Jorge Griffa: ¡°Al jugador del Atleti que pensaba que pod¨ªa perder lo transform¨¢bamos en ganador absoluto¡±
A los 87 a?os, el argentino rememora desde Buenos Aires sus a?os de gloria en el Atl¨¦tico de Madrid y el descubrimiento de figuras como Gabriel Batistuta, Jorge Valdano y Carlos Tevez
En su departamento de un octavo piso de Recoleta, uno de los barrios m¨¢s elegantes de Buenos Aires, Jorge Bernardo Griffa mont¨® un museo personal de su vida en el f¨²tbol. A¨²n en actividad a los 87 a?os (ocasionalmente viaja a Rosario para darles charlas a los futbolistas que se entrenan en las divisiones inferiores de Newell¡¯s en el predio que lleva su nombre), Griffa habla entre camisetas, fotos, cuadros, premios, libros y banderines que grafican una trayectoria de siete d¨¦cadas, primero como futbolista y luego como descubridor y formador de j¨®venes. En su colecci¨®n sobresalen los recuerdos de Newell¡¯s, el ¨²nico club para el que jug¨® en su pa¨ªs y en el que comenz¨® su b¨²squeda de talentos, y del Atl¨¦tico de Madrid, en el que se convirti¨® en leyenda. En diez a?os, entre 1959 y 1969, gan¨® cinco t¨ªtulos y form¨® parte de un equipo que los abuelos atl¨¦ticos repitieron como mantra a sus descendientes: ¡°Griffa, Rivilla, Calleja¡±. El argentino tampoco olvida al club al que define como su ¡°gran amor¡±: para su perfil de whatsapp eligi¨® una foto de su etapa como jugador del Atleti. Al lado escribi¨® ¡°memento mori¡±, expresi¨®n latina que significa ¡°recuerda que morir¨¢s¡±.
Pregunta. ?C¨®mo se hizo futbolista?
Respuesta. Yo quer¨ªa jugar al f¨²tbol pero por el hecho de jugar. No ten¨ªa ninguna pretensi¨®n. Mi viejo me dijo ¡®metele para adelante, entretenete y despu¨¦s ves lo que pasa¡¯. Me entretuve mucho tiempo hasta que don Adolfo Cheli, el ¡®alem¨¢n¡¯ de Newell¡¯s, dijo ¡®este pibe es para Newell¡¯s¡¯. Yo ten¨ªa 15, 16 a?os. Debut¨¦ en Primera Divisi¨®n en 1954. Yo me conformaba con ser jugador de Primera, que era muy dif¨ªcil en ese tiempo. Ir a Europa era pr¨¢cticamente imposible.
P. En esa ¨¦poca hab¨ªa muy pocas ventas de Sudam¨¦rica a Europa. Adem¨¢s no jugaba en ning¨²n club grande de Buenos Aires y era defensor. ?C¨®mo lleg¨® a Espa?a?
R. Medianamente ten¨ªa todo en contra, ?no? Pero llegu¨¦ a la selecci¨®n argentina y fui campe¨®n en el Sudamericano (actual Copa Am¨¦rica) que se jug¨® en Buenos Aires en 1959. Marqu¨¦ a Pel¨¦ y me fue bien. Don Arturo Boghossian, un empresario armenio que trabajaba como intermediario, me dijo ¡®Oye, te llevo para Europa¡¯. Pero hab¨ªa tantas dificultades que pens¨¦ ¡®sigo ac¨¢, si ya juego en la selecci¨®n¡¯. Boghossian insisti¨® y me llev¨® a Paraguay.
P. ?A Paraguay? En su trayectoria nunca se hizo referencia a un paso suyo por ese pa¨ªs.
R. Es que en el f¨²tbol paraguayo te daban papeles administrativos, de contrabando, que te ayudaban para irte a Europa con respaldo. Eran imposibles de conseguir en Argentina. Pero estuve unos meses en Asunci¨®n y no pas¨® nada. En el hotel donde paraba, de noche, me despertaban algunos ruidos. Una vez vi que eran ratones en mi habitaci¨®n. Lo que tuvo que pasar uno para llegar a ser algo importante dentro del f¨²tbol. Me tom¨¦ un hidroavi¨®n de regreso a Argentina y me baj¨¦ en Rosario, enfrente del Monumento a la Bandera (sobre el r¨ªo Paran¨¢). Otra vez me dije ¡®me quiere el t¨¦cnico de la selecci¨®n, Guillermo St¨¢bile, as¨ª que de ac¨¢ no me muevo¡¯. Pero de pronto y porrazo volvi¨® a aparecer Boghossian: ¡°T¨² te vienes conmigo a Espa?a, a Barcelona¡±.
