As¨ª se fragu¨® el exilio de Edmundo Gonz¨¢lez, la jugada que cambia el tablero pol¨ªtico en Venezuela
En los detalles de la sorpresiva marcha del opositor a Espa?a particip¨® el n¨²cleo duro en torno a Nicol¨¢s Maduro, que dio luz verde a la operaci¨®n
No le gustaba molestar a nadie. Hablaba poco, no era de iniciar conversaciones, pero cuando alguien le interpelaba respond¨ªa con una sonrisa t¨ªmida. Era de los ¨²ltimos diplom¨¢ticos de carrera que quedaban en la Canciller¨ªa venezolana. Casi todos sus colegas hab¨ªan sido sustituidos por funcionarios leales a Hugo Ch¨¢vez, el comandante presidente. Un mundo nuevo surg¨ªa mientras el suyo se hund¨ªa, quedaba sepultado. Con los que ten¨ªa confianza, que en esa ¨¦poca ya no eran muchos, bromeaba y se divert¨ªa. Ten¨ªa un punto burl¨®n, le gustaba ¡°mamar gallo¡±. Contaba an¨¦cdotas de grandes figuras pol¨ªticas a las que hab¨ªa conocido trajeado y con un malet¨ªn en la mano. Historias desde la trastienda del poder, el lugar que siempre hab¨ªa ocupado por personalidad y por una visi¨®n no catastrofista ni acelerada de la vida. Echaba de menos jugar al tenis, ten¨ªa un rev¨¦s nada despreciable. El resto del tiempo lo dedicaba a leer, a escribir libros eruditos y muy espec¨ªficos destinados a acabar en estanter¨ªas cogiendo polvo. Pasaba mucho tiempo con su esposa, con la que viv¨ªa en un edificio encaramado en una loma, en un apartamento amplio con un balc¨®n abierto al horizonte cristalino de Caracas. La jubilaci¨®n, a la vuelta de la esquina, luc¨ªa tranquila, sin sobresaltos.
Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, sin embargo, ignoraba que se pondr¨ªa, casi 20 a?os despu¨¦s, en el centro de la vida pol¨ªtica venezolana, ese lugar del que tanto hab¨ªa huido. Hasta ahora asesoraba a la oposici¨®n, pero sin mucho protagonismo, desde cierta distancia. Ha sido a sus 74 cuando acept¨®, a rega?adientes, el mandato de la opositora Mar¨ªa Corina Machado ¡ªinhabilitada a ejercer un cargo p¨²blico¡ª de enfrentarse en las presidenciales de este 2024 a Nicol¨¢s Maduro, el presidente de Venezuela. De golpe, en medio del torbellino. Ya hab¨ªa cumplido 75 cuando derrot¨® casi con toda seguridad a Maduro y este se negaba a aceptar la derrota y juraba, y jura, mantenerse en el poder a partir del 10 de enero de 2025, para desconcierto de casi toda la comunidad internacional, en especial de Estados Unidos, que le ruega que reconozca el resultado de las urnas y d¨¦ pie a una transici¨®n. Ese momento hist¨®rico, llegado el caso, lo comandar¨ªa el recatado y discreto Edmundo Gonz¨¢lez, alguien mesurado en un momento cargado de histrionismo.
