Canibalismo y pistas sobre su dieta: cuatro meses en los ojos de un oso andino
Liderados por la peruana Ruthmety Pillco Huarcaya, un grupo de investigadores le puso una c¨¢mara a un macho para investigar mejor su comportamiento cotidiano
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La c¨¢mara se activaba 15 segundos cada hora. Puesta en el collar que llev¨® un oso andino macho (Tremarctos ornatus) durante cuatro meses, los videos permitieron asomarse a la vida cotidiana de esta especie que ha probado ser esquiva para la ciencia. ¡°Los osos andinos son muy t¨ªmidos¡±, explica la peruana Ruthmety Pillco Huarcaya, l¨ªder de la investigaci¨®n que fue publicada en la revista Ecology and Evolution. ¡°Sus ¨¢reas de hogar, por las que se mueven, son bastantes grandes. Entre 100 y 300 kil¨®metros, as¨ª que no es f¨¢cil poder observarlos en su contexto natural¡±.
Ubicada en el Valle Kos?ipata, en el Parque Nacional Manu, en el sureste de Per¨², el lugar en el que ella trabaja, la Estaci¨®n Biol¨®gica Wayqecha, est¨¢ estrat¨¦gicamente ubicada. Se encuentra cerca de la transici¨®n entre el bosque nuboso y la puna, lugar preferido por los osos andinos, tambi¨¦n conocidos como ojos de anteojos. Esto les permiti¨® no solo instalar un collar con GPS y c¨¢mara a un macho que ten¨ªa entre 7 y 8 a?os, sino rastrear por d¨®nde se mov¨ªa y programar que este se le cayera justo cuando estuviera en un lugar que fuera accesible para recogerlo.
En total, se grabaron 1.505 registros que suman seis horas y 27 minutos. El objetivo principal, agrega Pillco, era comprender mejor su dieta, algo que lograron. ¡°Identificamos que comi¨® hasta 21 especies de plantas diferentes, pero no en la medida que pens¨¢bamos¡±, recuerda la experta, quien ya ten¨ªa algunas luces sobre qu¨¦ comen los osos andinos gracias a que su equipo ha recolectado 207 muestras de sus excrementos a lo largo de dos a?os. ¡°En la parte alta vimos que s¨ª consume bromelias, como lo esper¨¢bamos¡±, explica. Pero en la parte baja, donde es muy dif¨ªcil obtener fecas para analizar porque la lluvia se las lleva, comprobaron que comi¨® muy pocas bromelias. ¡°En cambio, consumi¨® higos silvestres y palmeras¡±.
En un video tambi¨¦n se ve c¨®mo se alimenta de arcilla. ¡°Solo hay un registro y no tenemos claro por qu¨¦ lo hace¡±, dice Pillco. Pero algunas de las hip¨®tesis que tienen es que lo hizo para desintoxicarse o complementar su dieta con minerales. En otras especies, como los osos marrones (Ursus arctos), se ha encontrado que comen arcilla para curarse de la diarrea.
Y es que los osos andinos tienen una dieta oportunista. Es decir, dependiendo del lugar y la temporada, van comiendo lo que encuentren. Son omn¨ªvoros, as¨ª que, aunque en un 80% del tiempo se alimentan de frutas y plantas, tambi¨¦n consumen insectos y carne de otros animales, ¨²ltimo punto en el que las im¨¢genes dejaron m¨¢s inc¨®gnitas que certezas.
¡°Uno de los elementos diet¨¦ticos m¨¢s sorprendentes que se observ¨® en los videos fue el consumo de un mono lanudo (Lagothrix cana)¡±, dice el estudio. A pesar de que se sabe que los osos andinos comen otros animales, incluyendo el ganado, es la primera vez que se registra que un oso andino se alimente de un primate no humano. El ¨²nico dato similar ha sido el de un oso negro asi¨¢tico consumiendo el cad¨¢ver de un mono dorado.
Durante los cuatro meses el oso tambi¨¦n se comi¨® a dos oseznos de su misma especie. ¡°Como los videos son cortitos no sabemos si los caz¨® o si ya encontr¨® el cuerpo, entonces son m¨¢s dudas las que aparecen¡±, aclara Pillco, miembro de la Asociaci¨®n para la Conservaci¨®n de la Cuenca Amaz¨®nica (ACCA). Una teor¨ªa, sin embargo, es que pudo ser infanticidio, ya que, al igual que sucede con los osos polares, muchas veces los machos matan a las cr¨ªas para que la hembra vuelva a entrar en celo y se aparee con ellos. De hecho, las im¨¢genes tambi¨¦n revelaron dos momentos en el que el macho se acerca a una hembra e, incluso, copula con ella.
Cada segundo grabado es un tesoro para el equipo. No solo por lo que les dice sobre el comportamiento del oso andino, sino porque ponerle la c¨¢mara a un individuo es una cuesti¨®n de paciencia. Deben poner una caja gigante de metal en medio del bosque con carne como cebo para atraer a los osos. Cuando este entra y atrapa la carne, la puerta se cierra autom¨¢ticamente y les llega un aviso a trav¨¦s de un mensaje. ¡°En casi dos a?os solo hemos podido capturar [y liberar] cinco osos¡±, comenta la cient¨ªfica. Antes del macho que les dio una ventana a su mundo por cuatro meses, hicieron una prueba piloto con otros dos osos a los que les pusieron otro tipo de c¨¢mara por solo tres y cuatro d¨ªas.
Llegar a conocer el mundo privado del oso andino ha sido una enso?aci¨®n para Pillco. Como bi¨®loga de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, ella se ha movido entre varias especies. Pero el deseo por conocer y estudiar a los osos era profundo, uno que ten¨ªa desde peque?a, cuando su abuela le contaba la historia del Ukuku: personaje m¨ªtico del festival Quyllurit, que naci¨® de un oso y una mujer, y que le trae a los humanos las nieves del glaciar al que solo ellos pueden subir.
Su trabajo con los osos andinos, que lidera junto al cient¨ªfico brit¨¢nico Andrew Whitworth, es parte de expedici¨®n Perpetual Planet de Rolex y National Geographic al Amazonas. ¡°Siempre pensamos en la Amazonia como selva baja, pero lo que queremos hacer nosotros a trav¨¦s de los osos es mostrar la importancia que tienen los bosques altos en el ciclo del agua amaz¨®nico¡±, explica. Los osos andinos, para ella, no solo son sus embajadores, sino una forma de aterrizar la ciencia, la curiosidad y la espiritualidad, todo, en una especie.
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