Tamara Taraciuk: ¡°El tiempo juega a favor de Maduro¡±
La directora del Programa Estado de Derecho de Di¨¢logo Interamericano habla de los escenarios para Venezuela y de la propuesta de generar incentivos legales para una transici¨®n democr¨¢tica en su pa¨ªs
Tamara Taraciuk Broner est¨¢ ¨ªntimamente vinculada a Venezuela y a la democracia. La directora del Programa Estado de Derecho de Di¨¢logo Interamericano naci¨® en Caracas cuando sus padres estaban exiliados por la dictadura argentina de los 70¡äs y ahora, desde su trabajo en este centro de an¨¢lisis e intercambio pol¨ªtico, intenta buscar soluciones a la cr¨ªtica represi¨®n y autoritarismo que vive su pa¨ªs natal.
Su abuelo, Julio Broner, un empresario que fue presidente de la Confederaci¨®n General Econ¨®mica durante el ¨²ltimo gobierno de Juan Domingo Per¨®n, fue v¨ªctima de los militares que mantuvieron a Argentina bajo una cruenta dictadura. En 1977, Broner viajaba con su esposa Dolly Rubinstein cuando fueron retenidos en un aeropuerto y les quitaron sus pasaportes, tal como han vivido muchos venezolanos en el ¨²ltimo mes. Esa escena que ella describe en el libro Argentino por opci¨®n que public¨® para que sus hijos conozcan la historia familiar, explica la ra¨ªz por la cual trabaja hace m¨¢s de veinte a?os documentando violaciones de derechos humanos en Latinoam¨¦rica. ¡°Est¨¢ dedicado a mis hijos con el deseo que siempre puedan elegir libremente su destino¡±, dice Taraciuk (1979), abogada de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y trabaj¨® durante casi 17 a?os en Human Rights Watch. Desde Uruguay, donde vive, convers¨® con Lideresas de Latinoam¨¦rica sobre su propuesta de incentivos legales para una transici¨®n democr¨¢tica en Venezuela, a un mes de las elecciones.
Pregunta. Con esa historia personal, ?qu¨¦ papel juega la palabra democracia en su vida, ?c¨®mo la entiende en un momento de tanta discusi¨®n sobre los alcances que tiene?
Respuesta. Una de las cosas que aprend¨ª de mis pap¨¢s y del exilio es que lo ¨²nico que realmente se tiene es lo que se lleva adentro. Es algo que he visto tambi¨¦n haciendo trabajo en las fronteras donde encuentras miles de migrantes que salen solo con lo que llevan puesto. Por eso creo que la democracia tiene que ver con poder elegir d¨®nde uno quiere estar y c¨®mo quiere vivir.
P. Eso la vincula con la situaci¨®n de Venezuela, su pa¨ªs natal. A un mes de las elecciones, ?qu¨¦ alternativas ve para destrabar la situaci¨®n?
R. Lo que pas¨® despu¨¦s de las elecciones era esperable. Mi impresi¨®n es que el Gobierno de Venezuela dej¨® que las elecciones ocurriesen por dos razones. Una, porque necesitaba alg¨²n reconocimiento internacional de las democracias del mundo para darle cabida a la teor¨ªa de la normalizaci¨®n, de que all¨ª las cosas no estaban tan mal; y para acceder a ciertos mercados que necesitaba para operar y vender el crudo venezolano. Y, por otro lado, porque calcularon muy mal el margen de ¨¦xito de la oposici¨®n y la capacidad de organizaci¨®n que tuvo. Entonces, cuando termin¨® el d¨ªa de las elecciones con tanta claridad en las calles y con la evidencia de las actas que la oposici¨®n public¨® un par de d¨ªas despu¨¦s, el r¨¦gimen hizo lo que mejor sabe hacer: atrincherarse en el poder, reprimir y atacar.
P. Luego vino la decisi¨®n del Tribunal de Justicia que, sin embargo, no ha movido la aguja de algunos pa¨ªses...
R. No fue ninguna sorpresa que se usara al Tribunal Supremo a Justicia, que no tiene independencia ni facultades para hacer lo que hizo y es parte de esa estrategia de pretender dar un viso de legalidad al fraude. Sin embargo, ya les queda muy dif¨ªcil seguir manteni¨¦ndolo. Han pasado cuatro semanas y no han mostrado las actas porque no las tienen. No tienen c¨®mo corroborar el resultado oficial que anunci¨® el Consejo Nacional de Electoral.
P. ?Cu¨¢les son entonces los escenarios?
R. Veo dos posibilidades. Una que es que Venezuela se transforme en una dictadura pura y dura al estilo de Nicaragua, que a simple vista parece que es lo que quieren hacer; pero la otra alternativa, y no creo que sea un desenlace inevitable, es que se vean obligados a negociar una salida. Para que eso ocurra se tienen que dar varios factores: la oposici¨®n se tiene que mantener unida en la ruta electoral, como lo ha hecho hasta ahora, y seguir aprovechando el capital pol¨ªtico que gener¨® Mar¨ªa Corina Machado; tambi¨¦n, que la gente pueda seguir manifest¨¢ndose a pesar de la represi¨®n. La gente sali¨® a votar en condiciones totalmente desafortunadas e injustas, y ahora hay que mantener esa efervescencia para que se respete su derecho al voto.