Su ¨²ltimo movimiento, sin embargo, ha modificado todo el tablero pol¨ªtico en Venezuela. El s¨¢bado pasado decidi¨® irse a Espa?a, ya fuera idea suya o le hubieran inducido a ello. El Gobierno de Pedro S¨¢nchez quiso mantenerlo en secreto, pero otros pa¨ªses se enteraron y lo filtraron a las 00:02, hora Caracas. ¡°El viejito se va. Le est¨¢ esperando un avi¨®n en Rep¨²blica Dominicana¡±, revelaban por mensaje. La noticia agarraba a casi todo el mundo por sorpresa. Seg¨²n fuentes conocedoras de la negociaci¨®n, en ella desempe?aron un papel importante el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y el embajador espa?ol en Caracas, Ram¨®n Santos. El ministro de Asuntos Exteriores de ese pa¨ªs, Jos¨¦ Manuel Albares, dir¨ªa m¨¢s tarde que se trataba de una petici¨®n de asilo, pero no era usual en absoluto. En los detalles de la marcha de Edmundo Gonz¨¢lez participaron los hermanos Rodr¨ªguez, Delcy y Jorge, que conforman el n¨²cleo duro en torno a Maduro. El propio presidente de Venezuela reconoci¨® que estuvo al tanto de tanto detalle y que dio su benepl¨¢cito a que su principal competidor para enfundarse la banda presidencial en enero se fuera al exilio.
El fiscal, Tarek William Saab, tambi¨¦n conoc¨ªa en vivo lo que se hablaba en el interior de la Embajada espa?ola a esas horas, seg¨²n ha confirmado ¨¦l mismo a este peri¨®dico. Saab fue el encargado de acosar y perseguir judicialmente a Edmundo Gonz¨¢lez, sin que hubiera motivos reales para ello. D¨ªas atr¨¢s hab¨ªa emitido una orden de busca y captura en su contra y amenazaba, as¨ª como lo hac¨ªan los otros dirigentes chavistas de peso, con llevarlo a c¨¢rcel, con la excusa de que hab¨ªa subido a una p¨¢gina web las actas electorales que le otorgan una clara victoria y que el CNE, el ente electoral, se ha negado a mostrar en este tiempo ¡ªEdmundo Gonz¨¢lez ni siquiera se ocup¨® de dise?ar esa p¨¢gina ni su estrategia¡ª. En cualquier caso, el mazo represor del chavismo pend¨ªa sobre su cabeza. Dijo que s¨ª a Espa?a y en cuesti¨®n de pocas horas, lo que tard¨® en llegar un salvoconducto, se subi¨® a un avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea espa?ola y cruz¨® el oc¨¦ano. All¨ª arriba, a m¨¢s de 30.000 pies de altura, por fin tuvo un momento de tranquilidad, sin cobertura de tel¨¦fono, sin wifi, sin el ruido que llevaba meses rode¨¢ndolo. Adi¨®s a la patria que tanto ama y que no sabe si alguna vez volver¨¢ a ver. Adi¨®s a la bella Caracas.
En esas horas encerrados en la Embajada espa?ola, a la que hab¨ªa llegado despu¨¦s de m¨¢s de un mes en la de Pa¨ªses Bajos, el chavismo le exigi¨® ¡ªseg¨²n ha trascendido¡ª que reconociera los resultados del Tribunal Superior de Justicia, que, bajo el control del chavismo, aval¨® el fraude electoral. Edmundo Gonz¨¢lez se neg¨® y exigi¨® la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos. La letra peque?a de estos acuerdos verbales est¨¢ todav¨ªa por conocerse. Lo que se sabe es que Delcy Rodr¨ªguez anunci¨® su marcha con un mensaje de tinte diplom¨¢tico y que Maduro se despidi¨® de ¨¦l dese¨¢ndole suerte y llam¨¢ndole embajador, despu¨¦s de meses de insultos y difamaciones. Cuando le llamaban fascista, asesino, golpista, respond¨ªa que Venezuela necesita paz y democracia.
