Condenados a cadena perpetua cuatro exmilitares argentinos por los ¡®vuelos de la muerte¡¯

Durante la ¨²ltima dictadura argentina, el Ej¨¦rcito us¨® aviones para arrojar al agua desde gran altura a personas secuestradas. En un fallo de gran relevancia, un tribunal consider¨® probada la existencia de vuelos de la muerte que part¨ªan desde la guarnici¨®n militar de Campo de Mayo, la mayor de Argentina, situada a las afueras de Buenos Aires. El Tribunal Oral Federal 2 de San Mart¨ªn conden¨® a cadena perpetua a cuatro exmilitares por los delitos de privaci¨®n ilegal de la libertad, torturas y homicidio contra cuatro v¨ªctimas.

Los condenados fueron el excomandante de Institutos Militares Santiago Omar Riveros, el excomandante del Batall¨®n de Aviaci¨®n 601 Luis del Valle Arce y dos oficiales m¨¢s de ese batall¨®n, Delsis Malacalza y Eduardo Lance. Con el fallo condenatorio de este lunes, Riveros, supervisor de lo que ocurr¨ªa en Campo de Mayo, acumula ya 16 sentencias a cadena perpetua.

Los jueces solicitaron que se realicen estudios m¨¦dicos para determinar si los tres integrantes del Batall¨®n pueden cumplir la condena en c¨¢rcel com¨²n. En la actualidad est¨¢n en prisi¨®n domiciliaria. Adem¨¢s, el tribunal pidi¨® profundizar la investigaci¨®n sobre qui¨¦nes actuaron como pilotos y copilotos de los vuelos de la muerte que tuvieron lugar en Campo de Mayo.

El veredicto emitido este lunes es el primero en el que la Justicia reconoce los vuelos de la muerte como mecanismo de exterminio del Ej¨¦rcito durante la dictadura. En 2017, hab¨ªa considerado probado ya su uso por parte de la Armada con la condena a dos pilotos de los vuelos que partieron desde la Escuela Superior de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de detenci¨®n del r¨¦gimen militar. Las condenas formaron parte entonces del veredicto del mayor juicio de la historia de Argentina, la llamada megacausa de la ESMA, con 54 imputados por los delitos cometidos contra 789 v¨ªctimas.

En el fallo dictado este lunes se juzg¨® de forma exclusiva la mec¨¢nica de los vuelos de la muerte. Con ellos se sospecha que el Ej¨¦rcito desapareci¨® a gran parte de los 4.000 detenidos que pasaron por all¨ª, pero el juicio se centr¨® en cuatro casos de los que se encontraron los restos en la orilla, donde llegaron empujados por la marea. Se trata de Juan Carlos Rosace, Adri¨¢n Accrescinbeni, Roberto Arancibia y Rosa Eugenia Novillo Corval¨¢n. Fueron secuestrados entre 1976 y 1977 y trasladados al centro clandestino de detenci¨®n El Campito que funcion¨® en Campo de Mayo. All¨ª les sometieron a torturas y despu¨¦s fueron drogados, subidos a aviones y arrojados desde gran altura al mar o al R¨ªo de la Plata.

El juicio comenz¨® en 2020 y su proceso ha sido muy complejo no s¨®lo por la pandemia sino tambi¨¦n por los hechos juzgados. Como nadie sobrevivi¨® a los vuelos de la muerte no hay testigos directos y casi ning¨²n militar, salvo Adolfo Scilingo y V¨ªctor Ib¨¢?ez, ha confesado jam¨¢s que sab¨ªa de su existencia o particip¨® en ellos.

La principal fuente para reconstruir lo sucedido fueron los exconscriptos, es decir, j¨®venes que realizaron el servicio militar obligatorio en Campo de Mayo entre 1976 y 1977. Seg¨²n sus testimonios, citados por el diario P¨¢gina 12, el destino com¨²n de los vuelos era Punta Indio, casi 150 kil¨®metros al sur de Buenos Aires, en la desembocadura del R¨ªo de la Plata.

Algunos exconscriptos relataron haber encontrado pertenencias de detenidos en las cercan¨ªas de la pista desde donde despegaban los aviones, mientras que otros encontraron tambi¨¦n ampollas de Ketalar, la droga que se usaba para adormecerlos antes del traslado. Por regla general hab¨ªa como m¨ªnimo un vuelo de la muerte por semana.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n