Insultos, palizas y violaciones: la violencia machista que esconde el teatro cl¨¢sico
El libro ¡®Mujer y violencia en el teatro antiguo¡¯ explora las ra¨ªces de la sociedad patriarcal en las comedias de tradici¨®n grecolatina
¡°Por Zeus, que si ya les hubieran dado dos o tres hostias en los morros como a B¨²palo, no les quedar¨ªan ya ganas de hablar¡±. ¡°Si no te callas, a golpes te dejar¨¦ el pellejo hecho unos zorros¡±. ¡°?Y si te hago polvo a pu?etazos, qu¨¦?¡±. ¡°Si no te largas, por bonita que seas, te voy a dar una buena zurra¡±. Amenazas de este tipo, siempre proferidas por hombres contra mujeres, eran habituales en las comedias grecolatinas y no cuesta encontrarlas en las obras de Arist¨®fanes, Menandro y Plauto, los tres autores m¨¢s representativos del g¨¦nero. No eran solo un recurso humor¨ªstico, sino un reflejo de la realidad, pues as¨ª como las tragedias estaban protagonizadas por personajes idealizados, las comedias estaban pobladas por gente corriente, de manera que su estudio ofrece m¨¢s pistas sobre c¨®mo era la vida cotidiana en aquella sociedad que otras formas literarias como la ¨¦pica, la l¨ªrica, la oratoria, la filosof¨ªa o la mencionada tragedia, donde las clases medias y bajas solo aparec¨ªan como objeto de rechazo o burla. Eran las sitcoms de la ¨¦poca.
El volumen Mujer y violencia en el teatro antiguo, editado por Catarata, re¨²ne cinco ensayos de fil¨®logos cl¨¢sicos que analizan el repertorio grecolatino desde una perspectiva de g¨¦nero. No solo para constatar que la ideolog¨ªa patriarcal estaba firmemente arraigada en el mundo cl¨¢sico, sino para explorar las ra¨ªces de determinados comportamientos que todav¨ªa hoy perduran: la violencia f¨ªsica y verbal como medida de control y sometimiento de las mujeres, la violaci¨®n como arma de guerra institucionalizada y la legitimaci¨®n de la explotaci¨®n sexual. ¡°Nuestra intenci¨®n es ofrecer una referencia s¨®lida sobre la que comparar cu¨¢nto hemos avanzado. Porque a pesar de que es evidente que hemos evolucionado en muchos ¨¢mbitos, la violencia machista sigue siendo sist¨¦mica y est¨¢ normalizada en nuestros esquemas de pensamiento. Por ejemplo, una situaci¨®n que aparece a menudo en estas comedias es el miedo de las mujeres a salir a la calle solas: eso todav¨ªa ocurre hoy¡±, comenta Rosario L¨®pez Gregoris, coordinadora del libro y autora de uno de los ensayos.
En su ensayo, L¨®pez Gregoris se centra en las comedias romanas de Plauto (La comedia de la olla, Las tres monedas, La comedia de la cesta, El mercader o Truculento, entre otras) y extrae ejemplos muy ilustrativos. Por un lado, en el ¨¢mbito del matrimonio es muy palpable la violencia verbal. Es frecuente que los maridos tachen a sus esposas de controladoras, gastonas y de vida ¡°demasiado larga¡±. En Las tres monedas se desarrolla la siguiente conversaci¨®n:
¡ª?Y tu mujer c¨®mo anda? ?C¨®mo est¨¢ de salud?
¡ªMejor de lo que yo desear¨ªa.
¡ªMe alegro de que por suerte para ti est¨¦ viva y sana, por H¨¦rcules.
¡ªCreo que te alegras de mis desgracias, por H¨¦rcules.
El di¨¢logo es humor¨ªstico, pero deja ver la misoginia imperante. Lo alarmante, como recuerda L¨®pez Gregoris, es que esa misma estructura de relaci¨®n sigue aflorando en muchas ficciones contempor¨¢neas, como la conocida serie espa?ola de televisi¨®n Escenas de matrimonio. Recordemos que esta serie, emitida entre 2007 y 2009, se compon¨ªa de escenas independientes que mostraban las discusiones de tres parejas de diferentes edades y fue reprobada por el Instituto de la Mujer en 2007 por ¡°reproducir los estereotipos sobre roles¡±, ¡°transmitir un comportamiento de pareja¡± que incluye ¡°insultos y vejaciones¡± y ¡°mostrar a la mujer como origen de la infelicidad del hombre¡±.
