El Salvador lidera la proscripci¨®n de la educaci¨®n sexual en Latinoam¨¦rica
El borrado de la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± m¨¢s all¨¢ de embolsarse popularidad entre los conservadores locales es para Bukele un gui?o, una ofrenda, hacia quienes considera sus aliados en el exterior
El 10 de marzo de 2024, Nayib Bukele se burl¨® en X ¡ªantes Twitter¡ª de la aseveraci¨®n de que ¨¦l ¡°impone un modelo autoritario y conservador que quiere a las mujeres encerradas en casa¡±. La frase viene de una entrevista que, Morena Herrera, una feminista hist¨®rica salvadore?a, concedi¨® a EL PA?S posterior a las elecciones. Pese a las mofas del presidente, Morena no hizo m¨¢s que decir la verdad. Para los incr¨¦dulos, basta ver el rol de la primera dama, Gabriela de Bukele, quien ha fungido, sobre todo, como madre y compa?era, pero nunca un rol de liderazgo. Su trabajo, si bien ha sido importante para garantizar algunos derechos a las mujeres gestantes y la primera infancia (mujeres embarazadas han sido encarceladas sin acceso a salud y tres beb¨¦s han muerto durante el r¨¦gimen de excepci¨®n), no es el de una mujer empoderada, sino el de una cuyo rol es exclusivo de atenci¨®n a las labores de cuidados, el de la buena madre. Y no hay nada malo con eso, excepto que se hace pol¨ªtica p¨²blica a la medida de personas con privilegios en un pa¨ªs donde la maternidad no es siempre es elegida, donde la anticoncepci¨®n no est¨¢ garantizada por el Estado y donde la educaci¨®n sexual est¨¢ proscrita.
A la idea de que Bukele quiere a las mujeres encerradas en la casa hay que agregar que quiere educar a la infancia y la adolescencia como seres asexuados, a los que es preferible hablarles de dios que de c¨®mo prevenir la violencia sexual. Parece chiste, pero es an¨¦cdota; y en El Salvador hay mucha gente que est¨¢ a gusto con que as¨ª sea. Esta idea, como la mayor¨ªa de las impulsadas por Bukele, no es nueva ni original. La educaci¨®n sexual integral (ESI) ha sido, por a?os, el fantasma que los conservadores y las iglesias han perseguido en El Salvador bajo la falsa premisa de que ense?arle a la ni?ez y la adolescencia sobre sus derechos equivale a ¡°convertirlos¡± en homosexuales.
En el pa¨ªs donde una adolescente embarazada no es un esc¨¢ndalo sino un epidemia, no ha habido ciclo electoral desde los 90 en donde el apoyo o el rechazo a la ESI y el aborto no sirviera como sello de aprobaci¨®n o desde?o hacia cualquiera que aspire a un cargo de elecci¨®n popular. Si bien fue a finales de febrero 2024 que se anunci¨® el retiro de los materiales de educaci¨®n sexual de la curr¨ªcula educativa, el borrado de la educaci¨®n sexual integral ha ocurrido de manera paulatina desde 2022. No por eso deja de ser estrat¨¦gico.
Bukele es un hombre de signos y experto en cortinas de humo. Por eso no extra?a que una de las primeras controversias posterior a la reelecci¨®n inconstitucional fuera una que le gane la simpat¨ªa de la gran mayor¨ªa de personas en El Salvador, hayan o no votado por ¨¦l: la eliminaci¨®n de todo lo que tenga que ver con educaci¨®n sexual integral o la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, esa corriente imaginaria sobre la que se protesta cada que se necesita un enemigo com¨²n.
