La escasez de gas sume a Argentina en una nueva crisis pol¨ªtica
La salida anticipada de Mat¨ªas Kulfas, un ministro cercano al presidente Fern¨¢ndez, aviva la pelea con el kirchnerismo
Argentina se enreda, una vez m¨¢s. Los obst¨¢culos para construir un gasoducto han eyectado durante el fin de semana del Gabinete al ministro de Desarrollo Productivo, Mat¨ªas Kulfas, y agitado las tensiones entre el presidente, Alberto Fern¨¢ndez, y su vicepresidenta, Cristina Kirchner. El mar de fondo es una grave escasez de gas y gasoil, que obliga a Argentina a importar y seca de d¨®lares las magras reservas del Banco Central. La crisis energ¨¦tica, que no es nueva, se convirti¨® finalmente en una crisis pol¨ªtica, la en¨¦sima que enfrenta el pa¨ªs sudamericano.
Cuando en Argentina llega el fr¨ªo del invierno, los problemas se multiplican. Desde mediados de 2007, el pa¨ªs sudamericano, alguna vez exportador de hidrocarburos, debe comprar gas licuado envasado o GNL. Seg¨²n la consultora Ecoviews, en junio, julio y agosto la factura mensual energ¨¦tica salta desde menos 100 millones de d¨®lares a cerca de 1.200 millones, producto de las compras de gas a Bolivia y, sobre todo, el GNL. En septiembre baja a 800 millones y reci¨¦n en octubre, cuando los argentinos apagan sus estufas, vuelve otra vez a menos de 100.
La cuesti¨®n no ser¨ªa tan grave si no fuese por dos cuestiones. Una: m¨¢s de un tercio de las reservas del Banco Central hoy se van en importar gas, en un contexto de d¨¦ficit cr¨®nico de divisas y p¨¦rdida del valor del peso. Si no hay ninguna cat¨¢strofe econ¨®mica, la inflaci¨®n de 2022 rondar¨¢ el 70%. Dos: el pa¨ªs tiene las segundas mayores reservas de gas del mundo, pero no puede transportarlo desde el yacimiento de Vaca Muerta, donde se produce en la Patagonia, hasta los centros urbanos, donde se usa. La soluci¨®n est¨¢ en construir un gasoducto.
A principios de mayo, el presidente Fern¨¢ndez estuvo de gira por Espa?a, Francia y Alemania. Vendi¨® all¨ª a Argentina como opci¨®n a los hidrocarburos que Europa ya no puede comprar a Rusia. Ped¨ªa a cambio inversiones para el sector, hoy atorado por la falta de infraestructuras. ¡°Argentina necesita un gasoducto en Vaca Muerta¡±, dice Victoria Terzaghi, editora jefe de energ¨ªa del diario R¨ªo Negro. ¡°Pero es una obra que llega tarde; se intent¨® hacer con Mauricio Macri, porque ya se sab¨ªa lo que iba a pasar¡±, explica.
El problema es simple: Vaca Muerta est¨¢ en niveles r¨¦cord de producci¨®n de gas, pero los ductos actuales est¨¢n saturados y ya no es posible enviar el carburante a las plantas de distribuci¨®n. Sin gas en las grandes ciudades, el pa¨ªs debe importarlo en barcos gas¨ªferos que se comen las reservas. Una fuente del sector petrolero explica que ¡°la construcci¨®n del gasoducto a Vaca Muerta permitir¨ªa reducir los niveles de importaci¨®n, abastecer el dom¨¦stico y plantear en el corto plazo un acceso a los mercados regionales¡±. ¡°La oportunidad est¨¢¡±, dice, ¡°pero Argentina requiere de inversi¨®n internacional significativa por un per¨ªodo de tiempo prolongado. Las condiciones econ¨®micas actuales, sin acceso a divisas, son un impedimento¡±, agrega.