P. ?C¨®mo lleg¨®, entonces, al Atl¨¦tico de Madrid?
R. Yo no entend¨ª qu¨¦ pasaba porque era el negocio del empresario con el club de origen, pero nunca llegamos a Barcelona. Fuimos autom¨¢ticamente para el lado de Madrid, al Atleti. Me qued¨¦ diez a?os y gan¨¦ t¨ªtulos. El Atleti fue mi gran amor. A los jugadores de Am¨¦rica nos costaba much¨ªsimo. S¨®lo hab¨ªa algunos, en la vereda de enfrente, como Alfredo Di St¨¦fano, H¨¦ctor Rial y el uruguayo (Jos¨¦) Santamar¨ªa. Uno los reconoc¨ªa por lo que estaban haciendo. Y dije ¡®bueno, ahora me toca a m¨ª¡¯.
P. Entr¨® a lo campe¨®n: lleg¨® en 1959 y en los dos a?os siguientes gan¨® sus dos primeros t¨ªtulos.
R. Nos dirig¨ªa Pepe Villalonga, que era un gran t¨¦cnico aunque no era un t¨¦cnico de f¨²tbol, sino un preparador f¨ªsico, como sol¨ªa ser en esa ¨¦poca. Nos impulsaba a dejar todo por el club y cre¨® un ambiente favorable. En 1960 y 1961 ganamos dos veces seguidas la Copa del Rey, que entonces se llamaba la Copa del General¨ªsimo, en la propia cancha del Real Madrid, que era imbatible. M¨¢s tarde ganamos otra Copa del General¨ªsimo, una liga y una Recopa europea, a la Fiorentina.
P. ?C¨®mo eran esos duelos con Di St¨¦fano, compatriota y rival?
R. Yo le dec¨ªa ¡®pelado¡¯. Ten¨ªamos muy buena relaci¨®n afuera de cancha pero adentro ¨¦ramos a cara de perro. Me acuerdo un di¨¢logo con Di St¨¦fano cuando terminaba la segunda final. Faltaban cinco minutos, le ¨ªbamos ganando 2-1 al Real Madrid y Alfredo me dijo ¡®nos ganan otra vez, Jorge, vamos a volver a perder con ustedes¡¯. Le respond¨ª ¡®s¨ª, y no te acerques por ac¨¢ porque no solo vas a perder el partido sino tambi¨¦n vas a perder la cabeza¡¯, ja ja. Igual ten¨ªa muy buena relaci¨®n, como con Rial. Hab¨ªa una diferencia grande entre Am¨¦rica y Europa, algo que ahora no se siente, y estar con argentinos en Espa?a era como estar con familiares.
P. ?En el Atl¨¦tico qui¨¦n lo ayud¨® m¨¢s?
R. [Isacio] Calleja. Le dije ¡®vos me vas a ense?ar a vivir afuera de la cancha y yo te voy a ense?ar adentro¡±. Calleja era un ejemplo, yo viv¨ªa en un departamento con ¨¦l, en Madrid. Era abogado y me ayud¨® a crecer: yo lo pod¨ªa ayudar a crecer en el f¨²tbol porque ten¨ªa una condici¨®n futbol¨ªstica superior. ?l en la vida en la sociedad y yo en el f¨²tbol.
P. ?En aquel Atl¨¦tico usted hablaba de mitad de cancha para atr¨¢s y Luis Aragon¨¦s del medio para adelante?
R. Luis fue una figura estelar y nos encontramos cuando lleg¨® desde el Betis. Yo le dec¨ªa ¡®Luis, vos manej¨¢ al equipo de la mitad para adelante, que es tu ¨¢rea, y dej¨¢ que la parte de atr¨¢s la manejo yo¡¯. Y ah¨ª hicimos del Atl¨¦tico un gran ganador.
P. Aragon¨¦s dijo una vez ¡°Griffa me ense?¨® a ganar¡±. ?Puede explicarlo?
R. Atl¨¦tico de Madrid llegaba en segundo orden y yo plante¨¦ ¡®?por qu¨¦ en segundo orden si podemos ser primeros? Ac¨¢, el que piensa que va a ser jugador de segunda divisi¨®n, se puede ir¡¯. Mi mensaje a la gente del Atleti era: hay que ser ganador por ley natural. Y as¨ª fuimos campeones por ley natural de muchas cosas. Era una ¨¦poca en que, cuando se iba de visitante, se iba pr¨¢cticamente a perder el partido, y yo dec¨ªa ¡®me importa un comino contra quien juguemos, vamos a ganar de todas maneras, ac¨¢ nos olvidamos de pensar en perder¡¯. Y as¨ª la mentalidad del Atl¨¦tico pas¨® a ser efectiva, ganadora. Hab¨ªa varios en esa actitud, como Adelardo, Calleja, [Feliciano] Rivilla, [Miguel] Jones y tantos otros.
