Argentina y Chile suman un nuevo altercado diplom¨¢tico

El presidente de Argentina, Alberto Fern¨¢ndez, considera a Gabriel Boric un amigo. El sentimiento es mutuo. En abril del a?o pasado, el chileno visit¨® Buenos Aires en su primer viaje al exterior como presidente, se entusiasm¨® con la idea de un nuevo frente de izquierda latinoamericano y recibi¨® de regalo un disco de Charly Garc¨ªa que Fern¨¢ndez atesoraba en su casa. Desde entonces, sin embargo, las relaciones entre ambos pa¨ªses han sido un camino de espinas. Una suma de peque?os incidentes diplom¨¢ticos, que tanto pesan en las relaciones bilaterales, han quitado brillo a una relaci¨®n que se esperaba luminosa. El ¨²ltimo fue obra de Fern¨¢ndez. El argentino puso su firma en una carta del Grupo de Puebla, integrado por expresidentes y l¨ªderes progresistas, con duras criticas a la justicia chilena. ¡°Yo respeto las instituciones, espero lo mismo de mis colegas¡±, respondi¨® Boric.

La Canciller¨ªa argentina no hizo referencia alguna a la carta, pero del lado chileno las reacciones fueron abiertas. La canciller, Antonia Urrejola, dijo que hab¨ªa hablado con su par de Justicia, Luis Cordero, y con el embajador argentino en Santiago, Rafael Bielsa. ¡°Nos parece [junto a Cordero] que las declaraciones de esa carta son absolutamente improcedentes. El Gobierno no solo respeta, sino que protege la autonom¨ªa del Poder Judicial y del Ministerio P¨²blico¡±, dijo.

El texto, titulado Una justicia dilatada es una justicia denegada, carga contra una investigaci¨®n sobre financiamiento ilegal de la pol¨ªtica por parte de la minera SQM. Los firmantes respaldan puntualmente a uno de los ocho imputados, el l¨ªder del Partido Progresista de Chile (PRO), Marco Enr¨ªquez-Ominami, quien arriesga hasta cuatro a?os de c¨¢rcel por delitos tributarios.

Marco Enr¨ªquez-Ominami es uno de los fundadores del Grupo de Puebla y amigo personal del presidente Fern¨¢ndez. ¡°Desde el 2015, viene siendo acusado por fiscales ligados directamente al expresidente de derecha Sebasti¨¢n Pi?era¡±, comienza el texto sobre el caso SQM, donde uno de los imputados es un exministro de Econom¨ªa de Pi?era, Pablo Longueira. ¡°Fiscales con dedicaci¨®n exclusiva y con gran apoyo medi¨¢tico y financiero han ido dilatando el juicio (¡­) La dilaci¨®n del juicio vulnera gravemente los derechos b¨¢sicos del l¨ªder progresista [por Enr¨ªquez-Ominami] por el da?o reputacional causado. Otro caso de lawfare como los adelantados en Am¨¦rica Latina para perseguir dirigentes progresistas, estigmatizarlos, se?alarlos y despu¨¦s declararlos inocentes cuando el da?o moral ha sido causado¡±, contin¨²a el texto.

El lawfare es el uso de la judicatura con fines pol¨ªticos. L¨ªderes de la regi¨®n como la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, se consideran sus v¨ªctimas. De hecho, el Gobierno argentino est¨¢ en una guerra abierta contra el Poder Judicial en general y la Corte Suprema en particular, a la que acusa de perseguir a Kirchner en los tribunales para proscribirla como candidata a presidente en 2023. Los t¨¦rminos de la disputa argentina, que se ventila en los medios, no encaja en los c¨¢nones chilenos. Por eso el rechazo a la carta del Grupo de Puebla fue general. ¡°Desconoce cuestiones procesales relevantes del sistema institucional chileno¡±, dijo el ministro de Justicia, Luis Cordero. ¡°La leer¨ªa como apoyo pol¨ªtico a ME-O (Enr¨ªquez-Ominami), pero desde lo institucional su contenido es improcedente¡±, agreg¨®.

La carta, dice Paz Z¨¢rate, abogada chilena experta en derecho internacional, ¡°es una intromisi¨®n en asuntos externos¡±. ¡°La protesta del gobierno chileno est¨¢ totalmente justificada. El problema es que el Gobierno [de Gabriel Boric] transforma en algo personal temas de Estado. Lo ¨²ltimo que vi es que la Canciller¨ªa estaba considerando una nota de protesta. Espero que no se quede en la consideraci¨®n. Lo cort¨¦s no quita lo valiente¡±, agrega.

Para el analista argentino Jorge Castro, presidente del Instituto de Planeamiento Estrat¨¦gico, el problema ha sido que Fern¨¢ndez es el ¨²nico integrante del Grupo de Puebla que est¨¢ en activo. ¡°No es simplemente alguien con opiniones de temas diversos, en este caso la tardanza en el juzgamiento de Ominami, sino que es el representante de Argentina frente a Chile. Lo que es ins¨®lito es que no parezca advertir esta cuesti¨®n elemental¡±, dice Castro. ¡°Chile y el presidente Boric tienen un sentido pol¨ªtico institucional muy marcado, tiene instituciones fuertes, entre ellas la Justicia y de esto participa todo el sistema pol¨ªtico¡±, agrega.

Filtraci¨®n

El incidente de la carta, con todo, es el ¨²ltimo de una larga lista. El tropiezo m¨¢s sonado fue la filtraci¨®n de un audio de una reuni¨®n privada del ministerio de Relaciones Exteriores chileno, en el que se escuchaba a la ministra Urrejola protestar contra el embajador Bielsa. El enfado, que Urrejola le hizo saber a su hom¨®logo argentino, Santiago Cafiero, se produjo luego de que Bielsa criticara el rechazo del Gobierno de Boric al proyecto minero-portuario Dominga.

¡°Basta. Hace lo que quiere cuando tiene ganas ?y la explicaci¨®n es que est¨¢ loco?¡±, asegura la canciller chilena sobre el embajador Bielsa en el audio que se filtr¨® a la prensa en medio de la cumbre de la Celac celebrada en Buenos Aires, el 24 de enero pasado. El esc¨¢ndalo deriv¨® en una serie de gestos por parte de ambos pa¨ªses para enterrar r¨¢pidamente el episodio y traspasar el mensaje de que la relaci¨®n bilateral era ¡°excelente¡± y que los descargos de la canciller no empa?aron el hist¨®rico v¨ªnculo ¡°bajo ning¨²n concepto¡±.

Urrejola recibi¨® duras cr¨ªticas tras la filtraci¨®n que sali¨® desde el propio ministerio de Relaciones Exteriores. La principal consecuencia p¨²blica fue la salida de la jefa de Comunicaciones de la cartera, Lorena D¨ªaz. Uno de los reproches m¨¢s frecuentes por parte de los detractores del Gobierno de Boric es la cantidad de equivocaciones que cometen derivadas de la falta de experiencia.

¡°El Gobierno chileno se excus¨® de que no hubo consecuencias porque Alberto Fern¨¢ndez dijo que no las hab¨ªa¡±, dice Z¨¢rate, ¡°pero es una forma errada de verlo. No es digno para Chile tener que recurrir a que el presidente Fern¨¢ndez diga que no tiene relevancia, cuando en el audio se insulta gravemente al embajador de Argentina en Chile, que adem¨¢s es un excanciller¡±. Mientras el mar de fondo no se hab¨ªa a¨²n calmado, lleg¨® la carta del Grupo Puebla. Las relaciones diplom¨¢ticas entre Argentina y Chile parecen no tener paz.

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