Mira Awad, cantante ¨¢rabe: ¡°La alternativa a la paz es el infierno que vemos ahora¡±
La artista represent¨® a Israel en Eurovisi¨®n con un pol¨¦mico tema sobre la paz a d¨²o con su famosa amiga Noa. Era 2009. Hoy no repetir¨ªa. Carga contra los ¡°locos¡± de Ham¨¢s y contra la ¡°ceguera¡± de los israel¨ªes sobre Gaza
La distancia f¨ªsica (se mud¨® el a?o pasado a Londres) no ahorra a Mira Awad (Rameh, Israel, 48 a?os) el dolor por lo que sucede en su tierra. Una expresi¨®n ¨Dsu tierra¨D con muchos significados posibles en una identidad con tantas capas: hija de un m¨¦dico palestino cristiano desplazado en la Nakba y de una eslavista b¨²lgara, ha residido la mayor parte de su vida en la abrumadoramente jud¨ªa Tel Aviv. En 2009, se convirti¨® en la primera palestina con ciudadan¨ªa israel¨ª en representar al pa¨ªs en Eurovisi¨®n, a d¨²o con su amiga Noa. Eran una ¨¢rabe y una jud¨ªa cantando a la paz bajo la misma bandera pocos meses despu¨¦s de una ofensiva en Gaza entonces considerada brutal y convertida en an¨¦cdota del pasado por la actual, con 15 veces m¨¢s muertos. El t¨ªtulo de la canci¨®n suena hoy prof¨¦tico: There Must Be Another Way (Tiene que haber otra manera).
Cantante, actriz y compositora, a Awad le llovieron cr¨ªticas entre los suyos, que la acusaban de representar al pa¨ªs que la discrimina, traicionar a sus hermanos palestinos y ser utilizada con fines pol¨ªticos para escenificar una coexistencia inexistente. Ella defendi¨® la importancia de los grises en medio de la polarizaci¨®n y la necesidad de lanzar un mensaje de esperanza. Sigue creyendo en lo mismo, pero no volver¨ªa a representar a Israel en Eurovisi¨®n tras un 2023 tan lleno de sangre. ¡°Est¨¢ todo bastante oscuro¡±, admite.
Lo que s¨ª hace desde el 7 de octubre es participar en Londres en vigilias conjuntas de jud¨ªos, cristianos y musulmanes por la paz en Oriente Pr¨®ximo, evitar las redes sociales (¡°Est¨¢n dise?adas para alimentarse de nuestros miedos, odio e ira¡±, critica) e insistir en el reconocimiento del dolor propio y ajeno. Acaba de pasar unos d¨ªas en Fuerteventura para intentar desconectar de las im¨¢genes de Gaza (chatea como puede con amigos que permanecen en la Franja) y de los reproches que recibe de amigos jud¨ªos y ¨¢rabes, que la acusan de navegar entre dos aguas. El mi¨¦rcoles cantar¨¢ junto a Noa en un concierto con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, cuyos fondos ir¨¢n al foro israel¨ª que representa a los familiares de los rehenes en Gaza y a dos organizaciones de mujeres por la paz, una israel¨ª y otra palestina. Suena triste durante la videollamada.
Pregunta. ?C¨®mo la ha cambiado el 7 de octubre?
Respuesta. Nos cambi¨® a todos. Cada vez que crees que has visto lo peor de la humanidad, surge algo nuevo, a¨²n peor. Fue otro punto bajo en el que, especialmente como palestina, me sent¨ª asqueada, horrorizada y enfadada. De que estos locos [Ham¨¢s] hicieran esas acciones brutales en nombre de la causa palestina. Y ahora vemos lo que acarrean a los que viven en Gaza. No me averg¨¹enzo de ser palestina, sino de que formen parte de lo que yo llamo ser palestino.
