De vender algodones de az¨²car a preparar un magnicidio: as¨ª son Los Copitos, la banda que atent¨® contra Kirchner

Se hacen llamar Los copitos. No es un nombre muy original: venden copos de az¨²car en las plazas y en las puertas de las escuelas. Son seis y tienen un jefe: Gabriel Carrizo, de 27 a?os, due?o de la bombona de gas y el carrito de donde salen esas nubes de algod¨®n rosado que se deshacen en la boca. En el resto del grupo hay una mujer, Brenda Uliarte, de 23 a?os, y un hombre de 35 llamado Fernando Sabag Montiel. En la ¨²ltima semana de agosto, Carrizo, Uliarte y Sabag Montiel movieron el carrito cargado de algodones de az¨²car hasta la casa de Cristina Kirchner. Cientos de personas se reun¨ªan all¨ª cada d¨ªa para apoyar a la vicepresidenta, que por esos d¨ªas enfrentaba un pedido de 12 a?os de c¨¢rcel por parte de un fiscal que la investiga por presunta corrupci¨®n. Vender copos de az¨²car en un sitio tan poco habitual no fue una decisi¨®n motivada por cuestiones comerciales.

El 1 de septiembre pasado, Sabag Montiel gatill¨® un arma a cent¨ªmetros de la cabeza de Kirchner. Uliarte, que estaba all¨ª, huy¨® con disimulo entre la gente. Horas despu¨¦s, escribi¨® al tel¨¦fono de Carrizo frustrada por el resultado del ataque. ¡°La pr¨®xima vez voy y gatillo yo¡±, le escribi¨® al due?o de la bombona, visiblemente molesta porque la bala de la Bersa que llevaba Sabag Montiel nunca sali¨®. El 2 de septiembre al mediod¨ªa, Uliarte, Carrizo y otros cuatro integrantes de la banda de los Los Copitos se plantaron frente a la c¨¢mara de un telediario para aclarar que no ten¨ªan nada que ver con el atentado. Carrizo se present¨® en la entrevista como el l¨ªder de los vendedores de copos de az¨²car y UIiarte como novia del magnicida fallido. Dijeron entonces que Sabag Montiel, atrapado en el momento del ataque, era un lobo solitario que hab¨ªa ocultado sus planes al resto de sus compa?eros. La mentira dur¨® poco.

Uliarte fue detenida d¨ªas despu¨¦s cuando abordaba un tren de cercan¨ªas en Buenos Aires. La polic¨ªa arrest¨® tambi¨¦n a Agustina D¨ªaz, una joven que Uliarte ten¨ªa agendada en su tel¨¦fono como ¡°amor de mi vida¡±. Carrizo cay¨® 13 d¨ªas despu¨¦s, cuando desde los tribunales le pidieron que pasase a retirar el tel¨¦fono m¨®vil que hab¨ªa dejado en manos de la polic¨ªa tras declarar como testigo. Todas las miradas est¨¢n puestas ahora en este joven de 27 a?os del que poco se conoce. Es un marginal, pero no recibe planes de ayuda estatal. En el pasado trabaj¨® en una empresa de equipos de refrigeraci¨®n y en un local de comidas r¨¢pidas. Ahora ten¨ªa una bombona y un carro de copos de az¨²car que, seg¨²n ¨¦l, daba de comer al resto de los integrantes del grupo. Los mensajes que intercambi¨® con Uliarte, la novia del atacante, d¨ªas despu¨¦s del disparo fallido contra Kirchner desarmaron poco a poco la idea de que Sabag Montiel hab¨ªa actuado solo.

¡°La pr¨®xima voy y gatillo yo, Nando fall¨®. Yo s¨ª s¨¦ disparar bien, no me tiembla la mano¡±, le escribi¨® Uliarte a Carrizo la misma noche del atentado. ¡°?Quer¨¦s hacerlo?¡±, le pregunt¨® el l¨ªder del grupo. ¡°Te juro que s¨ª. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarlo bien. Pasa que Nando no tiene mucha pr¨¢ctica y le tembl¨® el pulso¡±, le contest¨® la joven. La conversaci¨®n avanz¨® luego hacia estrategias de escape. Uliarte no cree que ha sido identificada hasta que Uliarte le advierte que ya circula en todos los medios que es la novia del atacante. ¡°Te dir¨ªa que vengas ac¨¢¡±, le dice Carrizo. ¡°?Posta, que saben mis datos? Estoy en un lugar seguro¡±, le responde UIiarte, sin saber que pronto ser¨ªa arrestada.

La justicia ha imputado hasta ahora a Sabag Montiel y Uliarte como coautores del intento de asesinato de Cristina Kirchner. Este jueves, los jueces negaron a Agustina D¨ªaz la excarcelaci¨®n al considerarla al menos encubridora de todo el plan. Carrizo est¨¢ preso a la espera de que se decida si finalmente es procesado. El d¨ªa del ataque, el l¨ªder del grupo cambi¨® su estado de whatsapp con una amenaza al presidente Fern¨¢ndez. ¡°?Seguro el pr¨®ximo sos vos, Alberto! ?Ten¨¦ cuidado!¡±, escribi¨®. La frase convenci¨® a Fern¨¢ndez de que era el pr¨®ximo objetivo de la banda de Los Copitos, como dijo en una entrevista la semana pasada.

La justicia no ha podido determinar aun si la cadena de responsabilidades termina en Los Copitos. No tiene pruebas contra los otros tres vendedores de algod¨®n de az¨²car que trabajaban bajo las ¨®rdenes de Carrizo ni han encontrado evidencia de que haya detr¨¢s un cerebro con intereses pol¨ªticos m¨¢s sofisticados.

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