El escenario es el del perro que se muerde la cola. Por la falta de d¨®lares, Argentina aplica un f¨¦rreo control de cambios y limita la repatriaci¨®n de las ganancias de las multinacionales. Esas mismas restricciones espantan las inversiones de largo plazo, como las necesarias en el sector petrolero. Y aqu¨ª volvemos al gasoducto, que el Gobierno ha llamado N¨¦stor Kirchner, en honor al expresidente y marido de la actual vicepresidenta. La salida de Kulfas del ministerio de Desarrollo Productivo es la foto de una gran crisis.
La pol¨ªtica energ¨¦tica argentina est¨¢ en manos del kirchnerismo. Su gente controla la secretar¨ªa de Energ¨ªa, y con ella las agencias encargadas de desarrollar la producci¨®n de gas, electricidad y petr¨®leo. Alberto Fern¨¢ndez y los pocos ministros que le responden, entre ellos Kulfas -antes de su salida- y el ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, han chocado varias veces contra los funcionarios kirchneristas a cargo del sector. La pelea paraliz¨® cualquier estrategia de Estado, hasta que la guerra en Ucrania dispar¨® la factura de la importaci¨®n de gas y se reactiv¨® la idea del gasoducto. Fern¨¢ndez inaugur¨® con solemnidad la construcci¨®n del ducto incluso antes de que Energ¨ªa Argentina, la oficina a cargo de la obra, haya iniciado el proceso de licitaci¨®n. Pronto empezaron los problemas.
La semana pasada, durante la conmemoraci¨®n del centenario de la petrolera estatal YPF, Cristina Kirchner, se pregunt¨® porqu¨¦ Techint, la empresa que fabricar¨¢ los ca?os del gasoducto, ¡°no trae su laminadora a la Argentina y hace ac¨¢ esa chapa que le compra a Usiminas, en Brasil¡±. Usiminas es una de las mayores metal¨²rgicas de Am¨¦rica Latina. Como en Argentina la chapa necesaria para producir los ca?os no se produce en el espesor necesario, Techint se los compra a Usiminas, de la cual es socia en un 20%. Fern¨¢ndez, sentado a su lado, recibi¨® el golpe.
Fue entonces que desde el ministerio de Kulfas filtraron una declaraci¨®n a la prensa donde acusaban al kirchnerismo de haber beneficiado a Techint en el contrato. El presidente, que ensayaba entonces una tregua con Kirchner, sacrific¨® a un hombre leal y lo sac¨® del cargo. Kulfas no se fue en silencio. El martes reparti¨® a los medios su carta de renuncia, 14 carillas donde mezcl¨® dosis de catarsis con graves denuncias.
Kulfas acus¨® a los funcionarios de Kirchner de demorar el inicio del gasoducto y de sostener, contra la opini¨®n del ministro Econom¨ªa, un sistema de subsidios a la energ¨ªa en los hogares que el a?o pasado cost¨® a las arcas p¨²blicas 11.000 millones de d¨®lares, equivalentes a 2,3% del PIB. Las tarifas de electricidad, gas y agua llevan congeladas desde finales del Gobierno de Mauricio Macri y acumulan un retraso de m¨¢s de 200%, en un esfuerzo por evitar que sumen presi¨®n a la inflaci¨®n.
¡°El segundo desaf¨ªo era salir del desquiciado sistema de subsidios a la energ¨ªa que rige en nuestro pa¨ªs desde hace dos d¨¦cadas¡±, escribi¨® Kulfas, ¡°el cual tiene un enorme costo fiscal, es socialmente injusto, centralista, anti federal y pro rico (¡), que como peronista me averg¨¹enza¡±, escribi¨® Kulfas, ya sin la presi¨®n del cargo.
Desde Energ¨ªa Argentina le contestaron con un escrito: ¡°Lamentablemente se observa que mientras la Secretar¨ªa de Energ¨ªa fue una dependencia bajo su ¨®rbita, hasta agosto del a?o pasado, y tampoco posteriormente, logr¨® entender c¨®mo funciona el sistema energ¨¦tico¡±. La guerra abierta est¨¢ declarada. Mientras tanto, la obra del gasoducto se encuentra reci¨¦n en su etapa inicial y es poco probable que est¨¦ lista para finales del a?o pr¨®ximo, como espera, y necesita, el Gobierno.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.