Novedades y rarezas de la campa?a electoral argentina
La oferta que los partidos formularon el pasado fin de semana indica que la pol¨ªtica en el pa¨ªs sudamericano se est¨¢ transfigurando
La oferta electoral que los partidos formularon este fin de semana indica que la pol¨ªtica argentina se est¨¢ transfigurando. Los signos de esa mutaci¨®n son numerosos. Hay novedades. Y hay extra?ezas. Fen¨®menos in¨¦ditos.
En el campo del peronismo est¨¢n ocurriendo cosas nunca vistas. Por primera vez en la historia uno de sus dirigentes ha confesado el temor a que esa corriente salga tercera en los comicios. Ese dirigente es alguien tan relevante como Cristina Kirchner. Es un pron¨®stico demasiado sombr¨ªo. Lo m¨¢s probable es que no se cumpla. Pero el solo hecho de que haya sido formulado en p¨²blico es la se?al de una mutaci¨®n de primera magnitud.
Hay un movimiento que hace juego con esa profec¨ªa. Tambi¨¦n por primera vez 14 gobernadores peronistas adelantan los comicios en sus provincias para no contaminarse con la mala fortuna de su partido en el orden nacional. Son l¨ªderes locales que prefieren que la gente vote sin pensar en la agenda del pa¨ªs.
Esos mandatarios desencantados expresan un sentimiento general del que tambi¨¦n ellos son v¨ªctimas. Un desapego formidable en relaci¨®n con la vida p¨²blica. Las elecciones provinciales que se vienen celebrando en estos meses presentan ¨ªndices de abstenci¨®n y voto en blanco nunca vistos. En casi todos los casos son superiores al 40%. Es un reproche a los gobiernos. Y es un reproche a las oposiciones, que no logran canalizar la frustraci¨®n.
Tampoco antes se hab¨ªa visto que el peronismo en el poder se pusiera al borde de la fractura. Es lo que sucedi¨® el viernes pasado. La se?ora de Kirchner, vicepresidenta de la Naci¨®n, hab¨ªa propuesto para competir en las primarias una f¨®rmula presidencial encabezada por uno de sus j¨®venes m¨¢s leales, Eduardo Wado De Pedro, acompa?ado por un controvertido caudillo de la provincia de Tucum¨¢n, Juan Manzur. Alberto Fern¨¢ndez, el presidente de la Naci¨®n, sostuvo a Daniel Scioli, el embajador en Brasil y exgobernador de la provincia de Buenos Aires. Scioli no tuvo tiempo de seleccionar a su compa?ero de f¨®rmula porque un enjambre de gobernadores de provincias y de alcaldes municipales volte¨® las dos propuestas. De la negociaci¨®n surgieron el ministro de Econom¨ªa, Sergio Massa, y el jefe de Gabinete, Agust¨ªn Rossi. Fue una salida de emergencia.
Otro rasgo extra?o. Desde un punto de vista t¨¦cnico, Massa no es peronista. Lidera su propia agrupaci¨®n, el Frente Renovador. Se reconcili¨® con Cristina Kirchner por necesidades electorales en 2019, despu¨¦s de haberla denostado en todas las tribunas a lo largo de seis a?os. Dicho de otro modo: la otrora todopoderosa vicepresidenta debi¨® inclinarse ante un candidato cuya lealtad es m¨¢s que dudosa.
Una extravagancia m¨¢s: el candidato a presidente del oficialismo es el mismo ministro de Econom¨ªa que debe negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para que su programa de Gobierno no se hunda en el maremoto de la econom¨ªa. El Fondo exige ajustes para encaminar un programa desquiciado. Entre otros, una devaluaci¨®n dr¨¢stica de la moneda. ?Ser¨¢ el candidato a presidente el que, en plena campa?a, realizar¨¢ esos ajustes?
Cristina Kirchner ha comenzado a retirarse como figura ineludible. Del otro lado, en Juntos por el Cambio, sucede algo parecido. Mauricio Macri decidi¨® no postularse para la presidencia. Afirma que desisti¨® para favorecer nuevos liderazgos. No porque las encuestas vaticinaran su derrota. Este paso al costado facilit¨® un duelo entre dos figuras de su partido por la candidatura presidencial opositora. Patricia Bullrich, ubicada en una n¨ªtida derecha, y Horacio Rodr¨ªguez Larreta, m¨¢s al centro. Una fue ministra de Seguridad de Macri. Larreta es el alcalde de Buenos Aires. Todo indica que est¨¢n empatados. Por debajo de su disputa electoral se libra un conflicto por el liderazgo pol¨ªtico entre Macri y Larreta, el desafiante. Es otra innovaci¨®n: desde hace 20 a?os Macri ha sido el jefe sin discusi¨®n de su fuerza pol¨ªtica.
Juntos por el Cambio, una coalici¨®n que se organiza alrededor del Pro, el partido al que pertenecen Macri, Bullrich y Larreta, enfrenta otro desaf¨ªo. A su derecha se instal¨® La Libertad Avanza, una fuerza ultraliberal en lo econ¨®mico y muy conservadora en lo pol¨ªtico, que lidera el diputado Javier Milei. Esta fuerza es tambi¨¦n la expresi¨®n de la disconformidad de la ciudadan¨ªa frente a la oferta de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Se sabr¨¢ en los pr¨®ximos meses si Juntos por el Cambio podr¨¢ reabsorber a los votantes que prefieren a Milei o si el no peronismo est¨¢ quebrado. Es un dato estrat¨¦gico para el oficialismo que postul¨® a Massa.
La econom¨ªa argentina es un descalabro. La inflaci¨®n promete ser a fin de a?o superior al 140%. El Banco Central se qued¨® sin d¨®lares. Por eso el mercado de cambios est¨¢ intervenido, lo que estimula las transacciones negras. La brecha entre la cotizaci¨®n del d¨®lar oficial y la del paralelo es superior al 80%. Son las manifestaciones de superficie de los grandes desequilibrios que da?an la vida material.
La principal tarea de un nuevo Gobierno ser¨¢ normalizar la econom¨ªa. Para lograrlo deber¨¢ hacer ajustes que siempre son desagradables. El instrumental para hacerlo, la pol¨ªtica, est¨¢ da?ado. La misi¨®n del actual proceso electoral, que tendr¨¢ una instancia clave en las primarias del pr¨®ximo 13 de agosto, consiste en reparar ese aparato. Las bases son fr¨¢giles. Abstenci¨®n y desencanto en la ciudadan¨ªa. Disputa y fragmentaci¨®n en la clase dirigente.
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