La oposici¨®n venezolana, de repente, ha tenido que cambiar de estrategia. Machado, la que atesora el capital pol¨ªtico, la que le traspas¨® todo sus votos a Edmundo cuando era un desconocido, contaba con que ambos iban a mantenerse en Caracas, resistiendo y empujando por un cambio, con margen hasta enero. La marcha de Edmundo obliga a replantear este escenario. Machado ha entendido las razones de su marcha, lo comparte en lo humano, pero no en lo pol¨ªtico. Seg¨²n fuentes opositoras, esperaba m¨¢s resistencia en un momento crucial de la historia de Venezuela. Pero ya no queda otra y la lucha, desde el interior, la har¨¢ ella y ¨¦l, desde el extranjero, se encargar¨¢ de internacionalizar el conflicto. Son dos personas unidas por una causa, pero tienen un enfoque pol¨ªtico diferenciado. Machado es una halc¨®n opositora, una dura; Edmundo, una paloma. Ella amiga de la presi¨®n sobre el r¨¦gimen; ¨¦l, de la negociaci¨®n.
Un asunto interno
Venezuela se ha convertido, en siete d¨ªas, un asunto de pol¨ªtica interna en Espa?a; a¨²n m¨¢s que de costumbre. Pablo Iglesias protagoniz¨® una escena viral en las redes. El exl¨ªder de Podemos pregunt¨® a una contertulia de un programa de radio los nombres de cinco ciudades venezolanas, para demostrar que su desconocimiento sobre el pa¨ªs caribe?o la invalidaba para opinar sobre su situaci¨®n pol¨ªtica. Cuando el periodista le pidi¨® a Iglesias que contestara ¨¦l mismo a su pregunta, fue incapaz de hacerlo. Ambos podr¨ªan haber salido del paso citando algunos municipios de la Comunidad de Madrid, donde residen casi 70.000 venezolanos, m¨¢s de 40.000 en la capital.
La colonia venezolana en Espa?a, integrada por unas 390.000 personas, que se ha multiplicado casi por ocho en los ¨²ltimos 17 a?os, se ha visto incrementada esta semana con la llegada de dos ilustres exiliados: Edmundo Gonz¨¢lez y su esposa, Mercedes L¨®pez. Claro, gener¨® pol¨¦mica. Traer a Gonz¨¢lez Urrutia sin reconocerlo como presidente electo de Venezuela no era ¡°hacerle un favor a la democracia, sino quitarle un problema a la dictadura¡±, escribi¨® el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons. Albares asegur¨® que se le hab¨ªa ofrecido a Edmundo permanecer indefinidamente en la residencia del embajador espa?ol en Venezuela. Fue ¨¦l, seg¨²n esta versi¨®n, quien propuso irse.
Veinticuatro horas despu¨¦s de desembarcar en Madrid, Edmundo Gonz¨¢lez difundi¨® un breve mensaje en el que no dejaba lugar a dudas: ¡°He decidido salir de Venezuela y trasladarme a Espa?a, a cuyo Gobierno agradezco profundamente que me haya acogido y me d¨¦ protecci¨®n en estos momentos¡±. El tono del PP cambi¨®. ¡°Este es el momento de recordar que la candidata del pueblo venezolano es Mar¨ªa Corina, que si no encabez¨® la candidatura fue porque el r¨¦gimen la inhabilit¨® para que no ganase y que ella sigue hasta el final, ni se vende ni se rinde ante la dictadura¡±, escribi¨® Gonz¨¢lez Pons, sugiriendo que Edmundo Gonz¨¢lez s¨ª se hab¨ªa rendido.
La pol¨¦mica pas¨® de las redes sociales al Congreso, donde el mi¨¦rcoles se aprob¨® una proposici¨®n del PP que instaba al Gobierno a reconocer al candidato de la Plataforma Unitaria Democr¨¢tica (PUD) como ganador de las elecciones venezolanas. El PSOE se opuso sin ¨¦xito alegando que la posici¨®n com¨²n de la UE era no reconocer la victoria del chavismo pero tampoco de la oposici¨®n, sino insistir en la publicaci¨®n de todas las actas electorales y aprovechar el margen de tiempo hasta el 10 de enero de 2025, cuando concluye el actual mandato de Maduro, para buscar una salida negociada.
