El presidente de Ecuador, un pa¨ªs en estado de sitio: ¡°Estamos en guerra¡±
Noboa, que lleva solo 50 d¨ªas en el cargo, se enfrenta a una oleada de violencia sin precedentes con asesinatos a polic¨ªas y funcionarios de prisiones y asaltos a hospitales y comisar¨ªas
La violencia ha desbordado estos d¨ªas Ecuador, un pa¨ªs que hasta hace un lustro figuraba entre los m¨¢s seguros de la regi¨®n. El presidente, Daniel Noboa, el hijo del empresario m¨¢s rico del pa¨ªs, de 36 a?os y con solo 50 d¨ªas en el cargo, se enfrenta a una crisis sin precedentes. Con las c¨¢rceles como centro de operaciones, el crimen organizado ha matado en las ¨²ltimas 72 horas a polic¨ªas y funcionarios de prisiones y ha intentado asaltar hospitales y comisar¨ªas. Noboa ha desplegado al ej¨¦rcito en las calles y le ha pedido que abata a los criminales, a los que considera terroristas. ¡°Estamos en guerra¡±, ha dicho el presidente.
Las escenas de violencia se suceden a lo largo de todo el pa¨ªs, pero se concentran sobre todo en Guayaquil, la ciudad m¨¢s peligrosa. Sus ciudadanos se resguardan de los tiroteos callejeros y los saqueos que se producen en centros comerciales y tiendas a pie de calle. Vestidos de polic¨ªas, los delincuentes despliegan retenes en las carreteras y asesinan o secuestran a los ocupantes de los coches. El pa¨ªs ha visto a 13 j¨®venes encapuchados asaltar en directo el plat¨® de un medio de comunicaci¨®n p¨²blico, TC Televisi¨®n, que durante media hora, en la que no se detuvo la transmisi¨®n, amenazaron a los periodistas con pistolas, granadas y lo que parec¨ªa dinamita. La barbarie convertida en reality show.
Las pandillas ecuatorianas, asociadas con el cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG), ambos mexicanos, se han infiltrado en el Estado con la compra de jefes de polic¨ªa, generales, jueces y fiscales. Sus principales l¨ªderes, desde prisiones convertidas en suites de lujo con bar y piscina, controlan las rutas de la droga que llevan hasta Estados Unidos y los principales puertos y fronteras. Tienen en su n¨®mina a funcionarios en puestos clave y, a los que no, viven con el riesgo de ser asesinados. De una forma u otra acaban teniendo el control.
Noboa, por ahora, no ha dado muestras de un liderazgo fuerte. Su papel ha sido secundario, dej¨¢ndole el protagonismo en las ruedas de prensa a los altos cargos del ej¨¦rcito. Su mayor golpe de mano ha sido declarar ¡°un conflicto armado interno¡± y decretar un toque de queda, algo que otros presidentes tambi¨¦n han instaurado en el pasado. En una entrevista en radio Canela este mi¨¦rcoles, ha se?alado que el Estado se enfrenta a ¡°grupos terroristas¡± compuestos por m¨¢s de 20.000 personas. ¡°No vamos a ceder, no vamos a dejar que la sociedad se muera lentamente¡±, ha a?adido.
En campa?a electoral asegur¨® que ten¨ªa un plan para retomar el control de las c¨¢rceles, en el que se inclu¨ªa recluir a los presos m¨¢s peligrosos en barcazas en alta mar a 120 kil¨®metros de la costa. En este tiempo el plan no ha sido ejecutado ni se conocen mayores detalles del mismo. Ese vac¨ªo de autoridad lo aprovecharon Jos¨¦ Adolfo Mac¨ªas Villamar, alias Fito, considerado el criminal m¨¢s peligroso de Ecuador, l¨ªder de la banda conocida como Los Choneros, y Fabricio Col¨®n Pico, miembro de Los Lobos, para escapar de prisi¨®n. Se les abrieron las puertas del presidio de par en par, sin que los directores de la c¨¢rcel movieran un dedo. Los primeros est¨¢n asociados con los narcotraficantes de Sinaloa y, los segundos, con los de Jalisco. Las evasiones de estos dos importantes cabecillas dieron lugar a la ola de enfrentamientos que se produjo en las calles.
