La duda existencial de Costa Rica: ?debe el pa¨ªs ¡®verde¡¯ explorar los combustibles f¨®siles?
La naci¨®n se ufana de una matriz el¨¦ctrica dominada por renovables, pero crece la presi¨®n por la demanda. El debate es si probar la exploraci¨®n de gas natural y petr¨®leo, como plantea el Gobierno, o prohibirla, como propone un proyecto de ley
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Costa Rica afronta una disyuntiva casi existencial ante el deseo por preservar la imagen de excepcionalidad ambiental, el inter¨¦s por capitalizar esa reputaci¨®n, el af¨¢n de dar sustento energ¨¦tico al acelerado crecimiento de la econom¨ªa y la tentaci¨®n de ir m¨¢s all¨¢ hacia la exploraci¨®n de combustibles f¨®siles, incluso con la posibilidad de llevar el tema a un referendo nacional.
La duda no es del todo nueva, pero las tendencias globales, la discusi¨®n internacional y las circunstancias pol¨ªticas internas la hacen m¨¢s expl¨ªcita que nunca para este peque?o pa¨ªs centroamericano que se sabe aplaudido por su apuesta medioambiental, pero tambi¨¦n examinado en tiempos de creciente preocupaci¨®n por el cambio clim¨¢tico.
De un lado, est¨¢n casi 50 a?os de una red de generaci¨®n el¨¦ctrica basada en plantas hidroel¨¦ctricas, m¨¢s proyectos secundarios de fuentes alternativas como la e¨®lica o la geot¨¦rmica. La ubicaci¨®n tropical y los altos vol¨²menes de lluvias han permitido alcanzar en a?os recientes casi el 100% de producci¨®n de electricidad limpia, algo que a¨²n repiten las autoridades del Gobierno de Rodrigo Chaves aunque en este primer trimestre del 2024, el 15% provino de plantas t¨¦rmicas abastecidas por derivados del petr¨®leo, debido a la reducci¨®n de lluvias provocada por el fen¨®meno climatol¨®gico El Ni?o.
Del otro lado, est¨¢ la tarea de dar energ¨ªa suficiente, asequible y estable a las industrias tradicionales y de tecnolog¨ªa m¨¢s reciente, en momentos en que crece la inversi¨®n extranjera y se impulsa la producci¨®n de microprocesadores ante un alto inter¨¦s de Estados Unidos. Las f¨¢bricas modernas no pueden apagarse ni un minuto.
El crecimiento industrial compromete a un modelo energ¨¦tico que, por su base y escala, se puede comparar con Islandia (donde predomina la geotermia), Nueva Zelanda (que coincide en el peso de hidroel¨¦ctricas) o Uruguay, donde ahora hay un fuerte impulso por la energ¨ªa del viento, explica a Am¨¦rica Futura Jos¨¦ Daniel Lara, ingeniero costarricense radicado en Estados Unidos como investigador en el Laboratorio Nacional Energ¨ªas Renovables (NREL), en Colorado. En Costa Rica, se suman dos particularidades: la previsi¨®n de que la demanda aumentar¨¢ m¨¢s de 10% para el 2027, y la necesidad de resolver el enorme gasto energ¨¦tico sucio por la flota vehicular que consume derivados de combustibles f¨®siles sin que haya una estrategia para desarrollar un transporte p¨²blico atractivo.
Costa Rica le pide ayuda a Noruega
El problema ya estaba planteado, pero en 2023 del Gobierno de Chaves pis¨® una l¨ªnea que en Costa Rica se consideraba prohibida y, de hecho, lo estaba por decretos de las ¨²ltimas cinco administraciones: la posibilidad de extraer el gas natural o petr¨®leo que se supone puede haber en el subsuelo costarricense. Lo dijo primero un ministro de Transportes como si fuera una idea personal, pero pronto el presidente tom¨® la palabra y cont¨® que hab¨ªa pedido ayuda a Noruega para calcular el valor potencial de las supuestas reservas, como un primer paso para tomar la decisi¨®n de explorar o no. Su idea es analizar si es posible la explotaci¨®n para generar una riqueza que convierta a Costa Rica en pa¨ªs rico. ¡°Ser como Singapur¡±, dijo el mandatario.
