Tecnolog¨ªa para minimizar da?os de huracanes y otros desastres en Am¨¦rica Latina y el Caribe

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Los desastres de origen clim¨¢tico cada vez m¨¢s intensos y frecuentes se han convertido en una de las principales amenazas para la seguridad de los ciudadanos y la estabilidad de las econom¨ªas de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Los datos hablan por s¨ª solos: en los ¨²ltimos 50 a?os, se ha producido un promedio de un desastre natural por semana en alg¨²n pa¨ªs de la regi¨®n. Cuatro de cada diez latinoamericanos y caribe?os han sido impactados por una tormenta tropical, hurac¨¢n, inundaci¨®n, sequia, ola de calor o incendio forestal. Ello ha dejado casi 100.000 v¨ªctimas mortales y p¨¦rdidas econ¨®micas que ascienden, seg¨²n datos de CAF, a m¨¢s de 360.000 millones de d¨®lares, una cifra comparable al PIB actual de Colombia.

El futuro no parece especialmente alentador. El cambio clim¨¢tico, la urbanizaci¨®n acelerada y la fragilidad de los sistemas sociales y econ¨®micos en la regi¨®n seguir¨¢n exacerbando el impacto de estos fen¨®menos.

Sin embargo, la tecnolog¨ªa nos brinda opciones y soluciones para poder hacer frente a estas situaciones. Tenemos una capacidad anal¨ªtica in¨¦dita para prever huracanes, tormentas tropicales o crecidas de los r¨ªos, para medir la temperatura de los oc¨¦anos, para identificar y prevenir ataques a la biodiversidad provenientes de la deforestaci¨®n y de la caza ilegal, o para movilizar recursos financieros y log¨ªsticos para que lleguen antes a cualquier lugar de la geograf¨ªa del planeta. La Inteligencia Artificial (IA), si bien es cierto que a?ade presi¨®n al consumo de energ¨ªa, tambi¨¦n puede ser clave para desarrollar soluciones que enfrenten desastres desde la prevenci¨®n. Adem¨¢s, el dise?o de modelos log¨ªsticos m¨¢s eficientes para el despliegue de recursos en ¨¢reas afectadas contribuye a minimizar las p¨¦rdidas humanas y materiales.

Am¨¦rica Latina y el Caribe necesita una agenda ambiciosa que combine tecnolog¨ªas avanzadas con soluciones comprobadas, entre las que destacan los sistemas de alerta temprana. La IA, junto con el Internet de las Cosas (IoT), permite conectar sensores a sistemas de monitoreo en tiempo real. Adem¨¢s, el uso de drones, mapas satelitales y centros de control capaces de activar alertas tempranas de forma autom¨¢tica, que informen y adviertan a la poblaci¨®n a trav¨¦s de m¨²ltiples canales, desde mensajes de texto hasta aplicaciones como WhatsApp, resulta esencial.

Sorprende que, siendo Am¨¦rica Latina y el Caribe una regi¨®n l¨ªder en la adopci¨®n de telecomunicaciones, est¨¦ rezagada en el establecimiento de un sistema universal de alertas tempranas. M¨¢xime cuando el coste total ser¨ªa, seg¨²n la CEPAL, de unos 2.800 millones de d¨®lares, apenas el 0,012% del PIB regional. Es m¨¢s, se calcula que la inversi¨®n en un sistema de diseminaci¨®n de advertencias por el que se llegar¨ªa trav¨¦s de m¨²ltiples canales de comunicaci¨®n a todas las personas en riesgo costar¨ªa aproximadamente apenas 500 millones de d¨®lares, 0,002% del PIB, y podr¨ªa generar un retorno de entre 4 y 20 d¨®lares por cada d¨®lar invertido, gracias a la reducci¨®n de costos econ¨®micos y sociales.

Es momento de pasar a la acci¨®n, e implementar el compromiso global adquirido ante las Naciones Unidas, dentro de la iniciativa Alertas Tempranas para Todos (Early Warning for All Initiative) a la que ya se uni¨® la asociaci¨®n de operadores m¨®viles GSMA, de lograr que en 2027 todas las personas del mundo est¨¦n protegidas por estos sistemas.

El momento pol¨ªtico es propicio para actuar, con la cuenta atr¨¢s hacia una de las COP m¨¢s importantes de la historia, la COP30 que se celebrara en Brasil a finales de 2025. Este foro ofrece una oportunidad ¨²nica para Am¨¦rica Latina y el Caribe de mostrar liderazgo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y los desastres. Aunque muchos ciudadanos de la regi¨®n ven estas cumbres con escepticismo, es el momento de demostrar que se puede pasar de las promesas a la acci¨®n. ?Por qu¨¦ no responder a este escepticismo cumpliendo antes de plazo el compromiso de establecer el sistema de alertas tempranas ni m¨¢s ni menos que en Belem, en la puerta de la Amazonia y el coraz¨®n de la biosfera global?

No podemos seguir reaccionando pasivamente ante los desastres de origen clim¨¢tico. La tecnolog¨ªa est¨¢ disponible, las inversiones son asequibles y los beneficios, tanto humanos como econ¨®micos, son innegables. Es necesario un compromiso firme y una visi¨®n clara para aprovechar esta oportunidad. Es hora de que los gobiernos, bancos de desarrollo, el sector privado (empresas tecnol¨®gicas y de telecomunicaciones) y la sociedad civil se unan para adoptar e implementar estas soluciones tecnol¨®gicas. No podemos permitir que los desastres se sigan cobrando vidas y destruyendo econom¨ªas cuando tenemos las herramientas para prevenir sus peores efectos. Am¨¦rica Latina y el Caribe merecen estar protegidas, y el momento de actuar es ahora.