Lula crea un ministerio de la reconstrucci¨®n y anuncia ayudas para 200.000 familias afectadas por las inundaciones
El presidente brasile?o visita por tercera vez el estado de Rio Grande do Sul y pide a alcaldes y ministros que la burocracia no sea un obst¨¢culo
Ofensiva del Gobierno brasile?o para marcar presencia en el estado de Rio Grande do Sul, que desde hace d¨ªas lucha contra unas inundaciones hist¨®ricas que ya dejaron 149 muertos y a cientos de miles de vecinos fuera de sus casas. El presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva acudi¨® a la regi¨®n el mi¨¦rcoles, en su tercer viaje a la zona en las ¨²ltimas semanas, acompa?ado de varios ministros e hizo varios anuncios importantes. Entre ellos, est¨¢ la creaci¨®n de un ministerio espec¨ªfico para coordinar la reconstrucci¨®n y el reparto de ayudas para las familias m¨¢s afectadas.
El llamado ¡°Vale Reconstrucci¨®n¡± se inspira en las ayudas de emergencia que se pusieron en marcha durante la pandemia del covid-19. Tendr¨¢n un valor de 5.100 reales (casi 1.000 d¨®lares) y beneficiar¨¢n a las 200.000 familias m¨¢s afectadas. Dado el problema monumental al que se enfrenta la regi¨®n, se priorizar¨¢ a los residentes en las ciudades que decretaron el estado de calamidad y a los que tuvieron sus casas inundadas. La ayuda llegar¨¢ directamente a sus cuentas bancarias, aunque el Gobierno no inform¨® del plazo.
Para coordinar el flujo de recursos que se espera que llegue en los pr¨®ximos meses desde Brasilia, el Gobierno decidi¨® crear la Secretar¨ªa Extraordinaria de Apoyo a la Reconstrucci¨®n de Rio Grande do Sul, una especie de ministerio espec¨ªfico para lidiar con el desastre. Aunque algunos esperaban un perfil m¨¢s t¨¦cnico, ocupar¨¢ el cargo un pol¨ªtico veterano y hombre de confianza de Lula, el hasta ahora ministro de Comunicaci¨®n Social, Paulo Pimenta, natural del estado.
Reconstruir carreteras, puentes e incluso el aeropuerto internacional de Porto Alegre (inundado y cerrado al menos hasta septiembre) exigir¨¢ tiempo y monta?as de dinero, pero este mi¨¦rcoles el Gobierno decidi¨® centrarse en los casi 540.000 vecinos, seg¨²n el recuento oficial m¨¢s reciente, que todav¨ªa est¨¢n fuera de sus casas. Cuando baje el agua, muchos de ellos no tendr¨¢n ad¨®nde volver. Como medidas de urgencia, el Gobierno pens¨® en tres formas de poner a disposici¨®n viviendas de la forma m¨¢s r¨¢pida posible: comprando casas en las ciudades afectadas para las familias de rentas m¨¢s bajas, repartiendo las casas que estaban en manos de bancos p¨²blicos y que iban a salir a subasta por impagos (unas 600) y reservando unas 14.000 viviendas que el sector privado ya estaba construyendo, de las cuales otras 600 ya est¨¢n listas para entrar a vivir. ¡°Bloquearemos esas casas, las compraremos y las entregaremos a las personas¡±, explic¨® el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, que tambi¨¦n abre la puerta a construir m¨¢s vivienda p¨²blica del programa federal Mi Casa, Mi Vida, uno de los buques insignia de la pol¨ªtica social del Partido de los Trabajadores.
Lula escuchaba atentamente c¨®mo sus ministros detallaban las medidas desde un auditorio en S?o Leopoldo, una ciudad que, como muchas otras, todav¨ªa convive con barrios enteros por los que s¨®lo se puede transitar en lancha. Poco antes hab¨ªa repartido abrazos a varios vecinos en un albergue provisional. Con su habitual vehemencia, pidi¨® a los alcaldes de las ciudades afectadas y a su propio gabinete agilidad para resolver la situaci¨®n. Cit¨® el caso de las inundaciones que el mismo Estado brasile?o, en la frontera con Uruguay y Argentina, sufri¨® en septiembre de 2023. Aquellas lluvias dejaron 54 muertos en el valle del r¨ªo Taquari. Tambi¨¦n hubo promesas de reconstrucci¨®n que de momento no han visto la luz, lamentaba Lula.
¡°Hasta hoy no se han construido esas casas. ?Qu¨¦ implica eso? No puede ser, si es la burocracia tenemos que desmontar esa burocracia. No es posible [¡]. Tiene que funcionar; si no, perdemos la credibilidad y la gente pasa a desconfiar de las instituciones, de la democracia¡±, advirti¨®. Tambi¨¦n carg¨® contra la desinformaci¨®n y las noticias falsas impulsadas por los c¨ªrculos bolsonaristas en Internet, pidi¨® uni¨®n m¨¢s all¨¢ de las diferencias y exhibi¨® sinton¨ªa con el gobernador de Rio Grande do Sul, un rival pol¨ªtico, el conservador Eduardo Leite.
Antes de las medidas anunciadas el mi¨¦rcoles, el Gobierno ya hab¨ªa destinado m¨¢s de 60.700 millones de reales (casi 12.000 millones de d¨®lares) para Rio Grande do Sul y se hab¨ªa comprometido a aplazar el cobro de la deuda del estado durante tres a?os. En los ¨²ltimos d¨ªas tambi¨¦n anunciaron recursos el banco de los BRICS, el Banco Mundial, el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de Latinoam¨¦rica y Caribe (CAF). En total, suman m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares. Tambi¨¦n mandaron ayuda desde los vecinos Argentina y Uruguay hasta Israel, el Reino Unido o Jap¨®n. La mayor¨ªa de donaciones del extranjero consisten en purificadores de agua y medicamentos. Desde Estados Unidos, el Gobierno de Joe Biden asegur¨® el fin de semana estar trabajando para ¡°ofrecer la asistencia necesaria al pueblo brasile?o¡±, pero hasta ahora no se han producido anuncios concretos.
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