A vueltas con Aza?a y la memoria hist¨®rica
El ¨²ltimo libro de Jos¨¦ Mar¨ªa Marco da por sentado el car¨¢cter antiliberal y antidemocr¨¢tico del republicanismo del pol¨ªtico
¡°Hay o puede haber en Espa?a todos los fascistas que se quiera. Pero un r¨¦gimen fascista no lo habr¨¢. Si triunfara un movimiento de fuerza contra la Rep¨²blica, recaer¨ªamos en una dictadura militar y eclesi¨¢stica de tipo espa?ol tradicional. (¡) Sables, casullas, desfiles militares y homenajes a la Virgen del Pilar. Por ese lado, el pa¨ªs no da para otra cosa¡±. Esta frase de las Memorias de Manuel Aza?a, que Jos¨¦ Mar¨ªa Marco cita en su nuevo libro sobre ¨¦l, define a las claras lo que pensaba el malogrado presidente de la II Rep¨²blica respecto al car¨¢cter y modo de ser espa?ol. Aza?a sol¨ªa equivocarse en sus predicciones, que las fiaba m¨¢s a la intuici¨®n que al conocimiento. Hasta declar¨® p¨²blicamente que no hab¨ªa riesgo de un golpe militar solo meses antes del levantamiento del general Sanjurjo. Todo eso lo explica muy bien Marco en su obra, un trabajo meritorio sobre el recorrido literario y pol¨ªtico del personaje, a cuyo estudio ha dedicado muchos a?os de esfuerzo. Las ideas fundamentales del libro hab¨ªan ya sido descritas por el propio autor en diferentes ensayos, entre los que se encuentra una biograf¨ªa de don Manuel. En el que ahora comentamos, subtitulado El mito sin m¨¢scaras, da por sentado el car¨¢cter antiliberal y antidemocr¨¢tico del republicanismo de Aza?a, su sectarismo anticlerical y antimilitarista y, peor a¨²n, su propensi¨®n a la violencia, seg¨²n se afirma a lo largo de casi 300 p¨¢ginas y queda rubricado en la frase final del libro.
Durante la dictadura franquista, el r¨¦gimen y sus corifeos denigraron hasta el infinito al ¨²ltimo presidente de la Rep¨²blica Espa?ola, considerado un aut¨¦ntico demonio, y se?alado como el aut¨¦ntico responsable de la Guerra Civil. Marco demuestra documentalmente que esto no fue as¨ª aunque resalta las torpezas e infatuaciones del individuo, dedicado fundamentalmente a construir su propia imagen y practicar el culto al yo. Relata pormenorizadamente el terror y los excesos cometidos durante la Rep¨²blica. Uno de los hechos m¨¢s notables que destaca es la trashumancia pol¨ªtica (o m¨¢s bien el chaqueteo) de muchos de los lideres que la alumbraron. Quiz¨¢s el mejor ejemplo sea Melquiades ?lvarez, que de revolucionario pas¨® a reformista, y acab¨® en la bancada conservadora antes de ser vilmente asesinado en los calabozos de la C¨¢rcel Modelo por sus carceleros republicanos. Aza?a, que hab¨ªa sido amigo y correligionario de ¨¦l, ostentaba la jefatura del Gobierno cuando ocurrieron estos hechos. Los lament¨® sinceramente en su interior, pero se abstuvo de condenarlos y reprimirlos.
Jos¨¦ Mar¨ªa Marco insiste en que ¡°la Rep¨²blica absoluta que hab¨ªa intentado levantar era ajena al modelo liberal y estaba al servicio de un proyecto personal¡±. Para demostrarlo lleva a cabo una pormenorizada autopsia de su legado intelectual, confundido en gran medida con el pol¨ªtico. Entre los despojos y heridas, la destrucci¨®n y el abandono que se desprenden de ah¨ª, resalta tambi¨¦n una excepcional brillantez de estilo literario. Conmueve por lo dem¨¢s el car¨¢cter autobiogr¨¢fico de gran parte de los personajes que aparecen en sus novelas, cuya lectura parece tanto m¨¢s importante que la de sus decretos para comprender las aspiraciones y sentimientos que le animaban.
El se?alamiento a Aza?a, por parte del r¨¦gimen franquista, como icono a abatir de nuestra memoria hist¨®rica explica en gran parte la admiraci¨®n hacia ¨¦l que practicaron las generaciones protagonistas de la Transici¨®n
El se?alamiento a Aza?a, por parte del r¨¦gimen franquista, como icono a abatir de nuestra memoria hist¨®rica explica en gran parte la admiraci¨®n hacia ¨¦l que practicaron las generaciones protagonistas de la Transici¨®n pol¨ªtica tras la muerte del dictador. El libro se abre con una declaraci¨®n de intenciones del autor, en la que adelanta las conclusiones de su an¨¢lisis. Merece ser destacada su honestidad intelectual, al margen se coincida o no con sus reflexiones. La m¨¢s singular de todas ellas es la que se refiere a la visita que los reyes hicieron en 1978 en M¨¦xico a la viuda de Manuel Aza?a. Marco estima que aquella prueba de reconciliaci¨®n acab¨® por convertirse ¡°en una legitimaci¨®n a la inversa de la reciente democracia liberal espa?ola¡±, una ¡°pirueta¡± mediante la cual nuestra monarqu¨ªa parlamentaria queda vinculada al recuerdo de la Rep¨²blica. ?l, sin embargo, reclama la tradici¨®n constitucional y liberal de la Restauraci¨®n como un precedente de nuestro actual sistema. Al margen la discusi¨®n hist¨®rica y cient¨ªfica sobre ese enunciado, habr¨¢ que insistir en que si bien la Rep¨²blica fracas¨® en su intento de establecer una democracia (que, seg¨²n Marco, Aza?a ni quer¨ªa ni valoraba), pese a los tr¨¢gicos errores que sus protagonistas cometieron, era un r¨¦gimen leg¨ªtimo que fue quebrado por un golpe de Estado militar, responsable a¨²n de mayores violencias y atropellos, y desencadenante de la Guerra Civil. De modo que para los espa?oles de 1978 era importante, y sigue si¨¦ndolo para los de hoy, vincular la andadura de la Constituci¨®n tanto con la legitimidad hist¨®rica de la Rep¨²blica como con la de la dinast¨ªa que habr¨ªa de encarnar el s¨ªmbolo de una nueva monarqu¨ªa parlamentaria, absolutamente democr¨¢tica.
Existe ya una abultada bibliograf¨ªa sobre Aza?a, a comenzar por la que firma el propio Marco y en la que sobresalen las biograf¨ªas de Preston y Santos Juli¨¢, y las confesiones y relatos narrados por el propio don Manuel. Este ¨²ltimo volumen parece poner punto final a los trabajos del autor al respecto. Pese a los desacuerdos ya citados, su lectura es recomendable a todos cuantos quieran ejercitarse en la memoria democr¨¢tica sin bander¨ªas ni arrebatos.
Aza?a, el mito sin m¨¢scaras
Autor: Jos¨¦ Mar¨ªa Marco.
Editorial: Ediciones Encuentro, 2021.
Formato: tapa blanda (356 p¨¢ginas 24 euros) y e-book (9,99 euros).
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