¡®Un hijo extranjero¡¯, Eduardo Berti busca las huellas de un padre jud¨ªo

Algo parecido a un mareo. La sensaci¨®n que acompa?aba la lectura de Un padre extranjero mezclaba el desconcierto con la expectativa por saber c¨®mo acabar¨ªa esa confluencia de historias. No era un mareo cualquiera. M¨¢s bien sentirse en la extra?ez, avanzar por caminos narrativos y no saber d¨®nde te llevaba el texto. El libro de 2016 de Eduardo Berti era un artefacto extra?o. Una novela donde se bifurcaba ficci¨®n y biograf¨ªa. Estaba el hombre del t¨ªtulo: el padre del autor. Un expatriado de origen rumano que huye de la Europa de entreguerras para llegar a Argentina y que, en ese tr¨¢nsito, cambia la edad e incluso cambia de nombre en los papeles, como si ese cambio administrativo pudiese borrar la identidad como condici¨®n necesaria para volver a empezar. Lo sabe ¨¦l y estar¨¢ d¨¦cadas sin que aparentemente lo sepa nadie m¨¢s. A la vez estaba la historia extra?a de Joseph Conrad en su casa inglesa de Pent Farm cruzada con la investigaci¨®n de Berti para escribir un libro sobre el novelista que tambi¨¦n mut¨®. Y, en fin, entre todos esos hilos, fragmentos transcritos de una narraci¨®n que escribi¨® el padre del autor, en parte rememorando el imaginario de partida que no quiso legar a su hijo.

¡°El cambio de apellido fue una especie de cirug¨ªa est¨¦tica, una forma de borrar una porci¨®n del pasado¡±. Berti indagaba para reconstruir esa amputaci¨®n, a la b¨²squeda de sus ra¨ªces segadas. Incluso, al final, contaba con la inesperada complicidad de la Embajada rumana en Madrid, donde le entregaron fotocopias de documentos centenarios de su familia: actas de nacimiento, notas de la escuela, escritos en el rumano que su padre apenas hablaba. Luego, tras la publicaci¨®n, lo que ocurre cuando una investigaci¨®n se funde a tu vida. M¨¢s papeles: el legajo que en 1952 su padre present¨® para obtener la nacionalidad argentina. Eso lo cuenta ya en Un hijo extranjero. Descubre el nombre del barco con el que su padre cruz¨® el Atl¨¢ntico o el d¨ªa que puso el pie en tierra, reconfirma apellidos de los abuelos y da con un dato que, como una biodramina, podr¨ªa paliar ese mareo de saberse un desarraigado: ¡°La direcci¨®n exacta de la casa de Galati donde mi padre naci¨®¡±. El nuevo libro, sobre una ciudad del este de Rumania y su relaci¨®n con el pasado, es un nuevo paso m¨¢s en la indagaci¨®n sobre la identidad ¡ªviajar para descubrirse¡ª y la imposibilidad de conocerla porque era inestable: el padre tambi¨¦n fue un jud¨ªo errante.

En la mirada de Berti no hay personas, como pr¨¢cticamente no quedan sinagogas, solo lugares. Escaleras, fachadas, indicaciones callejeras

?C¨®mo salvar tantas grietas entre pasado y presente? Como otros autores que exploran espacios ambiguos de la memoria, con recursos anfibios. Por ejemplo, aqu¨ª, la presencia de los dietarios de Mihail Sebastian, bajo continuo que permita reforzar esa sensaci¨®n de desaparici¨®n de un mundo que el autor ir¨¢ descubriendo. Pero sobre todo las fotograf¨ªas. Como el fundador Sebald o como recientemente Marta Mar¨ªn-D¨°mine en el soberbio libro sobre el padre que es Huir fue lo m¨¢s bello que tuvimos. En realidad, este breve volumen de Berti podr¨ªa leerse como el texto creativo que acompa?ase un cat¨¢logo fotogr¨¢fico que mostrase la incrustaci¨®n del silencio sobre el pasado jud¨ªo en la piel de Galati. En su mirada no hay personas, como pr¨¢cticamente no quedan sinagogas, solo lugares. Escaleras, fachadas, indicaciones callejeras. Alguna postal antigua, los cajones de un fichero y alg¨²n documento. Solo rastros que permiten intuir m¨¢s que constatar. Por eso la mejor escena es en la que el autor siente la emoci¨®n al abrir la puerta que le da acceso a la casa donde naci¨® su padre. Al cabo de pocos minutos lo sabr¨¢: hubo un cambio de numeraci¨®n, no era all¨ª, la b¨²squeda no se acaba, el mareo contin¨²a.

Un hijo extranjero?

Autor: Eduardo Berti.

Editorial: Impedimenta, 2022.

Formato: tapa blanda (130 p¨¢ginas. 17,25 euros).

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