Los recortes empezaron en septiembre 2022, luego de que se armara un esc¨¢ndalo por un corto educativo transmitido en Canal 10 (canal estatal) en el que se hablaba de tres tipos de orientaciones sexuales posibles: heterosexual, bisexual y homosexual. Contenido como este, en l¨ªnea con la realidad, le vali¨® su puesto al director del canal y tuvo como primer resultado el recorte de todo lo que se le asemeje, no solo en la curr¨ªcula educativa sino en las charlas impartidas por promotores de salud en las escuelas. Un consultora en temas de g¨¦nero en el ¨¢mbito p¨²blico y privado que trabaja con el Ministerio de Educaci¨®n que habl¨® bajo anonimato para no perder su trabajo asegur¨® que en ese mismo contexto, mientras trabajaba en un proyecto con organizaciones internacionales y el entonces ISNA (Instituto Salvadore?o para la Ni?ez y Adolescencia), se les orden¨® eliminar los temas de de educaci¨®n integral de la sexualidad y cambiarle nombre al programa. ¡°Le tuvimos que llamar Educaci¨®n para el bienestar de la ni?ez. Imag¨ªnate un programa de educaci¨®n sexual sin poder mencionar la palabra sexualidad. Tuvimos que remodelarlo todo para maquillarlo y al final ya no se impuls¨®¡±, cuenta. Todo esto a pesar de la Ley Crecer Juntos, uno de los proyectos estrella de la primera dama expl¨ªcitamente dicta en su art¨ªculo 33 que ¡°todas las ni?as, ni?os y adolescentes, sin excepci¨®n, de acuerdo con su desarrollo y el ejercicio progresivo de sus facultades tienen el derecho a recibir educaci¨®n integral de la sexualidad y atenci¨®n de la salud sexual y reproductiva¡±.
Que esta administraci¨®n irrespete las leyes, as¨ª ellos mismos las hayan creado y aprobado, no es sorpresa tomando en cuenta que se han saltado la Constituci¨®n en variadas oportunidades: desde la destituci¨®n de la Sala de lo Constitucional hasta la reelecci¨®n ilegal. Por eso, las organizaciones e incluso el personal docente est¨¢n haciendo desde entonces esfuerzos importantes desde lo comunitario para mantener espacios que se hab¨ªan conquistado durante los gobiernos de izquierda -la ¨¦poca ¡°dorada¡±- para echar a andar estos temas, as¨ª sea desde una narrativa as¨¦ptica, donde no solo no se habla de placer, sino que el g¨¦nero, la diversidad y el empoderamiento son conceptos borrados. En el interior del pa¨ªs, en la zona occidental, los padres y madres de familia fueron los m¨¢s interesados en mantener el acceso a educaci¨®n sexual para sus hijos e hijas y as¨ª nacieron las jornadas de bienestar para la ni?ez y adolescencia, en donde si bien existe la prohibici¨®n para hablar expl¨ªcitamente de educaci¨®n sexual y diversidad, a¨²n hay espacio para hablar de temas que fueron silenciados en las escuelas.
El borrado de la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, al final, m¨¢s all¨¢ de embolsarse popularidad entre los conservadores locales es para Bukele un gui?o, una ofrenda, hacia quienes considera sus aliados en el exterior. El guillotinazo final a la ESI est¨¢ alineado con el Mandate for Leadership, un documento elaborado por la Heritage Foundation, la organizaci¨®n que lidera la Conferencia de Acci¨®n Pol¨ªtica Conservadora (CPAC), que est¨¢ detr¨¢s de los esfuerzos por llevar de nuevo a la Casa Blanca a Trump, el amigo ¡°very nice and cool¡± de Bukele, como ¨¦l mismo le defini¨® en una reuni¨®n bilateral en 2019. Fue justamente en la CPAC de este a?o, llevada a cabo en febrero en Washington, que Bukele dio la orden final al ministro de Educaci¨®n. Por esta conferencia, pasarela de los l¨ªderes conservadores, pas¨® por primera vez Javier Milei en 2022, actual presidente de Argentina, que desde que lleg¨® al poder quiere convertir el aborto en delito y que tambi¨¦n est¨¢ liderando su propia cruzada contra la ESI.
Ojal¨¢ la concurrencia de dos personajes como Bukele y Milei a la CPAC fuera una coincidencia de megal¨®manos embebidos por el poder, pero los pa¨ªses que representan son puntos estrat¨¦gicos en la agenda conservadora: siendo Argentina el pa¨ªs donde el movimiento feminista lider¨® la despenalizaci¨®n absoluta del aborto y El Salvador el primer acusado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por negar el acceso al aborto a una mujer. La sentencia de la Corte, a¨²n pendiente de ser dictada, podr¨ªa marcar un precedente importante en toda la regi¨®n para garantizar el derecho a las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, especialmente a aquellas en condiciones vulnerables.
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