Ese mismo d¨ªa estaba llorando por las cosas que escuchaba que estaban pasando en Israel y llamando a amigos all¨ª, porque muchos van a esas fiestas [como el festival atacado, Nova]. Pero mientras lo hac¨ªa, pens¨¦: ¡°Oh, Dios m¨ªo, ?qu¨¦ va a pasar ahora en Gaza?¡±. Estaba empezando a preocuparme por las represalias porque estaba segura de que ser¨ªan muy grandes y horrendas. As¨ª que ha sido agotador porque¡ ?qu¨¦ puedes hacer como activista por la paz? No puedo traer la paz global. Como artista puedo abrir peque?as ventanas entre las comunidades para mostrarles que del otro lado hay un ser humano. Y, como activista por la paz, involucrar a otros activistas porque, como Noa, formo parte de la junta directiva de muchas organizaciones maravillosas que est¨¢n haciendo un trabajo incre¨ªble sobre el terreno con las comunidades israel¨ª y palestina. Cada vez que sucede algo como esto, es como si comienzas a construir un edificio y lo bombardean. Y dices: ?c¨®mo puedo empezar de nuevo ahora que la gente est¨¢ bajo estos escombros? Lamento usar esta met¨¢fora, pero es muy v¨ªvida para nosotros en este momento. Cuando la gente est¨¢ bajo los escombros de la destrucci¨®n, no puedes convencerla de pensar en la paz y en las personas del otro lado. Cada vez es como un paso adelante y 11.000 atr¨¢s. Muy agotador.
Estoy intentando mantenerme alejada de las redes sociales. Las odio porque ahora son solo un lugar donde nos hacemos da?o unos a otros. A los algoritmos les encanta cuando nos odiamos¡±
Por otro lado, simplemente no veo otra opci¨®n. ?Cu¨¢l es la alternativa a la paz? Lo que vemos ahora. As¨ª que tenemos que levantarnos de los escombros, la devastaci¨®n, la desesperaci¨®n, el dolor, la ansiedad y la preocupaci¨®n, y seguir adelante juntos, porque no hay alternativa. La alternativa es el infierno. Y estamos viendo un infierno frente a nuestros ojos todos los d¨ªas. ?Es as¨ª como queremos ver Gaza? ?C¨®mo va a conducir eso a una vida floreciente y pr¨®spera, no solo para los palestinos, sino tambi¨¦n para los israel¨ªes? Si tu vecino, a media hora en coche, est¨¢ bajo los escombros, sin lugar donde vivir, sin trabajo, sin escuelas, sin rutina, ?c¨®mo puedes ser feliz? No existe ninguna ecuaci¨®n en el mundo que diga que si ellos viven en ese infierno, t¨² vivir¨¢s en el cielo.
Otra idea que me desconcierta cada vez m¨¢s es la facilidad con la que la gente est¨¢ dispuesta a enviar a sus hijos a morir en una guerra. No hay ese esp¨ªritu de sacrificio por la paz. Cuando hablo con gente sobre la necesidad de la paz, me dicen: ¡°S¨ª, pero el otro no la quiere¡±. Y yo respondo: ¡°Est¨¢ bien, pero t¨² la quieres, entonces tienes que demostrarlo¡±. Y me responden: ¡°?Qu¨¦ pasa si hago concesiones y me apu?alan por la espalda?¡±. Les digo que siempre va a haber extremistas que tratar¨¢n de crear caos, pero con 100% de seguridad habr¨¢ menos sacrificios que en la guerra.
Estoy intentando mantenerme alejada de las redes sociales. Las odio porque ahora son solo un lugar donde nos hacemos da?o unos a otros. A los algoritmos les encanta cuando nos odiamos. Est¨¢n dise?ados para alimentarse de nuestros miedos, odio, ira y rabia.
Me promet¨ª no compartir nada. Todos queremos mostrar al mundo lo que est¨¢ pasando en Gaza y en el sur de Israel, pero lo que realmente hacemos es compartir violencia snuff. No sabes cu¨¢ntas cartas recibo de gente enfadada. Los israel¨ªes, porque no comparto las horribles im¨¢genes del ataque al sur de Israel. Y los amigos palestinos, porque no lo hago con las de ni?os muertos y desmembrados en Gaza. El problema de las redes sociales es que no se puede tener un discurso complejo. Es muy superficial. Tiene que caber en un tuit. La complejidad no ser¨¢ compartida, no se volver¨¢ viral, no ir¨¢ a ninguna parte.
Y no creo que haya que elegir. Se puede estar con la naci¨®n palestina por la libertad de Palestina y condenar las acciones de Ham¨¢s en el sur de Israel y decir: ¡®Estoy con vuestras libertades, con vuestros plenos derechos, pero en contra de eso¡¯. Lo mismo con la otra parte. Est¨¢ bien estar con la naci¨®n israel¨ª en este momento en su dolor y en su p¨¦rdida y exigir el regreso de los rehenes y la seguridad de los civiles en Israel, pero criticar al Gobierno.