Despu¨¦s de un d¨ªa de operativo, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, dijo que 329 terroristas hab¨ªan sido detenidos, cinco personas fueron ¡°abatidas¡± y 28 presos fugados fueron capturados. Vela explic¨® que los enfrentamientos se produjeron con las bandas de los Tiguerones, Lobos y Choneros. ¡°Las Fuerzas Armadas tiene la facultad de usar armamento letal, que ser¨¢ empleado en contra de los grupos que han sido identificados como terroristas en el mismo decreto del presidente¡±, a?adi¨®.
Devolver a 1.500 presos colombianos
El presidente se dice dispuesto a indultar a los principales jefes de estas organizaciones para que se enfrenten de forma directa a los militares desplegados. ¡°No se atreven¡±, cree ¨¦l. Dice que en su mira est¨¢n los funcionarios a sueldo del crimen, a los que tambi¨¦n se les considerar¨¢ terroristas, con lo que se enfrentar¨ªan una pena de c¨¢rcel de entre 10 y 13 a?os. Por poner un ejemplo, un juez hab¨ªa ordenado en seis ocasiones la liberaci¨®n de Fito, cuando no hab¨ªa motivos para ello. Noboa ha heredado del anterior presidente, Guillermo Lasso, una inmensa deuda que le ata de pies y manos para desplegar un operativo m¨¢s grande. Eso s¨ª, dice contar con el apoyo de Israel y Estados Unidos. Tambi¨¦n con el del presidente colombiano, Gustavo Petro, al que no ha respondido con demasiada cortes¨ªa. Le ha propuesto devolverle los 1.500 presos colombianos que cumplen sentencia en las c¨¢rceles ecuatorianas, la gran mayor¨ªa por narcotr¨¢fico. Si se niega a acogerlos, dice que los soltar¨¢ en la frontera.
Los ecuatorianos asisten estos d¨ªas a escenas terror¨ªficas. En un v¨ªdeo subido a Instagram, se ve a tres encapuchados pedirle al presidente que inicie un di¨¢logo con las bandas organizadas. A sus pies, sometidos, nueve funcionarios de prisiones, bocabajo y con las manos en la nuca. ¡°[Si no se producen esas conversaciones] vamos a matar a todos los funcionarios, dentro y fuera de las c¨¢rceles¡±, dice uno de los criminales. A continuaci¨®n, agarra al azar a uno de los nueve y lo ahorca con una soga colgada del techo y amarrada a una puerta de hierro. Mientras el hombre agoniza, otro funcionario se levanta y se dirige a la c¨¢mara: ¡°Se?or presidente, no permita que siga esta matanza con nosotros¡±. El cad¨¢ver del ahorcado se balancea en segundo plano como un p¨¦ndulo.
Los expertos temen que la lucha contra las estructuras criminales tome una deriva autoritaria, como ha ocurrido en El Salvador. ¡°Nos enfrentamos a delincuentes que utilizan t¨¢cticas terroristas, pero eso no significa que sean grupos terroristas¡±, conviene Luis Carlos C¨®rdova, analista especializado en seguridad. Asumir el terrorismo como enemigo ya lo hizo Lasso en abril del a?o anterior, una medida que, seg¨²n el experto, ¡°se puede calificar de desesperada y que se puede ir de control¡±. A su manera de ver, esta declaraci¨®n de conflicto interno puede llevar a que se cometan falsos positivos, un t¨¦rmino acu?ado en Colombia para nombrar los asesinatos de inocentes a los que hacen pasar por delincuentes.
Para C¨®rdova, que el narco se haya infiltrado en el Estado, que se haya mimetizado en ¨¦l, hace in¨²til la presencia del ej¨¦rcito. Se ha conocido que al menos un general, un pu?ado de coroneles y 13 oficiales trabajaban para Los Lobos. ¡°Pueden terminar siendo las estructuras criminales las que acaben tutelando el propio plan de seguridad y esto de pie a que nazca un Estado autoritario, un r¨¦gimen del terror¡±, acaba.
Ecuador, mientras tanto, contin¨²a sumido en el caos. Se trata de un desaf¨ªo al Estado de una proporci¨®n mayor al que se han enfrentado otros pa¨ªses como Colombia y M¨¦xico. Las c¨¢rceles siguen en manos de las pandillas, que controlan los principales resortes de poder, incluidos los de la pol¨ªtica, como evidenci¨® el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. La descomposici¨®n de las instituciones ha sido continua y amenaza con instaurar un narcoestado en un pa¨ªs que hasta hace poco parec¨ªa inmune a las tribulaciones de sus vecinos. La naci¨®n enfrenta un reto de proporciones b¨ªblicas.
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