Rodrigo Chaves juega la carta polarizadora del refer¨¦ndum al llegar a mitad de su mandato en Costa Rica
Con logros macroecon¨®micos, promesas pendientes y un apoyo popular menguante pero intenso, el mandatario anuncia una consulta para aprobar una serie de medidas bloqueadas en la Asamblea
El presidente Rodrigo Chaves toca el punto medio de su cuatrienio en Costa Rica con un llamado popular a bordear al Legislativo y someter a refer¨¦ndum una serie de propuestas que no ha logrado aprobar. Cuestionado por instituciones ajenas al control del Ejecutivo e incapaz de pactar con la mayor¨ªa opositora de la Asamblea, que le reprocha un estilo populista y autoritario ajeno a las usuales formas pol¨ªticas del pa¨ªs centroamericano reconocido por su estabilidad democr¨¢tica, el mandatario aprovech¨® la obligaci¨®n de rendir su informe anual ante los legisladores para lanzar una propuesta provocadora.
¡°Les informo intenci¨®n de promover un referendo para que la ciudadan¨ªa decida si est¨¢ de acuerdo o no con aprobar proyectos indispensables (...) para que el pueblo legisle de manera directa sin participaci¨®n de los diputados¡±, dijo Chaves en referencia al mecanismo que Costa Rica ya utilizado una vez en su historia, cuando en 2007 someti¨® a consulta popular la ratificaci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Tras meses de cr¨ªticas y calificativos peyorativos contra diputados opositores, contra autoridades p¨²blicas ajenas al Ejecutivo, contra los mandos medios de las instituciones y ante la imposibilidad de llevar adelante proyectos debido a objeciones legales o por rechazo de las bancadas opositoras, el presidente que gan¨® en 2022 como un outsider contra la pol¨ªtica tradicional conf¨ªa en el apoyo que a¨²n recibe de casi la mitad de la poblaci¨®n, seg¨²n encuesta de la Universidad de Costa Rica en enero. Ser¨¢ el ¡°pueblo¡±, concepto que es casi una muletilla en sus discursos, y no el Poder Legislativo el que tome la decisi¨®n final sobre un paquete de proyectos tan diversos que podr¨ªan ir desde la privatizaci¨®n del Banco de Costa Rica, una de las dos entidades bancarias comerciales del Estado, hasta la legalizaci¨®n de extender jornadas laborales de 12 horas por cuatro d¨ªas en la semana, as¨ª como otros proyectos cuyos mecanismos legales han sido refutados por la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica.
Chaves prolonga as¨ª su permanente ¡°modo electoral¡±, desde que logr¨® vencer de manera sorpresiva en segunda ronda al tradicional Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN) y decidi¨® gobernar aferrado a la alta popularidad que goz¨® al principio y que se ha reducido en volumen conforme crece en intensidad. La vieja f¨®rmula de ¡°decir lo que la gente quiere escuchar¡±, as¨ª confesado por su estratega de campa?a, se ha convertido en la savia del mensaje presidencial, aunque el movimiento pol¨ªtico af¨ªn fracas¨® en las elecciones municipales de febrero y una encuesta de marzo de la Universidad Nacional indica que en un a?o baj¨® de 58,6% a 43% el apoyo popular a la manera como ¨¦l se expresa sobre otras instituciones.
En paralelo, Chaves insiste en un discurso de supuesto combate a las ¨¦lites, con el problema de que la inversi¨®n social ha sido limitada, la mayor¨ªa de promesas sigue pendiente y la mejor¨ªa que reconocen todos los sectores se centra en indicadores macroecon¨®micos. La figura de ¡°econom¨ªa jaguar¡± usada por un reporte financiero internacional sobre Costa Rica ahora es central en los resultados que presenta Chaves como propios y hasta se refleja en un nuevo logo de la imagen presidencial. En las redes sociales no faltaron las comparaciones con el le¨®n de Javier Milei en Argentina.
¡°Un futuro pr¨®spero requiere de gente valiente, de gente que despierta y toma la forma de un jaguar empoderado, les ruego que se hagan o¨ªr cuando los depredadores intenten mantener o recuperar sus privilegios¡±, ley¨® Chaves al rematar su discurso de dos horas en el plenario legislativo ante las cinco bancadas opositoras y los ¨²nicos ocho diputados oficialistas (14% de las curules). Esa reacci¨®n popular deseada por Chaves va ligada a la participaci¨®n en un referendo que significar¨ªa, seg¨²n dijo ¡°un reverdecer de la democracia¡± y un paso m¨¢s en lo que insiste en llamar ¡°revoluci¨®n pac¨ªfica¡± de su gobierno. En una entrevista reciente a una televisora afirm¨® que ¨¦l ni el pueblo necesitan a los diputados.
