Noticias de Am¨¦rica Latina desde un rinc¨®n de periodismo punk en Berl¨ªn

En esta redacci¨®n no hay jefes ni empleados. Todos y todas ejercen de reporteros, editores, traductores y dise?adores. No cobran por su trabajo. En las p¨¢ginas de la publicaci¨®n no hay casi anunciantes, y definitivamente no hay un directorio. La revista sale cada mes con el trabajo voluntario de estos j¨®venes en sus veintes y en sus treintas. Es un grupo de no m¨¢s de 15 personas, m¨¢s los que llegan, colaboran un tiempo y luego se van. La redacci¨®n est¨¢ en ...

En esta redacci¨®n no hay jefes ni empleados. Todos y todas ejercen de reporteros, editores, traductores y dise?adores. No cobran por su trabajo. En las p¨¢ginas de la publicaci¨®n no hay casi anunciantes, y definitivamente no hay un directorio. La revista sale cada mes con el trabajo voluntario de estos j¨®venes en sus veintes y en sus treintas. Es un grupo de no m¨¢s de 15 personas, m¨¢s los que llegan, colaboran un tiempo y luego se van. La redacci¨®n est¨¢ en un edificio que fue okupado en la d¨¦cada de los ochenta y que hoy alberga algunas ONG, un teatro, una librer¨ªa, un bar, un refugio para gente sin techo, y cuyas paredes desbordan arte callejero, colorido, amoroso, rebelde. Se dir¨ªa que esta revista, Lateinamerika Nachrichten (Noticias de Latinoam¨¦rica), es producto del trabajo improvisado de una juventud inquieta y so?adora. De no ser porque, en realidad, esta revista lleva 50 a?os public¨¢ndose de la misma manera, ininterrumpidamente, generaci¨®n tras generaci¨®n, y es una instituci¨®n en Alemania de reportajes especializados en Am¨¦rica Latina.

Hoy est¨¢n Fred, Martin, Lya, Anna, Cassandra. Antes fueron otros los hombres y mujeres que sacaron adelante el trabajo. No hay fotos de ellos. Sus rostros son dif¨ªcilmente recordados. Sus nombres no figuran en placas de bronce. Hubo una ¨¦poca en que los textos ni siquiera llevaban firma de autor, desde la perspectiva de que no importa tanto quien escribe como lo que reporta, la noticia misma. Aunque tambi¨¦n, es cierto, eran tiempos de persecuci¨®n de las ideas en Am¨¦rica Latina y en Alemania, antes de la ca¨ªda del Muro, en 1989. Lateinamerika ha cumplido este a?o medio siglo de existencia.

No es casualidad que tambi¨¦n se hayan cumplido 50 a?os del golpe de Estado en Chile. La revista, m¨¢s un magac¨ªn en blanco y negro del tama?o de una historieta, naci¨® en junio de 1973 con el nombre de Chile Nachricthten (Noticias de Chile). Los fundadores observaron que en el pa¨ªs sudamericano se hab¨ªa establecido el laboratorio de las pol¨ªticas neoliberales de la Escuela de Chicago. Vieron las se?ales de amenaza a la democracia y, como sabuesos, o m¨¢s bien como periodistas, que olfatean la noticia, anticiparon el golpe de Estado contra el Gobierno democr¨¢tico de Salvador Allende. Lo documentaron, y siguieron reportando la vida en la dictadura de Augusto Pinochet durante algunos a?os, hasta que advirtieron que la circunstancia pol¨ªtica de Chile era parte de un todo, en el que el denominador com¨²n era el intervencionismo de Estados Unidos y el consecuente establecimiento de dictaduras militares, la combinaci¨®n perfecta de gobierno autoritario y pol¨ªtica econ¨®mica ultraliberal. El golpe militar en Argentina en 1976 reforz¨® la convicci¨®n de que ten¨ªa que haber un cambio de mirada, y tambi¨¦n de nombre. Habr¨ªan de ser Noticias de Latinoam¨¦rica a partir de 1977.

La revista recuper¨® en una de sus ediciones recientes un texto escrito por uno de los fundadores, Urs M¨¹ller-Plantenberg. El autor recordaba nost¨¢lgicamente c¨®mo todo hab¨ªa surgido m¨¢s como un comit¨¦ de solidaridad por Chile. No hac¨ªa muchos a?os hab¨ªa ocurrido el convulso, el sacudidor Mayo del 68 y la juventud alemana de izquierdas quer¨ªa, por cualquier medio, echar un cable a los chilenos: ?publicar art¨ªculos, dar conferencias, enviarles bicicletas? Optaron por lo primero. Reunidos en una casa buc¨®lica de Hesse, en Alemania Occidental, los fundadores no ten¨ªan en mente publicar una revista en forma, sino m¨¢s bien un folleto informativo de unas cuantas p¨¢ginas, casi de consumo interno.

En junio de 1973 sali¨® el primer n¨²mero, del que se imprimieron apenas 50 ejemplares. Al principio fue una publicaci¨®n quincenal. ¡°Cualquiera que lea hoy los textos de los primeros cinco n¨²meros de Noticias de Chile encontrar¨¢ que demuestran claramente la inevitabilidad de un golpe de la derecha en Chile. Eso no fue intencionado, al contrario. Al discutir y escribir, todos se mostraron m¨¢s o menos optimistas de que a¨²n se pod¨ªa cambiar la situaci¨®n. Parec¨ªa demasiado escandaloso que el mundo se atreviera a tolerar el golpe contra un Gobierno electo¡±, recordaba M¨¹ller-Plantenberg.

