La hija ¡®desobediente¡¯ de un torturador argentino pelea por no ser excluida de la herencia por ¡°indigna¡±
Eduardo Kalinec, condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, ha denunciado a su hija para impedir que acceda a la sucesi¨®n de bienes
Anal¨ªa Kalinec naci¨® en 1979, en plena dictadura argentina. Cuando era ni?a, su padre, el oficial de polic¨ªa Eduardo Kalinec, le hac¨ªa cosquillas y le contaba el cuento de Colita de Algod¨®n, un conejo que no hace caso y se lastima. ¡°Hay que hacer caso, hay que obedecer. Soy su vizcachita, cuando llega voy gateando a colgarme de su pantal¨®n, me levanta en brazos, me abraza, me da besos y se r¨ªe de mis dientitos. Es bueno mi pap¨¢. No quiero que se enoje, hago caso¡±, escribe Kalinec en el libro de memorias Llevar¨¦ su nombre (Marea, 2021). Kalinec creci¨® y cuando supo que su padre hab¨ªa cometido cr¨ªmenes de lesa humanidad durante la dictadura se rebel¨® contra el mandato de silencio impuesto. El represor, condenado a cadena perpetua, busca castigar la desobediencia de su hija con una demanda ante los tribunales para que la declaren indigna y privarla as¨ª de la herencia familiar.
¡°La demanda donde buscan excluirme y declararme indigna es la expresi¨®n m¨¢xima y m¨¢s acabada de hasta d¨®nde llega el odio y la imposibilidad de convivir con la diferencia de mi propio padre y mis hermanas¡±, dice Kalinec por tel¨¦fono.
En Argentina no se puede desheredar a los hijos. La legislaci¨®n los declara herederos forzosos de al menos dos tercios de la fortuna de sus padres. Para perder ese derecho la Justicia tiene que avalar que han cometido alg¨²n acto de gravedad contra sus progenitores que los vuelve indignos de la sucesi¨®n de bienes, como atentar contra su vida o denunciarlos en falso.
Kalinec se enter¨® de la denuncia en su contra el 22 de febrero de 2019, el d¨ªa del 67 cumplea?os de su padre. Su madre hab¨ªa fallecido cuatro a?os antes. En el escrito que present¨® ante los tribunales, Eduardo Kalinec se pregunta cu¨¢nto contribuy¨® el repudio p¨²blico de la segunda de sus cuatro hijas a la condena a cadena perpetua que recibi¨® en 2010. Seg¨²n su testimonio, en su familia marchaba todo bien hasta 2005, cuando fue detenido. Poco despu¨¦s, su hija fue ¡°detectada¡± por activistas y comenz¨® a dar cr¨¦dito a las acusaciones que pesaban contra ¨¦l.
¡°En mi familia hab¨ªa un mandato de silencio tan fuerte que incluso hacer preguntas ya expulsaba. Mi mam¨¢ me dijo que me hab¨ªa dado un ataque de zurdaje, que me alejase de esos activistas, que como iba a hacer cuestionamientos despu¨¦s de todo lo que mi pap¨¢ hizo por nosotras¡±, recuerda Kalinec sobre el momento en el que comenz¨® a distanciarse de su propia familia.
Despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada sin verse ni mantener ning¨²n tipo de contacto, padre e hija se cruzaron en octubre de 2019 durante una audiencia de conciliaci¨®n obligatoria dictada en el marco de esa denuncia. La semana pasada, Kalinec present¨® su alegato y pidi¨® a la jueza que desestime la demanda por ¡°indignidad¡± contra ella. ¡°No permita que esta hija desobediente a los mandatos de silencio sea castigada por pensar diferente del padre genocida¡±, solicit¨® a la jueza Marcela Eiff. Est¨¢ previsto que se dicte sentencia antes de que termine el a?o.
¡°El v¨ªnculo de cari?o y de lealtad familiar no nos exime de repudiar estos cr¨ªmenes y de trabajar para que nunca m¨¢s se cometan¡±, explica Kalinec ante su decisi¨®n de denunciar p¨²blicamente las atrocidades perpetradas por su padre. La Justicia consider¨® probada su participaci¨®n en secuestros, torturas y asesinatos cometidos en los centros clandestinos de detenci¨®n Atl¨¦tico, Banco y Olimpo, en Buenos Aires.
Durante el juicio en el que el expolic¨ªa fue condenado a perpetua, algunos sobrevivientes lo identificaron como el Doctor K y describieron algunas de las torturas que les infligi¨®. Ana Mar¨ªa Careaga, detenida cuatro meses en el Atl¨¦tico, declar¨® que la pateaba cuando iba al ba?o. ¡°?Quer¨¦s que te abra de piernas y te haga abortar?¡±, la amenaz¨® en una ocasi¨®n. Careaga ten¨ªa 16 a?os y estaba embarazada de tres meses cuando los militares la secuestraron. Miguel D¡¯Agostino, otro sobreviviente, lo reconoci¨® como uno de los tres hombres que lo interrogaron con picana el¨¦ctrica en el ¡°quir¨®fano¡±, como llamaban a la sala de torturas de este centro clandestino de detenci¨®n.
En 2020, la Justicia concedi¨® a Eduardo Kalinec el beneficio de acceder a salidas transitorias. Entre quienes se opusieron estaba Anal¨ªa. ¡°Mi pap¨¢ fue juzgado y condenado, pero nunca se arrepinti¨® y volver¨ªa a hacerlo¡±, cuestion¨® su hija en ese momento. Hoy Kalinec integra el colectivo Historias desobedientes, formado por familiares de represores. ¡°Las familias son el n¨²cleo duro donde se reproducen las l¨®gicas de negacionismo y los discursos de odio. Es importante poder entender esas l¨®gicas para que no se repitan m¨¢s¡±, asegura.
¡°Ante el negacionismo de mi padre y de mis hermanas, quiero expresamente reivindicar y enumerar en este alegato cada uno de los casos, cada una de las v¨ªctimas por su nombre y apellido por las que mi padre fue condenado por homicidio agravado, por secuestro calificado y por torturas en 153 hechos y dar por tierra la supuesta generalidad de lesa humanidad¡±, dijo en su alegato Kalinec. Desobedecer ¡ªle reclam¨® a la jueza¡ª cuando tu padre es un criminal, no puede ser motivo para ser declarada indigna.
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