M¨¢s de 1,5 millones de personas hacen fila virtual para comprar entradas para el partido Argentina-Panam¨¢ en Buenos Aires
La demanda vuelve una odisea adquirir algunos de los 80.000 boletos de la presentaci¨®n como local de la selecci¨®n campeona en Qatar
¡°Ahora te encuentras en la fila. Est¨¢s en l¨ªnea para Argentina vs. Panam¨¢. Cuando sea tu turno, acceder¨¢s al sitio web y tendr¨¢s 10 minutos para realizar tu compra¡±, dice el mensaje del sitio Deportick, el elegido por la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino (AFA) para vender las entradas del partido que jugar¨¢ en su casa la selecci¨®n campeona en Qatar. A esperar, que hay esperanzas. Pero enseguida llega la decepci¨®n: ¡°T¨² n¨²mero en la fila: 1.456.362¡å. Cada usuario tuvo derecho a comprar entre cuatro y seis entradas. Con un c¨¢lculo conservador, deber¨ªan haberse vendido 5.825.448 boletos antes de que toque el turno. El estadio de River Plate tiene 80.000 butacas, de las cuales 17.000 ya hab¨ªan sido repartidas a dedo por la AFA entre empresas, jugadores y dirigentes. La ilusi¨®n de estar all¨ª, alentando a Lionel Messi y los suyos el pr¨®ximo 23 de marzo en Buenos Aires, fue ef¨ªmera.
Los argentinos llevaban semanas esperando la venta de entradas para el partido de su selecci¨®n de f¨²tbol. La demanda no sorprendi¨®. Cuando los de Lionel Scaloni trajeron la Copa a Buenos Aires, millones de personas acompa?aron el bus que los trasladaba hasta el centro de la ciudad. Fue tanta la muchedumbre que a mitad de camino subieron a un helic¨®ptero, pasaron por el Obelisco y regresaron al punto de partida, el predio que la AFA en las afueras.
La idea de verlos en un campo de juego, aunque sea frente a un combinado B de Panam¨¢, fue un consuelo para aquellos que se hab¨ªan quedado con las ganas aquel 20 de diciembre. La temperatura estaba muy alta. En grupos de WhatsApp intercambiaban estrategias para mejorar el lugar en la fila virtual y los amigos se juraban compartir boletos en caso de conseguir m¨¢s de uno. ¡°?Alguno pudo comprar?¡±, fue la pregunta m¨¢s compartida. ¡°Yo creo que si est¨¢s a menos de 170.000 ten¨¦s alguna opci¨®n¡±, lanzaban algunos.
Pronto los canales de televisi¨®n pasaron a otra cosa, rendidos ante las pantallas que mostraban ubicaciones por encima del mill¨®n en el orden de espera. ¡°Cu¨¦ntennos su pudieron comprar¡±, ped¨ªan los periodistas a sus televidentes, ansiosos. En Twiter fueron tendencia los hashtag #conseguiste y #pudiste. A las 15.00 de Buenos Aires, una hora despu¨¦s de iniciada la venta, ni la AFA ni Deportick hab¨ªan informado si a¨²n quedaban boletos. Pero aquellos afortunados que finalmente avanzaban en el proceso de compra se llevaban una sorpresa: ¡°Su tiempo de permanencia, debes hacer la fila nuevamente¡±. A las 16.25, finalmente, el sitio colg¨® el cartel de ¡°Agotado¡± en su portada. El sue?o hab¨ªa terminado.
Aquellos que tuvieron suerte se encontraron con que las entradas costaban el doble que la ¨²ltima vez que la selecci¨®n jug¨® en Buenos Aires. Desde marzo de 2022, cuando Argentina se despidi¨® de las eliminatorias contra Venezuela, el pa¨ªs registr¨® una inflaci¨®n del 102,5%. Las entradas costaron este jueves entre 35 y 250 d¨®lares al cambio oficial, pero los argentinos se han acostumbrado a agotar cualquier espect¨¢culo a pesar de la crisis, aunque deban caer en el mercado negro.
La demanda alent¨® la creatividad de los vivos. Ya durante la venta de entradas, hubo quienes ofrec¨ªan su lugar en la fila por 120.000 pesos (casi 600 d¨®lares al tipo de cambio oficial). ¡°Uso bots para poder estar adelante en la cola virtual y as¨ª facilitar que la gente pueda conseguir su entrada¡±, dec¨ªa la oferta. Y hasta surgi¨® una p¨¢gina con el dominio deportikok que promet¨ªa entradas de origen dudoso previo env¨ªo del comprobante de un dep¨®sito bancario.
Quienes se quedaron fuera del estadio de River Plate tendr¨¢n otra oportunidad el 28 de marzo, en Santiago del Estero (norte), donde la Albiceleste recibir¨¢ a la selecci¨®n de Curazao. Las autoridades quitaron butacas al estadio para subir de 30.000 a 42.000 personas la capacidad de las tribunas, aunque sea con hinchas de pie. Vista la demanda en Buenos Aires, cualquier n¨²mero quedar¨¢ chico.
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