P. En ese escenario juega fuerte tambi¨¦n la comunidad internacional.
R. Es lo que hace que esto sea distinto al pasado. A los aliados tradicionales de Maduro en la regi¨®n les queda muy dif¨ªcil defenderlo hoy. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, Gustavo Petro y Lula, han usado algunos eufemismos, pero no han defendido a la victoria de Maduro. Eso genera condiciones muy distintas porque lo que est¨¢ pasando ahora no es Guaid¨® 2.0, no se le est¨¢ pidiendo a la comunidad internacional que, de una manera ideologizada, vayan y apoyen a un gobierno paralelo.
P. ?Cu¨¢l puede ser el l¨ªmite para esos tres pa¨ªses?
R. Es bueno ver que no aceptan los resultados y piden que se respeten los derechos humanos, pero creo que no les queda mucho espacio si quieren seguir diciendo que se rigen por principios democr¨¢ticos. De alguna manera Maduro le hizo un favor a la democracia haciendo las cosas tan mal. Ha sido tan burdo el fraude y la escalada represiva que es indefendible. M¨¦xico ha sido m¨¢s t¨ªmido, pero incluso L¨®pez Obrador reci¨¦n despu¨¦s la decisi¨®n del Tribunal Supremo de Justicia dijo que hay que ver las actas. Ser¨ªa bueno entonces que los tres llamen las cosas por su nombre, que digan que se robaron las elecciones y exijan que se termine la represi¨®n.
P. ?Cu¨¢les son las alternativas que ve?
R. La sociedad civil tiene un papel en esta situaci¨®n tan compleja. En nuestro caso lo que yo hago desde el programa Estado de Derecho es poner sobre la mesa una propuesta de un esquema de incentivos legales para una transici¨®n democr¨¢tica. Los hay, aunque pueden ser moralmente muy desagradable para muchos de nosotros- yo he trabajado toda mi vida recogiendo testimonios de gente torturada y s¨¦ que no hace ninguna gracia-. En Venezuela se cometieron dos grandes tipos de delitos en los ¨²ltimos 25 a?os, violaciones de derechos humanos y delitos de corrupci¨®n, narcotr¨¢fico y lavado de dinero. En cuanto a violaciones de derechos humanos, hay alguna gente que est¨¢ implicada en cr¨ªmenes contra la humanidad y en esos casos el derecho internacional es muy claro y traza una l¨ªnea roja que no se puede cruzar. No es posible garantizar la impunidad a los que est¨¢n implicados en ese tipo de cr¨ªmenes porque son imprescriptibles. La mejor alternativa para esa gente es buscar refugio en pa¨ªses que no se rigen por el derecho internacional ni por principios democr¨¢ticos, pero esos son la minor¨ªa. La mayor¨ªa de la gente que hoy est¨¢ en la fuerza de seguridad, el poder judicial, el Ejecutivo, algunos en mandos medios y bajos, s¨ª tienen la posibilidad de acceder a beneficios legales.
P. ?Y c¨®mo funciona esa propuesta de incentivos para los otros delitos?
R. Si bien el derecho internacional en general debe investigar y promover la transparencia, los fiscales tienen much¨ªsimas opciones. Hay esquemas legales, sobre todo en Estados Unidos, que permiten ofrecer rebajas de penas, incluso el Presidente de ese pa¨ªs puede dar clemencia y eliminar una sanci¨®n penal. Ahora, esto no puede ser gratis, tiene que ser a cambio de concesiones concretas que abran la puerta a la transici¨®n democr¨¢tica. Entonces, hay una posibilidad que tiene que venir de la mano de aumentar la amenaza legal. Si quienes est¨¢n en el poder saben que la amenaza de procesos penales fuera de Venezuela, tanto por la Corte Penal Internacional como por otros tribunales, es cre¨ªble se abre la puerta para una conversaci¨®n donde estos incentivos se tornan interesantes para alguna gente en el poder.