En una reuni¨®n en la que particip¨® el exministro de Ambiente y asesor de empresas petroleras estadounidenses Roberto Dobles, las autoridades costarricenses pidieron la ayuda a Noruega por la experiencia del pa¨ªs n¨®rdico en el ¨®ptimo aprovechamiento de sus recursos. Hasta ahora, Costa Rica compra todos los combustibles ya refinados a trav¨¦s de una entidad estatal con monopolio de importaci¨®n y distribuci¨®n. Pero el Gobierno costarricense ha mencionado la posibilidad de construir una refiner¨ªa de petr¨®leo en el Caribe y se deslig¨® en diciembre de la declaratoria de una iniciativa internacional suscrita por el Gobierno anterior para erradicar la extracci¨®n de petr¨®leo y gas natural, llamada Beyond Oil & Gas Alliance (BOGA).
El argumento de las autoridades actuales fue que no era algo realista y que entorpec¨ªa otros acuerdos con el anfitri¨®n en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico de 2023 (COP28), Emiratos ?rabes Unidos, naci¨®n con la que Costa Rica acaba de firmar el primer tratado comercial entre esa naci¨®n y una contraparte latinoamericana.
Despu¨¦s de siete meses, Noruega respondi¨® con un ¡°no¡± que inclu¨ªa un mensaje claro: el pa¨ªs n¨®rdico, que por 50 a?os se enriqueci¨® con su industria extractivista, inform¨® de que ha cerrado ya su programa de cooperaci¨®n internacional sobre petr¨®leo como parte de una estrategia general interna de diversificaci¨®n econ¨®mica y de avance hacia energ¨ªas alternativas. ¡°Sabemos que el mundo va a utilizar menos hidrocarburos en el futuro y el enfoque es buscar fuentes energ¨¦ticas renovables que no crean emisiones¡±, dijo en su visita la embajadora noruega Ragnhild Imerslund.
¡°Es un mensaje muy claro para el que quiera tomarlo¡±, dice el investigador Jos¨¦ Daniel Lara. ¡°En Costa Rica, no sabemos con certeza si hay o no esos recursos. Suponiendo que s¨ª, se debe advertir en una industria desde cero para ser competitivos. La verdad es que estar¨ªamos llegando tarde a la fiesta. Es como que alguien a los 45 a?os diga de un d¨ªa para otro que va a correr una marat¨®n y ganarla¡±, a?ade Lara sabiendo que el enfoque de las autoridades costarricenses contiene un elemento pol¨ªtico de promesa de generaci¨®n de riqueza, sobre todo en regiones costeras pobres.
Por eso, el mandatario Chaves dice que insistir¨¢ en buscar cooperaci¨®n para evaluar las presuntas reservas, pero no ha dicho con qu¨¦ gobiernos. Hay estudios de los a?os 80 que incluso los sectores interesados consideran poco ¨²tiles. El presidente critica las posiciones ¡°progres¡± y ¡°de izquierda¡± de prohibir la industria extractivista por motivos ideol¨®gicos e incluso refuta el argumento de que hay que blindar el ecoturismo, que aporta el 8% del PIB basado en la imagen verde del pa¨ªs. ¡°?Qu¨¦ argumento dar¨ªan si el gas natural fuera el 200% del PIB por a?o? Uno tiene que basarse en datos, costos y beneficios¡±, dijo Chaves.
La posici¨®n oficial recibe apoyo de un sector de asociaciones empresariales, de la asociaci¨®n nacional de ge¨®logos y quiz¨¢s de una parte considerable de la poblaci¨®n. En 2022, una encuesta de la Universidad de Costa Rica (UCR) se?al¨® que un 48,5% de los costarricenses aprobaba prohibir por ley la exploraci¨®n o explotaci¨®n de petr¨®leo y 45,6% prefer¨ªa dejar el port¨®n abierto. ¡°?No cree que hay que saber cu¨¢ntos recursos hay para que haya una discusi¨®n nacional y un tipo de referendo?¡±, dijo en una entrevista Franz Tatternbach, ministro de Ambiente y Energ¨ªa.