En Plauto encuentra tambi¨¦n la fil¨®loga ejemplos de violencia f¨ªsica continuada contra las esclavas (¡°necesitamos es una esclava que sepa tejer, que sepa moler, cortar le?a, hilar la lana, barrer la casa, que se aguante con los azotes y que guise diariamente la comida de la casa¡±, dice un personaje en El mercader), explotaci¨®n sexual de siervas o hijas y violaciones de j¨®venes ciudadanas que quedan generalmente justificadas por la ebriedad.
La fil¨®loga Bego?a Ortega Villaro explora en otro cap¨ªtulo del libro la comedia ateniense, representada por Arist¨®fanes y Menandro. Se manifiestan aqu¨ª tambi¨¦n variadas formas de misoginia, violencia sexual y violaciones, con una frecuencia que parece demostrar que todo ello estaba legitimado y extendido en la sociedad. Pero la autora hace adem¨¢s una observaci¨®n interesante respecto a dos de las obras de Arist¨®fanes m¨¢s representadas en la actualidad, Lis¨ªstrata y La asamblea de las mujeres, en las que de manera ins¨®lita para la ¨¦poca las mujeres deciden intervenir en la esfera pol¨ªtica: en L¨ªsitrata emprenden una huelga sexual para exigir el fin de la guerra, mientras que en La asamblea de las mujeres toman el Parlamento para instituir una especie de r¨¦gimen protocomunista. Las versiones contempor¨¢neas suelen hacer una lectura feminista de ambos textos, pero lo cierto es que Arist¨®fanes no tuvo esa intenci¨®n. ¡°La intenci¨®n de esas combativas mujeres no es aniquilar y reemplazar a los hombres, sino solucionar el problema para poder volver a sus casas con ellos y reestablecer el orden tradicional. El final es completamente patriarcal¡±, escribe Ortega Villaro.
A estos dos ensayos dedicados por entero al repertorio c¨®mico se a?ade en un tercero en el que Luis Unceta G¨®mez ofrece un an¨¢lisis ling¨¹¨ªstico de las distintas formas de violencia verbal de los personajes masculinos de Plauto. El cuarto cap¨ªtulo del libro, firmado por Marta Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez, sale del ¨¢mbito de la comedia para explorar c¨®mo se manifiestan estas formas de violencia machista en la tragedia: en este g¨¦nero se advierte sobre todo una sistem¨¢tica institucionalizaci¨®n de la violaci¨®n como arma de guerra. En Las troyanas, Suplicantes y Andr¨®maca, entre otras, queda claro que las guerras no terminaban cuando un bando de hombres mataba a otro, sino cuando los vencedores capturaban y pose¨ªan a sus mujeres. Un modo de proceder tan arraigado que a¨²n hoy es un arma de guerra en muchas regiones del mundo. El volumen se cierra con un texto de Rosario Cort¨¦s Tovar que tambi¨¦n sale del ¨¢mbito de la comedia para mostrar c¨®mo un personaje perteneciente a la esfera m¨ªtica, Dido, poderosa reina de Cartago, desciende al mundo de los mortales al caer en las trampas del amor rom¨¢ntico tras conocer a Eneas.
M¨¢s all¨¢ de su agudo an¨¢lisis del pasado, Mujer y violencia en el teatro antiguo ofrece claves para mirar el presente. ¡°Cualquier texto cl¨¢sico contiene una doble lectura: una contextualizada ¡ªes decir, lo que quiso contar el autor en su tiempo¡ª y otra actual que habla del presente a trav¨¦s del pasado¡±, explica L¨®pez Gregoris. ¡°Nuestros viejos escenarios, Grecia y Roma, en consecuencia, hablan de migraci¨®n, huida, de guerra, violaciones y dolor, de ira y venganza, de incomprensi¨®n y silenciamientos, de insultos y palizas contra la mujer. Ser¨¢n viejos, pero asusta su vigencia. Y por ello, conviene que volvamos sobre ellos¡±, concluye en su pr¨®logo.
Mujer y violencia en el teatro antiguo
Rosario L¨®pez Gregoris (editora), Bego?a Ortega Villaro, Luis Unceta G¨®mez, Marta Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez, Rosario Cort¨¦s Tovar.
Catarata, 2021. 144 p¨¢ginas. 16 euros.
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