P. ?Qu¨¦ clase de defensor central era? ?Ten¨ªa el perfil que se le adjudica al Atl¨¦tico, de futbolista combativo?
R. Era un perro trabajando. No pod¨ªa pensar que ¨ªbamos a perder, para m¨ª no exist¨ªa perder. Naturalmente, alguna vez nos toc¨®, pero ¨¦ramos ganadores plenos, en todos los sentidos. El jugador que pensaba que pod¨ªa perder no estaba en nuestro campo: los transform¨¢bamos en ganadores absolutos y totales.
P. En 2019 conoci¨® el nuevo Metropolitano y se volvi¨® a juntar con muchos de esos jugadores. El club lo trat¨® de ¡°leyenda¡±.
R. Fue una gran emoci¨®n. Me llevaron casi de prepo antes de este problema mundial de la pandemia. A¨²n hay un mont¨®n de gente, ya antigua en edad, que recuerda c¨®mo ofrec¨ª el sacrificio, el deseo de superaci¨®n y la ayuda a quienes estaban al lado mio. Me encontr¨¦ con ex compa?eros y simpatizantes que me hab¨ªan visto jugar y ganar t¨ªtulos. Estaban [Jorge] Mendoza, Adelardo, [Jos¨¦ Eulogio] G¨¢rate y tantos otros. Crecimos juntos y fue hermoso volver a darles un abrazo.
P. Argentinos y s¨ªmbolos del Atl¨¦tico de Madrid. ?Sigue sin conocer a Diego Simeone?
R. No tuve la posibilidad de hablar con ¨¦l. Tampoco quiero provocar una situaci¨®n para llamarlo. Habr¨ªa sido lindo pero no tuve contacto con ¨¦l.
P. ?Fue una especie de Simeone antes de Simeone?
R. No voy a entrar en esos c¨¢lculos y comparaciones. ?l tiene un trabajo que fue muy efectivo, y lo sigue siendo, y yo tuve el m¨ªo. Fueron situaciones distintas pero muy buenas para el Atl¨¦tico.
P. ?Por qu¨¦ su experiencia como t¨¦cnico fue muy breve, apenas unos partidos en Newell¡¯s, en 1972?
R. Estuve diez a?os en el Atl¨¦tico de Madrid, luego dos a?os en el Espanyol y despu¨¦s ya volv¨ª a Argentina. Era tiempo de regresar. Pero no estaba preparado para dirigir, desgraciadamente. Uno se piensa que, despu¨¦s de jugar, conoce todo, pero a veces no sabe nada. La vida nos marca determinadas cosas, y ¨¦sa fue una. Me di cuenta que no era para m¨ª y me prepar¨¦ para dirigir a los m¨¢s chicos, a que tengan una mentalidad exitosa. Ah¨ª s¨ª creo que fui efectivo, en Newell¡¯s (1972-1995) y en Boca (1996-2007).
P. ?A cu¨¢ntos futbolistas descubri¨® como formador en Newell¡¯s? Gabriel Batistuta, Jorge Valdano, Maxi Rodr¨ªguez, Abel Balbo, Am¨¦rico Gallego, Gabriel Heinze, Gerardo Martino, Marcelo Bielsa, Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo, Lionel Scaloni¡
R. Una cantidad que ya no recuerdo. Newell¡¯s se hizo grande yendo a buscar jugadores, no esper¨¢ndolos. Los ¨ªbamos a buscar al interior del pa¨ªs. Hicimos un club que fue campe¨®n argentino con el esfuerzo, el sacrificio y la entrega de esos jugadores que capitalizamos en cada provincia.
P. Algunos de esos viajes fueron con Bielsa, cuando dirig¨ªa en las inferiores.
R. Con ¨¦l encontramos a (Mauricio) Pochettino en un campeonato en Murphy, en el sur de Santa Fe. Nos gustaron sus condiciones y lo fuimos a buscar a la casa. No s¨¦ si eran las 2 de la madrugada, o la medianoche, pero no hab¨ªa timbre y le tocamos la puerta. Le dijimos al padre que lo quer¨ªamos. Nos dijo que ya estaba apalabrado para otro club, el de la vereda de enfrente (Rosario Central). ¡®?Pero ya firm¨®?¡¯, le preguntamos. ¡®No¡¯, respondi¨®. Y entonces lo convencimos: ¡®Que venga a jugar un campeonato con nosotros y luego decida si van a Central o Newell¡¯s¡¯. Insertamos a Pochettino en un torneo, salimos campeones y, de regreso, nos dijo ¡®yo me quedo en Newell¡¯s¡¯. Situaciones de esa naturaleza hubo varias.
P. ?Y en Boca?
R. A Carlos Tevez lo vi yendo en un campito hacia el aeropuerto de Buenos Aires. Estaba entre otros chicos y pens¨¦ ¡®este chico juega bien¡¯. Ram¨®n Maddoni (otro especialista en descubrir talentos) me dijo ¡®tiene cosas de Maradona¡¯. Le respond¨ª ¡®no, no tiene cosas de Maradona: es Maradona¡¯.
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