Revoluci¨®n en una redacci¨®n

El golpe de Pinochet convulsion¨® al mundo y trastoc¨® la din¨¢mica de la desordenada redacci¨®n de Noticias. El peque?o pasqu¨ªn comenz¨® a tener una fuerte demanda de lectores. En noviembre ya tiraban 6.000 ejemplares, cada uno de 60 p¨¢ginas. Las presiones econ¨®micas fueron aumentando. Lo mismo que las presiones pol¨ªticas de diversas organizaciones comunistas que quer¨ªan que la revista se convirtiese en su ¨®rgano de difusi¨®n de propaganda. Los j¨®venes redactores de Noticias resistieron y defendieron su independencia. El mismo a?o se volvi¨® una publicaci¨®n mensual. Desde entonces, y hasta ahora, se ha mantenido de las suscripciones (hoy tiene 1.300 clientes), y tambi¨¦n, aunque en menor medida, de la venta de la edici¨®n impresa y de donaciones. Medio siglo nadando a contracorriente. M¨¹ller-Plantenberg, por eso, eligi¨® para su columna conmemorativa este t¨ªtulo: ¡°Un peque?o milagro cada mes¡±.

¡°Hoy en la redacci¨®n trabajan j¨®venes que a¨²n no hab¨ªan nacido cuando el nombre Chile Nachrichten ya estaba enterrado¡±, escribi¨® el fundador, que ahora tiene 86 a?os. La redacci¨®n actual, en el edificio okupado el siglo pasado, comparte espacio con el Centro de Investigaci¨®n y Documentaci¨®n Chile-Latinoam¨¦rica, que es vasto el archivo reunido a lo largo de cinco d¨¦cadas. En la oficina hay algunas computadoras de escritorio, una mesa de juntas, una cocina. Tambi¨¦n hay estantes con n¨²meros antiguos de la agencia Prensa Latina (Cuba), Presencia Ecum¨¦nica (Venezuela) y Proceso (M¨¦xico), y otros materiales significativos, como comunicados de las guerrillas, afiches y casetes. Abundan los libros sobre el socialismo latinoamericano, las luchas de independencia y el colonialismo estadounidense.

Muchos de los materiales del archivo son en espa?ol. La mayor¨ªa de los colaboradores tambi¨¦n habla espa?ol, unos m¨¢s fluido, otros se esfuerzan. La mayor¨ªa, tambi¨¦n, tiene estudios universitarios sobre Latinoam¨¦rica. La revista no paga a los redactores ni a los fot¨®grafos, dice Martin Schaefer, uno de los colaboradores m¨¢s antiguos, con un dejo de pena, porque, explica, no es muy socialista no pagar por el trabajo hecho (pero, si sirve de consuelo, igualitariamente nadie cobra). Noticias publica textos escritos por alemanes radicados en pa¨ªses latinoamericanos o de autores locales que luego son traducidos al alem¨¢n. En 50 a?os, los redactores han entrevistado a los presidentes Lula Da Silva, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, Gustavo Petro y Gabriel Boric, y tambi¨¦n a personajes revolucionarios de la cultura y el espect¨¢culo como Manu Chao, Buenavista Social Club, Rub¨¦n Blades, Residente y Willie Col¨®n. Alguna vez el mismo Eduardo Galeano public¨® un texto en estas p¨¢ginas (tampoco cobr¨®).

La nueva redacci¨®n de Noticias est¨¢ acorde con el esp¨ªritu de la ¨¦poca. Como no hay una izquierda, es decir ni ¨²nica ni inmutable, todos los matices deben abordarse. Por ejemplo, la cobertura sobre el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua se ha tratado de manera cr¨ªtica al paso del tiempo. Comenz¨® como una buena noticia, la ilusi¨®n de la revoluci¨®n proletaria, pero se ha transformado y ya se ha convertido en un alegato contra los atropellos del r¨¦gimen hacia las disidencias.

¡°Nuestro lema es: ¡®Cr¨ªtico, solidario, independiente¡¯. Nos entendemos como un espacio de una izquierda no dogm¨¢tica y estamos inclinados a criticar todos los gobiernos si hay algo que criticarles, independientemente de que as¨ª se llamen de derecha o de izquierda¡±, afirma Schaefer. ¡°La revista tiene una historia, y en el pasado fue mucho m¨¢s marcada su postura pol¨ªtica. Yo creo que hoy tiene una postura de izquierdas, ecologista, feminista, indigenista, antirracista¡±, secunda Fred Schnatterer. ¡°Nos sentimos cercanos a los movimientos sociales de base. No s¨¦ si nos llamar¨ªamos activistas del periodismo. Estamos siguiendo las normas profesionales del periodismo, pero el enfoque de los temas es en movimientos sociales¡±, repone Schaefer.

En las paredes hay un collage de las portadas publicadas en medio siglo de existencia. Hay rostros de personajes influyentes, para bien o para mal, como Hugo Ch¨¢vez y Carlos Salinas de Gortari, pero sobre todo hay fotograf¨ªas de gente com¨²n y corriente, los zapatistas, los mapuches, las abuelas de la Plaza de Mayo, trabajadores, estudiantes, v¨ªctimas de violaciones a los derechos humanos que protestan en las calles. Adem¨¢s de reportajes y an¨¢lisis, la revista publica cr¨ªtica de arte y poes¨ªa. La ¨²ltima secci¨®n de cada n¨²mero trata de dar al lector una buena noticia, una sola, que s¨ª las hay. La revista en s¨ª lo es, es la buena nueva. Recu¨¦rdese el art¨ªculo del fundador, recu¨¦rdese el milagro cada mes.

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