El turismo de Costa Rica resiste (por ahora) los efectos de la expansi¨®n del narcotr¨¢fico
Una publicaci¨®n de ¡®The New York Times¡¯ sobre el crecimiento de bandas criminales revive las inquietudes de la industria ic¨®nica en el pa¨ªs que con su ¡°pura vida¡± proyecta un r¨¦cord de visitantes en 2024
El copropietario de una empresa familiar neoyorquina tomaba el desayuno el domingo 15 de septiembre en el peque?o hotel de la compa?¨ªa, un negocio ahora boyante que reabri¨® puertas en Costa Rica despu¨¦s de la pandemia. Tuvo entonces la certeza de que el turismo hacia el pa¨ªs centroamericano se recuperar¨ªa m¨¢s r¨¢pido que otros destinos porque muchos viajeros ahora buscan espacios naturales para sus vacaciones. Apenas se serv¨ªa el caf¨¦ cuando abri¨® la tableta electr¨®nica para leer la prensa de su pa¨ªs, pero no pudo beberlo despu¨¦s de ver el reportaje que tra¨ªa el diario The New York Times sobre la expansi¨®n del narcotr¨¢fico en las zonas costarricenses m¨¢s visitadas por los turistas.
¡°Me dio tos y perd¨ª el apetito. Me preocup¨¦. Hice algunas llamadas para consultar si se manten¨ªan las reservas y parece que s¨ª. Al menos s¨ª por ahora¡±, cuenta este empresario que prefiere no publicar su nombre. Su inquietud no es exclusiva; un gerente hotelero del Caribe lo llam¨® esa ma?ana para intercambiar opiniones y decirse mutuamente que todo va a estar bien, que no es la primera publicaci¨®n de ese tipo, que los atractivos son m¨¢s que las advertencias y que deben estar atentos para lograr cumplir las metas optimistas de clientes para 2024. Conf¨ªan en la proyecci¨®n del Gobierno de Costa Rica de hacer de este a?o el mejor en la historia en cantidad de visitantes, con m¨¢s de tres millones en este pa¨ªs de 5,2 millones de habitantes.
El domingo 15 de septiembre, fecha de fiesta en Costa Rica por la Independencia, el diario estadounidense titulaba C¨®mo un para¨ªso tur¨ªstico se convirti¨® en un im¨¢n para el narcotr¨¢fico. Aunque la informaci¨®n no es sorprendente para los que han seguido la tendencia de crimen organizado durante la ¨²ltima d¨¦cada, volvi¨® a tensar el ambiente de la industria tur¨ªstica. Cientos de llamadas y correos circularon entre agencias y negocios del sector para reconfirmar las reservas de esta temporada.
¡°Es impactante, porque estamos acostumbrados a otro tipo de publicaciones sobre Costa Rica, aunque sabemos que es cierto lo que ah¨ª dice: los bosques que vienen a fotografiar mucha gente de Estados Unidos y Europa son a veces refugio para las bandas narcotraficantes en las zonas costeras. El Gobierno no ha podido parar eso¡±, dice otro dirigente de un grupo de hoteleros del Pac¨ªfico norte, donde la afluencia de turistas y de visitantes de lujo est¨¢ cambiando con celeridad la apariencia de la provincia Guanacaste. ¡°No podr¨ªa permitirle que publique mi nombre; lo que le digo es cierto y la mayor¨ªa lo comparte, pero nadie quiere ser el que habla feo del tema y yo tampoco. La idea siempre es cuidar la imagen todo lo que se pueda¡±, se justific¨®.
La C¨¢mara Nacional de Turismo (Canatur), donde se agrupan a numerosos empresarios del sector que genera m¨¢s del 8% del PIB del pa¨ªs y genera casi uno de cada 10 empleos, descarta que la publicaci¨®n haya tenido un impacto inmediato. Aunque ve necesario encender luces de precauci¨®n, se aferra a la data de reservaciones de habitaciones, vuelos, tours y renta de autos. La maquinaria de la ¡°industria sin chimeneas¡± fluye impulsada por los atractivos del ecoturismo y una estructura aceitada para ello durante los ¨²ltimos 30 a?os, sin que la inseguridad sea hasta ahora un freno, aunque s¨ª una amenaza ¡°El sector tur¨ªstico costarricense est¨¢ viviendo un momento excepcional¡±, dijo hace un mes el ministro de Turismo, William Rodr¨ªguez, que suele evitar hablar en p¨²blico sobre la inseguridad.