Un proyecto de ley busca frenar la explotaci¨®n petrolera
La discusi¨®n, sin embargo, va m¨¢s all¨¢ del Poder Ejecutivo, asociaciones empresariales y grupos ambientalistas. La Asamblea Legislativa tramita un proyecto de ley contrario al af¨¢n del Gobierno, pues pretende establecer por ley las moratorias a la exploraci¨®n que, v¨ªa decreto, han emitido las administraciones anteriores. El impulsor de la reforma legal es uno de los ocho legisladores oficialistas (entre 57 esca?os) llamado Manuel Morales, convencido de que ser¨ªan m¨¢s los peligros y perjuicios que los beneficios. Parece haber un buen ambiente para aprobarlo; ya pas¨® un primer filtro en una comisi¨®n sobre asuntos de ambiente donde s¨®lo una diputada lo objet¨®, con el argumento de que en su regi¨®n (Caribe) la conservaci¨®n natural no ha ayudado a la poblaci¨®n a salir de la pobreza. Morales, sin embargo, sabe que, de aprobarse su proyecto, el presidente Chaves podr¨ªa vetarlo y obligar despu¨¦s a un resello con mayor¨ªa calificada, pero vuelve al tema de la imagen costarricense: ¡°No ser¨ªa una muy buena se?al la que d¨¦ el Gobierno Costa Rica ante otros pa¨ªses¡±, opin¨® el congresista.
El investigador Lara, que participa de un proyecto de planificaci¨®n de energ¨ªa solar con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), prefiere apartarse de las razones de reputaci¨®n y de las invocaciones ambientalistas, aunque los razonamientos t¨¦cnicos conducen a la misma conclusi¨®n: al pa¨ªs no le conviene entrar en una posible actividad petrolera ahora que hasta las econom¨ªas petroleras est¨¢n buscando diversificarse, como la noruega y las de la pen¨ªnsula ar¨¢biga. Comprende que las motivaciones son econ¨®micas y pol¨ªticas, no tanto de seguridad energ¨¦tica, pero finalmente se relacionan tambi¨¦n con el abastecimiento local.
¡°Igualmente, hay que buscar una soluci¨®n porque Costa Rica ya satur¨® el potencial de fuente hidroel¨¦ctrica y esto se combina con situaciones clim¨¢ticas y longevidad del sistema¡±, comenta Lara, cr¨ªtico de la manera como se ha planificado en el pasado, sin considerar los a?os de d¨¦ficit de lluvias como fue 2023. En 2022, el 67% de la generaci¨®n ven¨ªa de las plantas hidroel¨¦ctricas, 14,7% de geotermia, 15% e¨®lico y la solar era insignificante. El aporte con plantas de derivados de petr¨®leo importados fue de 1,7% en ese a?o, pero para este primer trimestre de 2024 se multiplic¨® por 10: un 17%.
Ahora es a¨²n menos cierto que Costa Rica produce el 100% de sus energ¨ªa con fuentes limpias, como dicen en los discursos, aunque esa es a¨²n la meta. Por eso, para los pr¨®ximos dos a?os, el ICE pretende invertir casi 550 millones de d¨®lares en proyectos renovables en conjunto con empresas privadas de generaci¨®n, anunci¨® la agencia estatal en marzo. La planificaci¨®n es clave, subraya Jos¨¦ Daniel Lara en relaci¨®n a una tarea que no se ha hecho de manera precisa en el pasado y en la que ahora intenta colaborar para el impulso de la energ¨ªa solar. ¡°De eso se hablaba hace 20 a?os, s¨ª, pero ahora el momento parece m¨¢s decisivo y no hay tiempo para perder¡±.
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