Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª: ¡°Brevedad y claridad deber¨ªan ser derechos pol¨ªticos de la ciudadan¨ªa¡±
El asesor de comunicaci¨®n reflexiona en ¡®Breve elogio de la brevedad¡¯ sobre el alcance de un concepto que abarca la ¨¦tica, el respeto y la honestidad del lenguaje
Si tienes una idea y no puedes contarla en una conversaci¨®n de caf¨¦ significa que no sabes explicarla o no la tienes clara. O no te importa que tu interlocutor la entienda. O quiz¨¢, en el peor de los casos, esa idea ni siquiera exista. El test del caf¨¦ que propone el escritor Javier Gom¨¢ a prop¨®sito de la verdad filos¨®fica es una de las evidencias de la brevedad. Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª (Barcelona, 63 a?os) disecciona esta categor¨ªa en Breve elogio de la brevedad (Gedisa), un ensayo que bucea en la historia, en las funciones y en el uso de esta noci¨®n y que ayuda a encontrar el hilo en el laberinto de las palabras. Porque corto no significa lo mismo que breve. Y lo breve no es necesariamente una derivada de la brevedad, un concepto que este asesor de comunicaci¨®n pol¨ªtica, especialmente activo en Am¨¦rica Latina, vincula m¨¢s a pr¨¢cticas como la sobriedad y el respeto. ¡°Brevedad y claridad deber¨ªan ser derechos pol¨ªticos de la ciudadan¨ªa¡±, afirma Guti¨¦rrez-Rub¨ª en conversaci¨®n con EL PA?S por videoconferencia desde Buenos Aires.
Pregunta. El periodista Miguel ?ngel Bastenier plante¨® un d¨ªa a sus alumnos que escribiesen un breve de la Segunda Guerra Mundial. Es un buen ejercicio para organizar las ideas, para empezar. ?Por qu¨¦ un libro sobre la brevedad?
Respuesta. La materia prima de la comunicaci¨®n pol¨ªtica es el lenguaje. En mi trabajo como asesor, que es encontrar las palabras justas, precisas, adecuadas, oportunas, hay un ejercicio constante y permanente sobre el lenguaje. Y siempre consider¨¦ que brevedad y breve no es lo mismo. Breve es una condici¨®n que tiene que ver con la duraci¨®n. La brevedad es una intenci¨®n, condensar algo de manera profunda, que tenga esa capacidad transformadora del lenguaje y tambi¨¦n cierta vocaci¨®n de duraci¨®n. La brevedad es un ejercicio t¨¦cnico que la pol¨ªtica en general y la comunicaci¨®n pol¨ªtica y la asesor¨ªa pol¨ªtica y todos los que trabajamos con el lenguaje, tambi¨¦n los periodistas, debemos practicar. Y adem¨¢s tiene un aspecto casi ¨¦tico, porque la brevedad exige contenci¨®n, respeto al tiempo del otro. Hay algo de categor¨ªa casi moral en la brevedad. Y es un ejercicio muy estimulante desde el punto de vista creativo. Por eso lo escrib¨ª.
P. ?Lo escribi¨® pensando en los pol¨ªticos a los que asesora?
R. No, lo escrib¨ª pensando en el trabajo que hago con las palabras. Eso incluye los art¨ªculos que publico o las notas que preparo para una reuni¨®n. Siempre me han gustado mucho las listas, la memoria, todo lo que tiene que ver con el lenguaje, de lo etimol¨®gico a cualquier otro aspecto. Esa idea de encontrar la palabra precisa, conseguir dar en la diana. O sea, llegar de una manera especial que haga vibrar al lector o al espectador con una palabra. Es una especie de momentum.
P. Al mismo tiempo, trabajar con el lenguaje se parece a la tarea de un constructor. En el libro recurre a la met¨¢fora arquitect¨®nica, a partir de Van der Rohe, del ¡°menos es m¨¢s¡±.
R. La brevedad ser¨ªan como los pilares sobre los que construir, son columnas maestras. Creo que el libro puede ser oportuno en un momento en el que justo hay abundancia de palabras. Para convivir en este mundo de abundancia y de exceso, de grasa del lenguaje, la brevedad act¨²a como una especie de oportunidad. Hay una gran oferta y un tiempo escaso. Lo que tengo que leer, anotar y convertir en fundamento tiene que aspirar a la brevedad. Tiene que tener esa capacidad de concentrar, de condensar, de explicar mucho en poco. Entonces creo que la brevedad, el ejercicio y la pr¨¢ctica de la brevedad es una disciplina ¨²til en momentos de abundancia.
