Las cuatro chiquillas de Grecia y ol¨¦
Las Ni?as de C¨¢diz traducen el universo par¨®dico y dionisiaco de Arist¨®fanes al lenguaje festero andaluz y flamenco en un espect¨¢culo risue?o que conserva el pulso pol¨ªtico de la comedia original
¡°Haz el amor y no la guerra¡±, el eslogan de quienes se opusieron a la ofensiva con la que EEUU pretend¨ªa evitar la reunificaci¨®n de Vietnam, procede del chantaje que las protagonistas de Lys¨ªstrata le hicieron 2500 a?os antes a sus esposos en estos t¨¦rminos: ¡°Hasta que no dej¨¦is las armas, no volveremos a haceros el amor¡±. Desde los inicios del movimiento pacifista de los a?os sesenta, esta comedia pol¨ªtica de Arist¨®fanes se ha puesto en escena mil veces, pero pocas con el latido ritual, el desenfado y el rigor conceptual de esta adaptaci¨®n flexible que firma Ana L¨®pez Segovia, fil¨®loga, actriz, cantante y directora de Las Ni?as de C¨¢diz. Durante su actuaci¨®n, las cuatro f¨¦minas gaditanas que integran esta compa?¨ªa alteran la letra y el esquema formal de la pieza, pero la revitalizan mediante un venero folcl¨®rico y musical con el que est¨¢n familiarizadas desde la cuna. Por inmersi¨®n, Las Ni?as¡ hacen del comedi¨®grafo griego un autor andaluz y flamenco.
Su Lysistrata comienza con el canto por buler¨ªas jerezanas de un tr¨ªo de parcas inventado por la adaptadora, que viene a compensar la disminuci¨®n de las abundantes intervenciones corales del original, sustituidas aqu¨ª por un ramillete de tanguillos gaditanos, sevillanas corraleras y canciones de car¨¢cter folcl¨®rico que calzan admirablemente y que vienen a imprimir, junto con el acento de las int¨¦rpretes, un sello geogr¨¢fico preciso a esta historia mediterr¨¢nea. En vez de hacerse las grecas o de representar la funci¨®n con un lenguaje neutro, de ninguna parte, las cuatro actrices la singularizan con su propio acento, equivalente al acento genuino que debi¨® de caracterizar a quienes la estrenaron en el 411 antes de Cristo, a?o cr¨ªtico para la democracia ateniense. Ariane Mnouchkine y Farid Paya hicieron algo equivalente a esto algunas d¨¦cadas atr¨¢s, cuando introdujeron rituales de Oriente Medio o del Lejano Oriente en sus puestas en escena de los cl¨¢sicos griegos. Tambi¨¦n Ignacio Garc¨ªa le imprimi¨® al Quijote un sentido nuevo pero fiel al esp¨ªritu de la novela cervantina, al escenificarla para el Festival de Almagro con actores y c¨®digos del teatro kathakali.
Las Ni?as de C¨¢diz dominan el lenguaje musical y el humor¨ªstico, y cada una de ellas tiene su patadita. Alejandra L¨®pez (Lys¨ªstrata) tiene la planta, la desenvoltura, la prosodia y el encanto precisos del personaje protagonista, cuya fisonom¨ªa queda muy bien enmarcada por la t¨²nica que le ha cosido Miguel ?ngel Mil¨¢n. Teresa Quintero (Cle¨®nica) es una graciosa con duende: donde pone el ojo, pone el dardo humor¨ªstico. Roc¨ªo Segovia, benjamina del grupo, le saca chispa a cada uno de los personajes epis¨®dicos que interpreta. Y Ana L¨®pez Segovia le imprime verdadero coraje a L¨¢mpito, la espartana que ense?a a sus compa?eras como sobrellevar la abstinencia durante su huelga sexual.
Desde su estreno en 2017, la Lys¨ªstrata de Las Ni?as de C¨¢diz no ha cesado de transformarse: se ha ido quitando minutos como quien se quita kilos de encima, se ha afinado y ha perdido parte de su escenograf¨ªa, pues se la llev¨® el viento durante una actuaci¨®n en el Teatro Romano de Baelo Claudia, en Tarifa, donde sus creadoras descubrieron las virtudes del espacio vac¨ªo. Ahora, Lys¨ªstrata se representa en el Festival de Teatro de Coria (C¨¢ceres), el Festival Luna de Verano de Moguer (Huelva) y el Festival de Humor de Araia (?lava). La temporada pr¨®xima regresar¨¢ al madrile?o Teatro del Barrio, especializado en teatro pol¨ªtico, donde ha estado meses en cartel y ha encontrado su p¨²blico natural.
Festival de Coria, 17 de julio. Festival de Moguer, 21 de julio. Festival de Teatro de Humor de Araia, 14 de agosto.
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