Argentina no encuentra candidato

La pol¨ªtica argentina es un hervidero. Faltan cinco meses para las primarias de donde saldr¨¢n los nombres de aquellos que buscar¨¢n la presidencia en octubre. Los candidatos de las dos principales coaliciones, el Frente de Todos -peronista, hoy en el Gobierno- y Juntos por el Cambio -de centroderecha-, tienen las mayores posibilidades de triunfo. Pero elegir un nombre se ha convertido en una pesadilla. Del lado de la Casa Rosada, la pelea entre el presidente, Alberto Fern¨¢ndez, y su vice, Cristina Kirchner, bloquea cualquier posibilidad de acuerdo pol¨ªtico. En la oposici¨®n, el expresidente Mauricio Macri demora la definici¨®n sobre su eventual candidatura y aviva las diferencias internas. No emergen, por ahora, figuras de peso que puedan romper el juego de la pol¨ªtica.

El mi¨¦rcoles pasado, Fern¨¢ndez inaugur¨® el a?o Legislativo con duros ataques a la Corte Suprema, a la que acusa de jugar con sus fallos para la oposici¨®n, pero sin definir si buscar¨¢ la reelecci¨®n. El kirchnerismo, que a estas alturas le ha quitado cualquier apoyo, no lo quiere como candidato y le exige un paso al costado. Fern¨¢ndez ha decidido plantar cara advirtiendo que solo se bajar¨¢ si le presentan un candidato mejor. Con Cristina Kirchner autoexcluida de la carrera desde diciembre pasado, cuando fue condenada en una causa por corrupci¨®n a seis a?os de c¨¢rcel e inhabilitaci¨®n, el vaci¨® en el peronismo es evidente. No hay dirigente que supere los cinco puntos en los sondeos, una sequ¨ªa que pone al Gobierno ante el abismo de una derrota.

En el horizonte asoma, entonces, el nombre del ministro de Econom¨ªa, Sergio Massa, al frente de la tercera pata de la coalici¨®n Frente de Todos. Massa acept¨® la papa caliente de la econom¨ªa argentina porque estaba seguro de su ¨¦xito. Y porque logr¨® el apoyo del kirchnerismo, que se aferr¨® a su figura por ser la ¨²ltima carta contra la crisis econ¨®mica. La misi¨®n del ministro es evitar que todo explote antes de las elecciones para que el peronismo tenga una remota posibilidad de triunfo. Pero la cosa no ha sido f¨¢cil para Massa. En enero, la inflaci¨®n trep¨® hasta el 6% y la interanual ya est¨¢ cerca de los tres d¨ªgitos. Con cada punto de subida del IPC, las aspiraciones electorales del Frente de Todos se alejan un poco m¨¢s y la figura de Massa pierde peso.

Esta semana, sin embargo, el ministro recuperar¨¢ parte del terreno perdido. El lunes anunciar¨¢, si todo sale seg¨²n lo planeado, un acuerdo para posponer hasta 2025 vencimientos de bonos de deuda por unos 16 billones de pesos. Y el mi¨¦rcoles espera que el Fondo Monetario Internacional apruebe la revisi¨®n del acuerdo de refinanciaci¨®n cerrado en enero del a?o pasado por 45.000 millones de d¨®lares. Massa conf¨ªa en que estas dos noticias den ox¨ªgeno a la econom¨ªa argentina y, al mismo tiempo, salven su proyecto presidencial.

Todo depender¨¢ de lo que haga Cristina Kirchner, la dirigente que m¨¢s caudal de votos tiene en el peronismo, con un piso del 25%. El 11 de marzo pr¨®ximo, los dirigentes que la acompa?an celebrar¨¢n un plenario contra ¡°la proscripci¨®n¡± judicial de la que Kirchner se siente v¨ªctima. Ser¨¢, en realidad, un encuentro en el que intentar¨¢n convencerla de que sea candidata, ya a sea a presidenta o a senadora. Fern¨¢ndez es el objetivo a destruir. Andr¨¦s Larroque, un dirigente muy cercano a Cristina Kirchner, advirti¨® el s¨¢bado que ¡°no est¨¢n dadas las condiciones¡± para una aventura reeleccionista del presidente. ¡°La variante moderada est¨¢ agotada¡±, dijo.

El kirchnerismo no perdona a Fern¨¢ndez que no hiciese lo suficiente para resolver los problemas judiciales de la jefa del movimiento. La condena de diciembre pasado termin¨® por quebrar la relaci¨®n. Cuando el presidente y Kirchner se cruzaron el mi¨¦rcoles en el Congreso llevaban ocho meses sin verse cara a cara. As¨ª de mal est¨¢n las cosas.

No le va mejor a la oposici¨®n. Solo el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, lanz¨® su precandidatura por Juntos por el Cambio en las presidenciales. Tiene enfrente a los sectores m¨¢s a la derecha de la coalici¨®n, que responden a Mauricio Macri. El expresidente juega al titiritero, azuzando a su tropa a la pelea mientras se guarda la definici¨®n sobre su propia candidatura. Su apuesta electoral no es Rodr¨ªguez Larreta sino Patricia Bullrich, su ex ministra de Seguridad, una defensora de la mano dura contra la delincuencia de posiciones extremas.

A la pelea se suman tambi¨¦n los dirigentes de la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), que ya tiene en carrera a un gobernador, Gerardo Morales. Elisa Carri¨®, eterna candidata, tambi¨¦n est¨¢ anotada en la lista de aspirantes. Todos ellos no est¨¢n dispuestos a bajarse de la batalla si Macri decide ser candidato, muy que le pese al expresidente. La oposici¨®n se siente ganadora y vive las elecciones primarias de agosto como una presidencial adelantada.

Los argentinos, mientras tanto, son espectadores de las miserias de la pol¨ªtica. La semana que pas¨® fue rica en ejemplos. Los 14 disparos contra un supermercado propiedad de los suegros de Lionel Messi en Rosario agitaron los discursos m¨¢s encendidos contra la inseguridad y llevaron en procesi¨®n a los candidatos hacia la ciudad m¨¢s violenta del pa¨ªs. Los apuros generaron situaciones que fueron carne de memes en las redes sociales. El jueves por la noche, el periodista Esteban Trebucq, de la cadena de noticias Am¨¦rica 24, recorr¨ªa las calles de Rosario munido de un chaleco antibalas cuando se cruz¨® con Diego Santilli, el hombre de Rodr¨ªguez Larreta para gobernador de la provincia de Buenos Aires. ¡°Se acerc¨® ac¨¢ Diego Santilli. Qu¨¦ haces Diego, ?c¨®mo te va? Te juro, todo casualidad¡±, dijo el periodista, mirando a c¨¢mara. ¡°Esto es inadmisible, vine a acompa?ar [al alcalde de Rosario]¡±, le respondi¨® el pol¨ªtico. Argentina ya est¨¢ en modo electoral.

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