El PP elev¨® la apuesta: anunci¨® que llevar¨ªa el reconocimiento de Edmundo Gonz¨¢lez como presidente electo de Venezuela al Parlamento europeo, donde se debatir¨¢ el pr¨®ximo martes, y present¨® una moci¨®n similar en el Senado, donde tiene mayor¨ªa absoluta, pero con un a?adido: que el Gobierno pida a la Fiscal¨ªa del Tribunal Penal Internacional que dicte una orden de detenci¨®n contra Maduro por cr¨ªmenes de lesa humanidad.
El Gobierno espa?ol se meti¨® un gol en propia puerta cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, calific¨® de ¡°dictadura¡± al r¨¦gimen de Maduro en el acto de presentaci¨®n de una novela. Lo hizo al hilo de sus reflexiones sobre las personas que huyen de sistemas autoritarios como el franquismo o el estalinismo y en un contexto m¨¢s literario y emotivo que pol¨ªtico.
Fue suficiente para que el canciller venezolano, Yv¨¢n Gil, llamase a consultas a su embajadora en Madrid, Gladis Guti¨¦rrez, y convocara al representante espa?ol en Caracas, Ram¨®n Santos. A este ¨²ltimo le dio el viernes una severa reprimenda, advirti¨¦ndole de que su Gobierno no permitir¨ªa ¡°ninguna acci¨®n injerencista¡± por parte de Espa?a, pero sin amagar con la ruptura de relaciones diplom¨¢ticas, consulares y econ¨®micas, como hab¨ªa pedido el presidente de la Asamblea Nacional, el chavista Jorge Rodr¨ªguez.
El Gobierno espa?ol ha intentado mantener un complicado equilibrio: S¨¢nchez recibi¨® el jueves a Edmundo Gonz¨¢lez en la Moncloa, pero rebaj¨® el perfil institucional de la visita para no molestar a Maduro: no se convoc¨® a la prensa y en las im¨¢genes oficiales se ve¨ªa al pol¨ªtico venezolano y a su hija Carolina paseando por los jardines de la residencia, con un S¨¢nchez informal, sin corbata. En el tuit difundido por la Moncloa se hablaba de ¡°compromiso humanitario¡± y ¡°solidaridad¡±, pero no se calificaba al hu¨¦sped de ¡°presidente electo¡±, como hicieron dos predecesores de S¨¢nchez, Mariano Rajoy y Felipe Gonz¨¢lez, que se reunieron con ¨¦l el viernes.
Arropado por su hija Carolina, que le hizo de portavoz en la concentraci¨®n contra Maduro convocada el mi¨¦rcoles frente al Congreso ¡ªsu otra hija y el resto de su familia siguen en Venezuela, lo que le lleva a extremar la cautela, seg¨²n quienes le conocen¡ª, Edmundo Gonz¨¢lez no solo se encuentra en medio del fuego cruzado entre Espa?a y Venezuela o entre el Gobierno de S¨¢nchez y el PP. Tambi¨¦n debe navegar las contradicciones de la heterog¨¦nea oposici¨®n venezolana. Una hora despu¨¦s de difundir un escueto comunicado sobre su reuni¨®n con S¨¢nchez en la Moncloa tuvo que ampliarlo, para agradecer al Congreso de Diputados su reconocimiento como presidente electo e incluir una menci¨®n a Machado, ausente del primer texto. A¨²n no se sabe si acudir¨¢ la semana pr¨®xima al debate del Parlamento europeo en Estrasburgo, pero se espera que aparezca en la manifestaci¨®n que se prepara en Madrid para el 28 de septiembre, cuando se cumplan dos meses de las elecciones. Esas que gan¨® Edmundo, salvo que de la nada aparezcan unas actas verdaderas y lo desmientan. El tenista debe devolver la bola en campo contrario. El t¨ªmido tiene que convencer al mundo que debe apoyar la causa opositora. El diplom¨¢tico, asegurarle al chavismo una transici¨®n. Y el posibilista, llevarla a cabo, si fuera el caso.
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