecido organismos m¨¢s exigentes de regulaci¨®n. Se ha avanzado en ciertos pa¨ªses pero no en todos, ni de igual manera. Y, si somos claros, hay que decir que los sectores p¨²blicos necesitan garantizar la calidad porque hay tambi¨¦n ah¨ª una enorme variedad de calidades. Por ejemplo, entre las capitales y las regiones.
P. El gasto en el financiamiento total de la educaci¨®n en Iberoam¨¦rica se ha mantenido en un valor algo superior al 4% del PIB. Usted habla de ¡°estancamiento¡±. ?Invierte poco la regi¨®n?
R. La prioridad de la educaci¨®n ha cedido frente a problemas que a la poblaci¨®n y los pol¨ªticos les parecen m¨¢s urgentes, como la seguridad. El esfuerzo que hace Am¨¦rica Latina sigue siendo importante, pero no sabemos si se distribuyen bien. Lo que la investigaci¨®n muestra es que, para abordar los problemas de inequidad, lo primero que hay que hacer es atender a la poblaci¨®n entre 0 y 6 a?os; la educaci¨®n preescolar o temprana. Esa parte es particularmente d¨¦bil aqu¨ª. Uno de los pocos instrumentos que probadamente servir¨ªa para contrarrestar las desigualdades es tener educaci¨®n temprana, antes de la obligatoria, de alt¨ªsima calidad. Eso no lo cumple ning¨²n pa¨ªs de Am¨¦rica Latina. Se prioriza la educaci¨®n superior y, cuando los j¨®venes llegan, traen todo el lastre acumulado de las desigualdades.
P. ?Y en qu¨¦ se tendr¨ªa que materializar esa inversi¨®n en educaci¨®n temprana?
R. Tendr¨ªamos que tener salas cunas y jardines infantiles de alta calidad. Hay est¨¢ndares internacionales que dicen que para que un jard¨ªn entre los 3 y 5 a?os funcione bien, no debiera tener m¨¢s de 15 alumnos en aula y tienen que ser atendidos por una profesional de muy buena calidad y una t¨¦cnica que acompa?a a la profesional de muy alta calidad. Nosotros tenemos a ni?os con profesores mal formados y tienen 30 infantes metidos en una sala. La pol¨ªtica no mira hacia all¨¢ porque no hay un grupo de presi¨®n tan fuerte. ?Qui¨¦n sale a reclamar por los infantes? O los gobernantes llegan al convencimiento de que es la prioridad n¨²mero uno en la lucha contra la desigualdad, o vamos a seguirla reproduciendo de generaci¨®n en generaci¨®n.
P. En la pandemia salieron a la luz las bajas tasas de conectividad de los latinoamericanos. Cerca del 40% de los hogares sigue sin acceso a internet. ?Cu¨¢les van a ser las consecuencias de estas zancadillas?
R. La desigualdad es cada d¨ªa es m¨¢s costosa para los pa¨ªses. Hubo un porcentaje desde el 10% al 50% que no tuvo procesos relevantes de educaci¨®n o aprendizaje en los a?os de la pandemia. El da?o tendr¨¢ una permanencia de m¨¢s de una d¨¦cada. Y hay otra parte de esta generaci¨®n de alumnos de la pandemia que va a tener ciertos d¨¦ficits insuperables.
P. Un informe de CAF hablaba de c¨®mo la desigualdad se hereda. Solo el 12% de los hijos de padres sin estudios va a la universidad. ?C¨®mo se reenganchan a estos ni?os?
R. Los propios colegios van puerta a puerta. Es un esfuerzo enorme que se hace sin tecnolog¨ªa ni recursos. No tenemos algo que interrumpa este c¨ªrculo vicios¨ªsimo que hace que en el origen encontremos el destino. Nosotros podemos predecir cient¨ªficamente por el contexto y los hogares cu¨¢ntos ni?os no van a llegar nunca a la educaci¨®n superior. Y eso se puede ver a los 3 a?os.
P. En el informe Educaci¨®n Superior en Iberoam¨¦rica celebran un crecimiento de la matr¨ªcula en estudios secundarios; de 21,7 millones en 2013 a 29,9, en 2021. M¨¢s all¨¢ del aumento poblacional, ?qu¨¦ indica este dato?
R. El crecimiento demogr¨¢fico se est¨¢ ralentizando y en algunas partes, como Chile, Argentina o Uruguay, el n¨²mero de j¨®venes en el grupo de edad entre 18 y 24 a?os va a ser estable por las pr¨®ximas d¨¦cadas. Ya no hay m¨¢s alumnos presionando por entrar en educaci¨®n secundaria. El reto es retenerlos, porque de todos los que entran, el 30% o 40% en algunas carreras, abandona antes de cumplir la meta.
P. ?Por qu¨¦?
R. Por motivos econ¨®micos o acad¨¦micos. Y cada vez hay situaciones m¨¢s dram¨¢ticas en nuestra regi¨®n. Ahora la competencia de las escuelas son el crimen organizado y el narco. A un joven de 11 ¨® 12 a?os le dicen que se enrole como soldado de no s¨¦ qu¨¦ grupo y puede ganar lo que jam¨¢s so?aba. Se est¨¢ dando tambi¨¦n una cosa m¨¢s compleja que tiene que ver con desintegraci¨®n de las comunidades y la penetraci¨®n de estas organizaciones que, con sus propias ONG, empiezan a hacer clubes deportivos, a regalarle cosas a los chicos¡
P. ?Est¨¢n los Gobiernos poniendo la lupa en esto?
R. Estamos todos d¨¢ndonos cuenta y sabiendo que estamos atrasados porque ten¨ªamos ejemplo en Colombia y M¨¦xico. Pero siempre uno se atrasa. Cuando era hora de prevenir, no se hizo. Y de repente revienta. Sucede en Ecuador, en Chile¡ Es un gran tema de discusi¨®n hoy d¨ªa: el polo de atracci¨®n que hace que no vuelvan a la escuela, ya no son los videojuegos o la pantallita. Es algo mucho m¨¢s complicado.
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