P. Cuenta, citando a Javier Gom¨¢, que la verdad filos¨®fica debe superar el test del caf¨¦. Si has descubierto una verdad y no la puedes transmitir en una conversaci¨®n de caf¨¦, algo falla.
R. Un caf¨¦ puede ser largo o corto, puedes estar muchas horas o cinco minutos. Pero la idea tiene que ver con una conversaci¨®n humanizada, pausada, que necesariamente no va a ser breve en extensi¨®n, aunque lo que se diga tiene que elaborarse, por muy complejo que sea el concepto, en una charla amistosa alrededor de un caf¨¦.
P. ?Cu¨¢n alta es hoy la demanda de brevedad en nuestras sociedades?
R. Justo ese es el problema. Como tenemos poco tiempo, pensamos que tenemos que ir r¨¢pido. Es decir, confundimos brevedad con rapidez. Pero ?cu¨¢ntas veces una cita que te ha conmovido o que te ha importado la tienes que leer varias veces, intentando descubrir los secretos que contiene? El texto no cambia, el que cambia soy yo y por lo tanto cada vez es como una lectura que te da nuevas pistas. La brevedad te interpela, es como como un secreto dentro de un secreto, y cada uno la lee con matices diferentes.
P. Ha hablado de volver al mismo pasaje y precisamente este ensayo parece estar planteado casi como un libro de consulta.
R. Me encantar¨ªa que los lectores y las lectoras lo puedan releer, subrayar, volver a esa cita, ese recuerdo. Tambi¨¦n quer¨ªa que de alguna manera fuera una oportunidad para el lector para iniciar tambi¨¦n su propio proceso de brevedad. Es decir, no tanto volver al libro como un producto cerrado, sino volver al libro como a un trampol¨ªn, una oportunidad para volver a recordar aquella cita o refrescarla. Un trampol¨ªn que le permita al lector y a la lectora volver al estado de ¨¢nimo necesario para que la brevedad tenga esta capacidad para conmover y transformar.
P. Tambi¨¦n cita a Italo Calvino, Las lecciones americanas, unos textos que tienen mucho que ver con la honestidad de la comunicaci¨®n, con el compromiso, con la verdad.
R. Tomemos un dato. No le puedes poner adjetivos. Es 1.000 o es 100. El dato es la esencia de la brevedad, y cuando el lenguaje manipula el dato evidentemente se est¨¢ distorsionando el dato. Despu¨¦s se puede interpretar el dato, pero de entrada tiene esa precisi¨®n de la esencia. Entonces, una primera consideraci¨®n de por qu¨¦ la brevedad nos acerca m¨¢s a la honestidad intelectual es que no puedo maquillarla. Brevedad y claridad deber¨ªan ser derechos pol¨ªticos de la ciudadan¨ªa. Necesitamos realmente que la interlocuci¨®n y la representaci¨®n pol¨ªtica est¨¦n centradas en la brevedad y la claridad. Brevedad como respeto. Y claridad porque los electores y lectores necesitan que sus representantes sean claros en los compromisos, en las afirmaciones, en las opiniones. Todo lo que no vaya en la direcci¨®n de la brevedad y de la claridad de alguna manera es adulterar el compromiso de la pol¨ªtica a trav¨¦s del lenguaje.
P. ?C¨®mo engarza la brevedad con la inteligencia artificial?
R. Hay varios puntos. Primero, la inteligencia artificial quiere ofrecerte siempre una s¨ªntesis homologable y homogeneizada. Entonces, de alguna manera aspira a condensar, a concentrar, a darte un contenido breve que supuestamente tiene valor por su capacidad de s¨ªntesis y su capacidad de beber de muchas fuentes y de tener una condensaci¨®n del conocimiento disponible. Pero ese ejercicio de condensar, de sintetizar, no siempre es un ejercicio que nos acerque a la brevedad. La inteligencia artificial tendr¨¢ una gran capacidad de sintetizar, ser¨¢ muy efectiva en la s¨ªntesis, pero no estoy tan seguro de que sea capaz de comprender la esencia o de aportarnos la esencia de las palabras.
P. Ha dicho que no escribi¨® pensando en los pol¨ªticos. ?A qui¨¦n se dirige?
R. A lectores y lectoras que, sea cual sea su desempe?o profesional, s¨ª consideren que la brevedad es una disciplina y a veces tambi¨¦n una exigencia y, a mi juicio, un derecho. Para todos aquellos que crean que la batalla por los derechos es una batalla inconclusa y mejorable, la brevedad y la claridad pueden ayudarlos.
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