La cadena de negocios, sin embargo, ve probable que haya nuevas publicaciones y, entonces s¨ª, un impacto en el volumen de visitas. ¡°Se puede especular sobre un eventual impacto negativo, pero los datos en este momento no muestran eso, por suerte. Vemos una temporada alta que se mueve muy bien, aunque la industria s¨ª le da mucha importancia a la seguridad y pedimos al Gobierno una estrategia para enfrentar esto¡±, dijo a EL PA?S Shirley Calvo, directora ejecutiva de Canatur.
La realidad no se puede ocultar e incluso el gobierno de Rodrigo Chaves acab¨® reconociendo la crisis en 2023, cuando el pa¨ªs alcanz¨® la mayor cifra de homicidios en la historia, una tasa de 17,2 por cada 100.000 habitantes que duplic¨® la de 2013. Ya no son in¨¦ditos los actos de sicariato en el d¨ªa, frente a escuelas o en zonas consideradas ¡°no peligrosas¡±; tambi¨¦n ha crecido la proporci¨®n de v¨ªctimas colaterales. La mayor¨ªa de los asesinatos est¨¢n asociados a la lucha entre bandas traficantes de drogas que se disputan los mercados internos y las rutas para el comercio internacional desde Costa Rica, cuya geograf¨ªa y limitaciones policiales resultan convenientes para los carteles. Chaves ha dicho que ya hace todo lo que puede y culpa al Poder Legislativo y al Judicial; la soluci¨®n de fondo no se asoma a¨²n.
Pa¨ªs ¡°reexportador¡±
Basado en informes de inteligencia estadounidenses, el NYT public¨® que la peque?a Costa Rica est¨¢ entre los principales pa¨ªses reexportadores de coca¨ªna. El Gobierno intenta contener ese tr¨¢fico con esc¨¢neres en los puertos de salida, pero nadie puede descartar los ingresos desde Sudam¨¦rica por zonas selv¨¢ticas escasamente vigiladas, incluso en ¨¢reas naturales con protecci¨®n estatal. Los guardaparques deben cubrir zonas enormes con equipo apenas b¨¢sico y tambi¨¦n ha habido casos aislados de vigilantes que acaban sirviendo para las bandas criminales. El ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, reconoci¨® en enero al diario local Extra que es ¡°grave¡± la situaci¨®n reportada de bandas narcotraficantes que compran tierras aleda?as a parques nacionales para acceder a estos y usarlos como bodegas.
Los hoteleros y operadores tur¨ªsticos conocen la situaci¨®n, pero toman medidas en silencio. ¡°Hay conciencia de empresarios, gu¨ªas, transportistas¡ todos asumen responsabilidad en cuidar a nuestros invitados para que disfrutan sus vacaciones, vuelvan bien a sus pa¨ªses y tengan ganas de regresar despu¨¦s¡±, se?ala la directora de Canatur. Un hotel playero en Nosara, un pueblo del Pac¨ªfico Norte, recomienda a sus hu¨¦spedes quedarse por las noches dentro de las instalaciones para que disfruten un show, sin revelar expl¨ªcitamente que el objetivo es evitarles alg¨²n mal rato en la calle.
¡°Hemos visto que llegan personas tarde por la noche para exigir a otros que se vayan de la playa porque quieren que nadie vea cuando llega alguna lancha con cargamento (de droga)¡±, cont¨® una lugare?a y trabajadora de ese hotel que confirma ambas realidades: ¡°Hay mucho narcotr¨¢fico y hay mucho turismo¡±. La explicaci¨®n es la persistente buena reputaci¨®n general de Costa Rica como destino y el trabajo afinado de la red de negocios, adem¨¢s del alto valor atractivo de la naturaleza y de mercados sofisticados e innovadores, responde Calvo, de Canatur, aunque reconoce que hay otros pa¨ªses de la regi¨®n donde es menos costoso vacacionar.
No es raro que lleguen famosos del cine o de la m¨²sica. Entre 2023 y 2024 vinieron los actores Kevin Hart y Kevin Costner, el futbolista alem¨¢n Manuel Neuer y las cantantes Aitana, Tini, Shakira y Ellie Goulding; en 2020 estuvo la familia Kardashian. Cada foto de esas celebridades en sus redes sociales es una publicidad impagable para el Instituto del Turismo y por ahora parecen tener m¨¢s impacto que los reportajes sobre el crecimiento del narcotr¨¢fico, aunque los empresarios tur¨ªsticos ya no duermen tan tranquilos como sus clientes en una hamaca con el sonido de la lluvia o del mar.
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