P. ?Cambi¨® c¨®mo se define en cuanto a identidad?
R. No, pero en los ¨²ltimos a?os he estado pensando en por qu¨¦ seguimos optando por los Estados naci¨®n, por esas fronteras muchas veces arbitrarias. Me considero un ser humano que pertenece a la naci¨®n humana. Por supuesto, vengo de padre palestino y madre b¨²lgara, crec¨ª en Israel. Todo eso trajo cosas hermosas a mi personalidad, a mi herencia, a mi cultura, a mis tradiciones. Ahora estoy casada con un ucranio. Eso se agreg¨® a mi vida. Es medio jud¨ªo, tambi¨¦n eso se agreg¨® a mi vida. ?Por qu¨¦ no? Cuanto m¨¢s, mejor. No entiendo por qu¨¦ somos tan posesivos con las identidades.
No creo que haya que elegir. Se puede estar con la naci¨®n palestina por la libertad de Palestina y condenar las acciones de Ham¨¢s en el sur de Israel¡±
P. Me refer¨ªa a si ha cambiado la forma en que se siente cuando dice que es palestina e israel¨ª.
R. Soy palestino-israel¨ª. Soy ambas. Y b¨²lgara, tambi¨¦n por nacionalidad. Pero lo primero, soy humana. Por supuesto, tiene un valor sentimental ser palestina. Me emociona escuchar el idioma, la m¨²sica, comer comida palestina. Lo mismo cuando estoy en Bulgaria. Y en Israel, el clima, la gente que amo. Incluso el hebreo, que no es una de mis culturas, pero lo amo y he escuchado m¨²sica en hebreo toda mi vida.
Soy muy realista. No soy una abraza¨¢rboles. Y creo que podemos hacer la paz porque si hacemos las cosas de manera diferente, obtendremos resultados diferentes. Pero si seguimos haciendo lo mismo, terminaremos en el mismo lugar, que es justo donde estamos ahora: el ciclo de hacer lo mismo y obtener el mismo resultado. Y, de vez en cuando, peor.
P. Cuando cant¨® con Noa en 2009 hubo todo un debate y usted dijo que lo hac¨ªa m¨¢s por el horizonte. 14 a?os despu¨¦s, parece que la situaci¨®n era mejor entonces.
R. Ahinoam [Noa] y yo no somos iguales. No tenemos exactamente las mismas ideas. Compartimos algunas visiones y conceptos, pero tenemos diferentes narrativas y sensibilidades. Pero eso es todo. Con el tiempo comprendemos que somos iguales en m¨¢s aspectos y tenemos que respetar esas diferencias.
P. ?Le resulta dif¨ªcil desde el 7 de octubre hablar con sus amigos jud¨ªos israel¨ªes?
R. Algunas conversaciones son dif¨ªciles porque, como dije, ahora mismo est¨¢n bajo los escombros. En estado de emergencia, con gran ansiedad, miedo y preocupaci¨®n. Cuando alguien est¨¢ traumatizado, no trato de discutir con ¨¦l, ni convencerlo. Solo digo: ¡®Escucha, estoy aqu¨ª para ti¡¯.
Algunos dicen o comparten cosas en sus redes sociales sobre los palestinos o sobre Palestina en general que, en mi opini¨®n, son horribles. Y duele. Pero s¨¦ que lo dicen desde un lugar de profunda desesperaci¨®n y ansiedad. Todos en Israel y Palestina est¨¢n en este momento en trauma profundo. Y los seres humanos no estamos hechos para estar en modo de supervivencia las 24 horas del d¨ªa durante dos meses.
Muchos amigos palestinos no est¨¢n contentos porque no transmito el mensaje que esperan, porque lo mantengo equilibrado. Quiero dirigirme a ambas partes, no porque crea que todo es igual. No soy de comparar sufrimientos, pero me propongo abordarlos siempre.
Por otro lado, tengo amigos en Gaza con los que estoy en constante relaci¨®n, cuando tienen WhatsApp porque a veces no hay Internet. A los israel¨ªes les gusta decir: ¡°Abandonamos Gaza en 2005¡å, pero no. Controlan todo lo que entra y sale, incluida el agua, la electricidad, Internet. Los israel¨ªes no saben estas cosas. Y ahora su Gobierno y sus medios de comunicaci¨®n les impiden ver lo que est¨¢ sucediendo en Gaza. El israel¨ª promedio est¨¢ completamente ciego ante eso. Se le da una terminolog¨ªa que dice que cada bombardeo est¨¢ justificado. Se los mantiene en total ignorancia de lo que sucede en Gaza: la destrucci¨®n, las muertes y, por supuesto, los detalles feos y crudos de la crisis humanitaria.
