Eduardo Belliboni: ¡°Hay gente en Argentina que no tiene derecho a comer¡±
El l¨ªder piquetero dice en entrevista con EL PA?S que las centrales obreras han ¡°abandonado a los trabajadores a su suerte¡±
El l¨ªder piquetero argentino Eduardo Belliboni (Banfield, 63 a?os) aparece junto a la Madre de Plaza de Mayo Nora Corti?as en su fotograf¨ªa de WhatsApp. Con sus casi dos metros de altura, el Chiquito Belliboni (apodo ir¨®nico que conserva de sus tiempos como ferroviario) se ha convertido en una de las caras m¨¢s visibles de las protestas contra el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez. En una entrevista con EL PA?S, rescata la organizaci¨®n de las Madres en la ¨²ltima dictadura para defender la importancia de la lucha callejera en Argentina. ¡°Cuando alguien diga que protestar no sirve que piense en las Madres de Plaza de Mayo, que lograron que se castigue a los genocidas. Estuvieron solas protestando en las condiciones m¨¢s dif¨ªciles, dando vueltas a la plaza, y casi todo el mundo las miraba mal, incluso algunos sectores del pueblo. Las llamaban locas cuando eran las ¨²nicas cuerdas en este pa¨ªs donde se secuestraba, se torturaba y se asesinaba¡±, afirma.
En los ¨²ltimos meses, el referente del Polo Obrero, la organizaci¨®n social afiliada al partido de izquierda Partido Obrero, ha encabezado movilizaciones y acampes en el centro de Buenos Aires en un contexto de inflaci¨®n disparada que roza ya el 60% interanual y golpea en especial a los m¨¢s pobres. ¡°Hay gente que nos dice: ¡®Ustedes protestan todos los d¨ªas¡¯. ?Pero c¨®mo vamos a protestar todos los d¨ªas? No podr¨ªamos, ser¨ªa imposible. Lo que pasa es que hay muchas protestas porque Argentina es una sociedad en conflicto. Las instituciones que tienen que dar respuestas no la dan¡±, afirma Belliboni.
Pone como ejemplo la grave p¨¦rdida de poder adquisitivo de los ¨²ltimos a?os. ¡°El salario m¨ªnimo hoy es de indigencia, es de 39.000 pesos (317 d¨®lares)¡±, dice, al explicar que ese sueldo ni siquiera alcanza para la compra de alimentos, seg¨²n los datos oficiales. Dos sueldos m¨ªnimos tampoco son suficientes para la canasta b¨¢sica familiar, que incluye adem¨¢s de comida bienes como vestimenta, calzado y medicamentos (pero no el costo del alquiler). ¡°La canasta b¨¢sica hoy est¨¢ en 90.000 pesos (730 d¨®lares) y nadie, o muy pocos, cobran 90.000 pesos en Argentina. Los salarios est¨¢n, en promedio, entre 50.000 y 70.000 pesos. Estamos hablando del salario en blanco, el salario de los trabajadores no registrados es a¨²n m¨¢s bajo¡±, denuncia.
Para Belliboni, la crisis actual es heredera ¡°de los problemas no resueltos en 2001, como el endeudamiento de los gobiernos argentinos¡±. A diferencia de entonces, cuando Argentina entr¨® en bancarrota, el Congreso argentino acord¨® en marzo una reestructuraci¨®n de la deuda de 45.000 millones de deuda con el FMI a la que se opuso la izquierda y parte del kirchnerismo, hoy dentro del Gobierno.
Este referente social coincide con quienes se oponen al pago de la deuda y a la reducci¨®n de d¨¦ficit p¨²blico acordada con el FMI y defiende que los fondos tienen que destinarse a mejorar las condiciones de vida de la sociedad argentina. ¡°El Gobierno deber¨ªa poner en marcha obras p¨²blicas que permitan darle ocupaci¨®n a millones de personas, tener planes de viviendas que podr¨ªan potenciar la construcci¨®n, pero no hay nada de todo esto. ?Por qu¨¦? Porque el presupuesto nacional est¨¢ absorbido por el pago de la deuda [al Fondo Monetario Internacional]¡±, sostiene.
A sus 63 a?os, Belliboni se dedica hoy de pleno a la militancia, aunque cuenta que a¨²n hace alg¨²n trabajo ocasional como electricista, una de las muchas ocupaciones que ha tenido a lo largo de su vida, adem¨¢s de ferroviario, conductor de rem¨ªs y empleado en f¨¢bricas.
¡°Menudo quilombo armaron el otro d¨ªa¡±, dice una mujer al acercarse a la mesa del caf¨¦ donde tiene lugar la entrevista, a pocos metros del Congreso argentino y a un par de cuadras donde el Polo Obrero celebra el plenario en el que se decidir¨¢ la fecha de la pr¨®xima movilizaci¨®n. ¡°Quilombo armamos, pero no s¨¦ si est¨¢ a favor o en contra¡±, se cuestiona el l¨ªder piquetero cuando se va.
Parte de la poblaci¨®n argentina critica el caos de circulaci¨®n que provocan las manifestaciones y piden al Gobierno medidas para limitarlas, pero por ahora no han prosperado. El Ejecutivo macrista aprob¨® un protocolo que luego no puso en pr¨¢ctica. El actual Gobierno ha pedido tambi¨¦n sin ¨¦xito a los piqueteros que busquen otras formas de reclamar. ¡°El derecho a transitar nunca est¨¢ eliminado, porque no se cortan todas las calles, se cortan algunas, sobre todo las principales y donde est¨¢ el poder pol¨ªtico. En cambio, el derecho a comer no est¨¢ limitado a ese d¨ªa, en esa hora y en ese lugar sino que ocurre todos los d¨ªas. Hay mucha gente que no tiene derecho a comer, que no tiene derecho a un trabajo y eso est¨¢ por encima de la dificultad que puede tener alguien a transitar en determinado momento¡±, responde Belliboni.
Algunos movimientos sociales forman parte del Gobierno peronista de Fern¨¢ndez, como Barrios de Pie y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). El Ejecutivo conserva tambi¨¦n el apoyo de las grandes centrales obreras, la CGT y la CTA, pero la izquierda no se siente sola en las calles. ¡°En Argentina las centrales obreras han abandonado a los trabajadores a su suerte y cada uno sale por su cuenta. Vos ten¨¦s un problema con la luz y nadie te da bolilla. ?Entonces qu¨¦ hace la gente? Sale a cortar la calle. Las f¨¢bricas salen a cortar calles. Las centrales obreras deber¨ªan estar luchando contra el ajuste, ser un canal de reclamo a trav¨¦s, por ejemplo, de un paro, pero no lo hacen, son la correa de transmisi¨®n de los intereses del Gobierno. No solo de este Gobierno, de todos¡±, agrega.
A diferencia de referentes de Barrios de Pie o del MTE, que creen que la fuerte red de asistencia social en los barrios reduce el riesgo de un estallido social como el de 2001, Belliboni opina que ¡°las condiciones est¨¢n dadas¡± tanto en Argentina como en Am¨¦rica Latina. ¡°Lo que no se puede pronosticar es cu¨¢ndo va a ocurrir, porque un estallido tiene que ver con las condiciones sociales con las que vive el pueblo, con que la gente un d¨ªa se harta a veces por las cosas aparentemente m¨¢s peque?as. Como dec¨ªan en Chile: no son los 30 pesos que aument¨® el subte, son 30 a?os de humillaci¨®n¡±, sentencia.
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