La ley costarricense prev¨¦ la posibilidad de convocatoria de un referendo por convocatoria del Ejecutivo, pero exige una aprobaci¨®n legislativa por una mayor¨ªa absoluta que parece improbable en la confrontaci¨®n actual. El otro camino se llama ¡°iniciativa ciudadana¡± y bastar¨ªa recoger la firma del 5% del padr¨®n, unas 165.000 personas, una cantidad asequible si adem¨¢s se considera la participaci¨®n de actores pol¨ªticos informales que act¨²an como influenciadores desde redes sociales. Las reglas impiden celebrar referendos en los seis meses previos a elecciones nacionales, con lo cual este deber¨ªa realizarse antes de agosto del 2025 y hace que el tiempo sea escaso. Tampoco parece llevar todas las de ganar, pues uno de los proyectos que someter¨ªa a consulta, el de privatizar el BCR, lo apoya s¨®lo un tercio de la poblaci¨®n, seg¨²n la encuesta de la Universidad Nacional.
Sin embargo, Chaves no detall¨® el formato que buscar¨ªa ni la lista de proyectos e incluso dej¨® abierta la puerta a desistir del referendo si los diputados ceden a sus propuestas. ¡°La decisi¨®n est¨¢ tomada, pero se podr¨ªa revertir solo si ustedes est¨¢n dispuestos a comprometerse con proyectos por el pa¨ªs (...) Depender¨¢ de la calidad del di¨¢logo que podamos entablar con el nuevo Directorio y las nuevas jefaturas de las fracciones¡±, a?adi¨® en el discurso.
Se refer¨ªa al ¨®rgano directivo de la Asamblea Legislativa elegido este Primero de Mayo, con la reelecci¨®n del veterano pol¨ªtico Rodrigo Arias, del tradicional Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN), ministro de presidente en los dos gobiernos de su hermano ?scar (1986-1990 y 2006-2010) y negociador de los votos legislativos que permitieron el referendo del 2007. El legislador pronunci¨® su discurso de r¨¦plica ante Chaves y dej¨® claro el grado de discordia frente al mensaje presidencial. ¡°Si bien reconozco varios de los logros econ¨®micos de su gesti¨®n (...) los datos nacionales se?alan con un doloroso dedo de reproche a una inmisericorde ausencia de prioridad social en las pol¨ªticas econ¨®micas de su gobierno¡±, dijo Arias antes de se?alar otras cr¨ªticas al gobierno actual, sobre todo por el tono confrontativo que ha impedido negociaciones pol¨ªticas fluidas para avanzar en reformas.
¡°Su incesante e innecesario discurso confrontativo contra esta Asamblea Legislativa, contra el Poder Judicial, contra el Tribunal Supremo de Elecciones, contra la Contralor¨ªa General y contra cualquier otra instituci¨®n o persona que no comparta su visi¨®n, no hace m¨¢s que acercar a nuestra democracia hacia el despe?adero¡±, afirm¨® un d¨ªa despu¨¦s de advertir sobre la necesidad de estar ¡°alerta¡± ante posibles rupturas de reglas de la Constituci¨®n o del Estado de Derecho. El referendo como mecanismo no es necesariamente una de ellas, pero las preocupaciones est¨¢n activadas en algunos sectores opositores.
¡°El uso del refer¨¦ndum debe hacerse siempre seg¨²n lo dispuesto en nuestra Constituci¨®n, en la ley y bajo el esp¨ªritu democr¨¢tico por el cual fue creado. Sin embargo, procurar el uso del refer¨¦ndum como un mecanismo caprichoso y vengativo para ir contra los Poderes de la Rep¨²blica y contra nuestra institucionalidad, es una vana pretensi¨®n que no encontrar¨¢ terreno f¨¦rtil en este congreso¡±, agreg¨® Rodrigo Arias mientras Chaves lo escuchaba sin dejar de gesticular.
Otras bancadas se?alaron la propuesta de referendo como un chantaje o un nuevo acto para verter culpas y deudas de su gobierno sobre hombros ajenos. Y otros grupos, de izquierda o de derecha, no titubean en describir al mandatario como un l¨ªder autoritario que intenta seguir pasos de Nayib Bukele en El Salvador, pero con un grave deterioro de la seguridad y limitado por controles y contrapesos institucionales alejados de las manos del gobierno central. Para Chaves, sin embargo, la institucionalidad es s¨®lo un ¡°concepto abstracto¡± que protege a grupos privilegiados opuestos a las pol¨ªticas de su gobierno en lugar de servir a la poblaci¨®n. ¡°El pueblo lo demanda a gritos¡±, dijo alzando la voz.
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