P. Como palestina, ?no siente a veces la necesidad de poner el foco en eso que se?ala que los israel¨ªes jud¨ªos desconocen?
R. A veces lo hago, s¨ª. Y es muy dif¨ªcil porque quiero ser comprensiva con el trauma que est¨¢n pasando. Quiero decirles: ¡°Entiendo que est¨¦s sufriendo, pero no puedes estar ciego ante el dolor de otras personas¡±.
Tambi¨¦n debo recordarles que mi padre fue expulsado de su pueblo [en la Nakba, entre 1947 y 1949]. Exactamente como en Gaza, con los mismos m¨¦todos, las octavillas que lanzan desde los aviones. Mi padre ten¨ªa 12 a?os y recuerda que ca¨ªan del cielo, dici¨¦ndoles que por su propia protecci¨®n deb¨ªan abandonar su pueblo. Fue desplazado de su pueblo, aunque regresaron y por suerte segu¨ªa en pie. Cuando ve a esa gente en Gaza, saliendo de sus hogares con sus hijos a la espalda, est¨¢ contemplando la Nakba de nuevo. Las im¨¢genes le resultan familiares. Y no puede creer que suceda nuevamente ante sus ojos. El 75% de los habitantes de Gaza son refugiados de entonces. Es como un trauma continuo y los israel¨ªes no piensan en eso, no lo saben, est¨¢n ciegos ante todo ese trauma. No saben por qu¨¦ estos palestinos est¨¢n luchando. ?Qu¨¦ quieren de nosotros? Es sorprendente c¨®mo ha ganado ese discurso. La cuesti¨®n palestina ha sido barrida bajo una alfombra tan espesa que la gente vive sobre ella. ?Qu¨¦ quieres decir con ocupaci¨®n? No estamos ocupando. Es una conversaci¨®n muy dif¨ªcil de mantener en estos momentos.
P. Usted propone un alto el fuego. La mayor¨ªa de los israel¨ªes le responder¨ªan que c¨®mo van a estar seguros entonces de que no habr¨¢ otro 7 de octubre.
R. ?C¨®mo me aseguro de que no llueva ma?ana? No hay nada de lo que se pueda estar seguro. Pero los hechos nos han demostrado que si seguimos viviendo la rutina de un conflicto, estaremos creando un terreno f¨¦rtil para el odio, la desesperaci¨®n, la depresi¨®n y la opresi¨®n. Y, por supuesto, traer¨¢ otra ola de resistencia, de represalias, como quieran llamarlo. Pero si ponemos nuestros esfuerzos en desarrollar un entorno de reconocimiento, de dignidad, de igualdad de derechos, de libertad de movimiento, de elecci¨®n, de pensamiento y de expresi¨®n, estaremos sentando una base f¨¦rtil para otras cosas.
Esto ha explotado de la manera m¨¢s fea y brutal posible. Y volver¨¢ a explotar si mantenemos la misma mentalidad que Israel ahora mismo: ir a Gaza, aniquilarla y mantener el control.
P. Cant¨® en Eurovisi¨®n, en 2009, tras otra ofensiva en Gaza. ?Lo volver¨ªa a hacer este a?o si se lo propusieran?
R. En 2009 esperaba abrir una puerta, pero nada cambi¨®. Estaba realmente motivada, incluso para sacrificarme por un cambio. Tambi¨¦n era una ¨¦poca muy dif¨ªcil y un entorno muy complejo para representar a Israel. Pero segu¨ª adelante porque pens¨¦ que, pese a las dificultades, dejar¨ªa una huella, iniciar¨ªa un camino. Ahora no lo har¨ªa. Tal vez es la edad. O que no estoy tan entusiasmada como antes. Siento esa puerta como cerrada. Espero que la reabramos, pero ahora est¨¢ todo bastante oscuro.
P. ?Entonces?
R. Me destroza pensar que existe una peque?a posibilidad de que despu¨¦s de todo esto volvamos a la misma mierda y nada cambie, pero realmente quiero tener esperanza. De lo contrario, dentro de dos o tres a?os volveremos a hablar de esto. Ser¨ªa triste, ?no?
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