La rebeli¨®n de los nadie

Cuando empez¨® la veda electoral el pasado jueves las ¨²ltimas encuestas publicadas y las que a¨²n circulaban por redes sociales y aplicaciones de mensajer¨ªa daban una diferencia ajustada al margen de error. El resultado de este domingo a escala nacional, en ese contexto, volvi¨® a sorprender a propios y ajenos. Con alrededor de un 11% de diferencia entre el candidato oficialista, Sergio Massa, y el candidato opositor, Javier Milei, este ¨²ltimo r¨¢pidamente y antes de la hora prevista result¨® reconocido por todo el sistema pol¨ªtico como el nuevo presidente de la Rep¨²blica Argentina.

Tres reflexiones surgen en estos minutos que siguen al resultado.

La primera es que, de acuerdo con los datos, a partir del 10 diciembre, Uni¨®n por la Patria (el oficialismo actual) ser¨¢ la primera minor¨ªa en el Senado, con 33 bancas, pero podr¨ªa lograr el qu¨®rum propio (37 votos) con el apoyo de bancadas aliadas provinciales. En tanto, Juntos por el Cambio se quedar¨¢ con 21 esca?os, algo que ser¨¢ una inc¨®gnita porque esa fuerza sufri¨® un cisma importante luego del apoyo expl¨ªcito de la excandidata Patricia Bullrich y el expresidente Mauricio Macri a la candidatura de Javier Milei. En tanto, La Libertad Avanza, la fuerza original del pr¨®ximo presidente de la naci¨®n contar¨¢ solo con siete senadores.

En esta nueva conformaci¨®n pol¨ªtica, en la C¨¢mara de Diputados, Uni¨®n por la Patria mantendr¨¢ la primera minor¨ªa con 108 bancas, seguido por Juntos por el Cambio (94) y, de nuevo, esto en tanto no se rompa la uni¨®n entre radicales y PRO, y La Libertad Avanza contar¨¢ con un bloque de 38 diputados. Esto implica que ning¨²n bloque contar¨¢ con qu¨®rum propio y las tres (o cuatro) principales fuerzas deber¨¢n negociar entre s¨ª.

En este sentido, entonces, todas las medidas de reforma estructural como el fin de la coparticipaci¨®n federal o reformas penales como el fin de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, que fueron prometidas en campa?a por el candidato a presidente hoy vencedor, se ven, por lo menos, dif¨ªciles de llevar adelante dado que requerir¨ªan de acuerdos parlamentarios complejos de alcanzar en estas configuraciones legislativas.

En segundo lugar, si las elecciones generales significaron un cisma para Juntos por el Cambio, cuando sin previa consulta con los socios de la coalici¨®n, la excandidata a presidente Patricia Bullrich, y seguidamente el expresidente Macri, dieron todo el apoyo al candidato Javier Milei, quien hab¨ªa declarado p¨²blicamente su aversi¨®n por uno de los socios mayoritarios de la coalici¨®n, la Uni¨®n C¨ªvica Radical, su historia, principios y referentes, estas elecciones de ballotage dejan la puerta abierta a un cisma en el panperonismo nacional. Si bien Sergio Massa logr¨® entre las elecciones PASO y este ballotage unir el panperonimso nacional detr¨¢s de una ¨¦pica discursiva, dejando de lado las internas entre el peronismo provincial tradicional, el albertismo gobernante y el kirchnerismo cristinista, es muy posible que en los pr¨®ximos d¨ªas se produzca un pase de facturas interno que significar¨¢ una reconfiguraci¨®n del espacio. Sergio Massa arranca en esta reconfiguraci¨®n con cierta ventaja, por la resistencia en una campa?a ¨¦pica que logr¨® retener alrededor del 44% de los votos a novel nacional, con una inflaci¨®n interanual que supera el 140%, pero el no haber logrado ganar la elecci¨®n presidencial deja el cargo de liderazgo del peronismo nacional vacante y en disputa.

Finalmente, el descontento y el voto bronca respecto de la situaci¨®n econ¨®mica que se expres¨® territorialmente en las PASO, y se moder¨® en las generales, reverdeci¨® fuertemente en este ballotage. Javier Milei supero el 45% en 22 de los 24 distritos y el 50% en 20 de los 24. Las amenazas a los consensos de los 40 a?os de democracia expresadas durante las ¨²ltimas semanas de campa?a por los candidatos de LLA no hicieron mella en el descontento de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n con la situaci¨®n econ¨®mica presente y del pasado reciente. Los votos obtenidos por la candidata Patricia Bullrich en la primera vuelta se trasladaron de manera casi matem¨¢tica al candidato libertario, y la campa?a de Sergio Massa, aun reteniendo el voto propio, no logro superar su techo de las elecciones generales. El interior del pa¨ªs y los sectores mas castigados por la crisis econ¨®mica, los nadie no alcanzados acabadamente por la ayuda estatal, contundentemente se volcaron al candidato que prometi¨® reformas que recuerdan a ¡°la cirug¨ªa sin anestesia¡± del expresidente Carlos Menem durante los noventa.

En un pa¨ªs con una configuraci¨®n institucional parlamentaria que requiere de acuerdos, con mayor¨ªas divididas y territorialmente localizadas entre interior y centro, con una idiosincrasia movimientista y una fuerza que hizo campa?a ponderando la capacidad represiva del aparato estatal, que atraviesa otra crisis econ¨®mica que requiere de reformas estructurales con costos sociales, el escenario de mediano plazo se avizora conflictivo e inestable.

Habr¨¢ que ver si el sistema pol¨ªtico argentino cuenta con los anticuerpos institucionales mostrados en la crisis del 2001 para travesar una nieva posible crisis de gobierno.

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