Ejercer el arte de la gobernabilidad ser¨¢ la clave, a partir de hoy, para el nuevo presidente de Guatemala
El mandato de Ar¨¦valo, ahora, es uno: neutralizar el Pacto de Corruptos, una entente de pol¨ªticos, ¨¦lites burocr¨¢ticas y empresarios que a partir de este domingo perdi¨® el monopolio del poder
Bernardo Ar¨¦valo, el nuevo presidente de Guatemala, electo con amplio mandato popular para ejercer en el periodo 2024-2028, tendr¨¢ un c¨²mulo de desaf¨ªos largamente pospuestos. Enormes brechas de desigualdad social y alt¨ªsimas tasas de pobreza y desnutrici¨®n; ¨ªndices crecientes de inseguridad p¨²blica y contaminaci¨®n alarmante del crimen organizado en la econom¨ªa, la pol¨ªtica y los territorios; instituciones en ruina y baja moral de los servidores p¨²blicos; cierta oligarqu¨ªa con aires coloniales aferrada a sus privilegios, con ralo barniz de aggiornamento, y la creciente impaciencia de los movimientos ind¨ªgenas que resienten las nuevas invasiones de las compa?¨ªas extractivistas en las regiones que han habitado por siglos.
Pero el mandato de Ar¨¦valo, ahora, es uno: neutralizar el Pacto de Corruptos, una entente de pol¨ªticos, ¨¦lites burocr¨¢ticas y empresarios que a partir de este domingo perdi¨® el monopolio del poder, del cual se apropi¨® de mala manera en los ¨²ltimos cuatro a?os. Esto quiere decir que la poblaci¨®n espera que los someta a una suerte de s¨ªndrome de abstinencia de corrupci¨®n e impunidad durante los primeros meses. Sus votantes querr¨¢n golpes de autoridad y mensajes claros a partir de hoy. Ante el vac¨ªo de poder del Pacto, Ar¨¦valo tendr¨¢ que ejercer durante una transici¨®n de cinco largos meses en los que la mafia tampoco se ir¨¢ de vacaciones.
Pero su primera tarea ser¨¢ gobernar el Movimiento Semilla, su partido, legalizado apenas en 2018 y nutrido con militancia de j¨®venes urbanos e intelectuales con poca experiencia pol¨ªtica y de gesti¨®n estatal. Est¨¢n incluidos idealistas y pragm¨¢ticos de amplio espectro. Solo apelando al sentido del voto sincero cargado de esperanza -que no se vio durante casi 40 a?os de elecciones democr¨¢ticas- que ha depositado la gente en estos noveles la responsabilidad se sacar del naufragio al pa¨ªs, Ar¨¦valo puede ponderar la previsible inmadurez emocional entre algunos cuadros y dirigentes.
Esta es la tarea que un presidente nunca concluye con sus c¨ªrculos cercanos, pero debe saber gestionarla para dar el siguiente paso. Ar¨¦valo podr¨ªa convocar el tejido sano de la sociedad y otros contaminados, pero rescatables, para hacer flotar el estado de legalidad y las instituciones en ruina, sobre todo, aquellas que prestan los servicios esenciales. La piedra en el zapato ser¨¢ la fiscal general Consuelo Porras, la Torquemada guatemalteca que se ha dedicado a hostigar el proceso democr¨¢tico hasta el ¨²ltimo momento. La renuncia o permanencia de Porras durante la transici¨®n de gobierno ser¨¢ la primera prueba de poder para el nuevo presidente.
Otro personaje clave es Miguel Mart¨ªnez, el joven megamillonario emergente que ha estado tras el trono del presidente Alejandro Giammattei. Este domingo sus verdades se desplomaron. Militares en activo, funcionarios de alto nivel y dirigentes pol¨ªticos repitieron sin dudar sus aseveraciones: Sandra Torres ganar¨¢ y si ocurre lo contrario es porque hicieron fraude. Mart¨ªnez, sin ser diputado electo, tiene los hilos para controlar la mayor¨ªa del pr¨®ximo Congreso adverso a Ar¨¦valo. Sus pron¨®sticos fallidos le minan credibilidad, pero, m¨¢s, la sombra de sus presuntos delitos de enriquecimiento il¨ªcito que trascienden las fronteras de Guatemala. El presidente Giammattei, a pesar de sus esfuerzos, ya no podr¨¢ protegerlo. As¨ª que, previsiblemente, Ar¨¦valo, en adelante, solo requerir¨¢ de sagaces negociadores para cumplir el mandato que recibi¨® en las urnas y dar el siguiente paso frente al poder pol¨ªtico mayor.
Otros factores de ingobernabilidad podr¨ªan ser los militares narcos, pero no tienen capacidad de maniobra. Por ejemplo, no podr¨ªan dar un golpe de Estado ahora mismo, porque no controlan las zonas estrat¨¦gicas y solo alcanzar¨ªan a movilizar un 10 por ciento de tropas. Tampoco controlan los 44 mil integrantes de la polic¨ªa civil. Esto indica que Ar¨¦valo debe tener un ojo puesto en el futuro control de las fuerzas de seguridad civil, militar y los servicios de inteligencia. Y su campo fuerte ser¨¢ la comunidad internacional. Con Ar¨¦valo en la presidencia, Guatemala se convierte en una inesperada pieza geopol¨ªtica para arrancar la recuperaci¨®n democr¨¢tica en Centroam¨¦rica y dar ejemplos de gobernabilidad de la migraci¨®n irregular hacia Estados Unidos.
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