P. ?Y ya hay pa¨ªses est¨¢n abiertos a esta propuesta?
R. Esta propuesta tiene dos patas. Una es la legal, que tenga un sustento jur¨ªdico fuerte y la otra es la pata pol¨ªtica, que tenga un apoyo claro por parte tanto de la oposici¨®n pol¨ªtica venezolana como de los actores internacionales que est¨¢n involucrados. Petro, Lula o L¨®pez Obrador tienen la ventaja, en teor¨ªa, de mantener una puerta abierta de di¨¢logo con el gobierno de Maduro. Lo mejor que pueden hacer es mostrarles que lo que est¨¢n haciendo no es el mejor desenlace para ellos, porque as¨ª no van a poder gobernar, no van a poder acceder a los mercados, porque los bonistas no est¨¢n contentos, porque no van a poder vender el petr¨®leo y porque nadie quiere, y a Petro y Lula no les conviene tener un pa¨ªs gobernado por una mafia criminal en sus fronteras. No es solo pedirle a Maduro que de buena voluntad se suba un avi¨®n y se vaya a Siberia o a cualquier otro lugar, sino, en paralelo hay que construir estos puentes con estas otras personas dentro del poder que no est¨¢n en una lista negra hoy, y no tienen por qu¨¦ estar. No todos los que est¨¢n en la estructura de poder en Venezuela tienen el destino predeterminado de ir a la c¨¢rcel para toda la vida por todos los delitos que cometieron. Y esa es una oportunidad para quebrar la estructura de poder, que no es monol¨ªtica.
P. Muchas personas aseguran que aceptar a Edmundo Gonz¨¢lez es como reeditar Guaid¨®. ?Por qu¨¦ dice que no es as¨ª?
R. Lo que ocurre es m¨¢s parecido a Guatemala, donde Bernardo Ar¨¦valo lleg¨® ah¨ª por casualidad, nadie se lo esperaba y tuvo que enfrentar una enorme cantidad de desaf¨ªos para asumir el poder, inclusive el uso de las estructuras institucionales de ese pa¨ªs. Eso es lo que Maduro est¨¢ tratando de hacer. Obviamente, Venezuela tiene una trascendencia global distinta, pero lo que es interesante, si hablamos de quitarse caretas, es que si en el caso de Guatemala donde los hechos eran similares hubo una coalici¨®n de la regi¨®n y varios pa¨ªses se unieron desideologizadamente para apoyar una transici¨®n de poder, vale la pena preguntar, ?por qu¨¦ si la comunidad regional se uni¨® a favor de Ar¨¦valo, no lo hacen a favor de Gonz¨¢lez?
P. En l¨ªnea opuesta est¨¢ Chile, ?c¨®mo analiza la posici¨®n del presidente Boric?
R. La posici¨®n de Chile ha sido extraordinaria, notable. En Am¨¦rica Latina, en general, los gobiernos de izquierda no han tenido una pol¨ªtica exterior consistente en cuanto a democracia y derechos humanos. Han tomado decisiones totalmente sesgadas por ideolog¨ªa y eso le hace muy mal a la causa de los derechos humanos. En este trabajo no deber¨ªa importar si la v¨ªctima o el victimario es de derecha o de izquierda. Boric entonces es una excepci¨®n de la izquierda habiendo mantenido una pol¨ªtica de principios cuestionando abusos, y principalmente a qui¨¦n los cometi¨®. En el caso de Venezuela, el resto de la izquierda mezcla un poco lo que es el legado de Ch¨¢vez en sus primeros a?os con la situaci¨®n actual, que no tiene nada que ver con un proyecto socialista.
P. Ha documentado otros procesos represivos, ?encuentra alguna novedad en la represi¨®n poselectoral?
R. Ha sido de una gran intensidad en cuanto a la cantidad de personas detenidas, pero los patrones son los mismos. En el pasado ya se practicaba el ruleteo, que es detener y llevar a las personas de un lugar a otro sin informar a los familiares d¨®nde est¨¢n los detenidos y que, en el derecho internacional, constituye desaparici¨®n forzada; abusos contra detenidos; intimidaci¨®n por parte de grupos armados que en Venezuela se llaman colectivos. En este caso s¨ª veo mayor intensidad de la intimidaci¨®n a trav¨¦s de las redes sociales, gente que denuncia c¨®mo les chequean los celulares en la calle, les hacen mostrar su WhatsApp. Un nivel de mayor de control social. Lo que se ve es que tras las elecciones se sacaron la careta.
P. Finalmente, est¨¢ el factor elecciones en Estados Unidos en noviembre. ?C¨®mo puede incidir si llegara a ganar, por ejemplo, Donald Trump?
R. En general, para Estados Unidos, Am¨¦rica Latina no es prioridad y Venezuela no es un tema de agenda global importante, pero s¨ª les importa en cuanto a lo migratorio. Ya hay encuestas que muestran que, si no se respeta la voluntad popular, hay millones de venezolanos que tienen planes de migrar principalmente hacia Estados Unidos. M¨¢s all¨¢ de qui¨¦n gane, lo importante es que en el Congreso exista consenso sobre la situaci¨®n venezolana y se sienten las bases para que le den la importancia que deber¨ªa tener. El desaf¨ªo m¨¢s grande es c¨®mo mantener la atenci¨®n internacional en una crisis de estas dimensiones, que siga siendo un tema prioritario, porque el tiempo juega a favor de Maduro. La urgencia es que no lo dejen comprar tiempo.
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