¡®La m¨¢quina de proyectar sue?os¡¯, un retorno a la infancia delicioso y temible
La argentina Cecilia Szperling firma una ¡°f¨¢bula autobiogr¨¢fica¡± con la que, desde la edad adulta, conjura las ansiedades de su ni?ez
?Volver¨ªas a tu infancia? ?A qu¨¦ rinc¨®n? ?A cu¨¢l de todos sus ritos? Hay algo delicioso, teatral y temible a la vez en el regreso que propone La m¨¢quina de proyectar sue?os (Parip¨¦ Books), de la escritora argentina Cecilia Szperling, una ¡°f¨¢bula autobiogr¨¢fica¡± que desgrana su propio retorno en nueve cap¨ªtulos.
La delicia brilla en el talento para construir la voz de la protagonista: esa adorable ni?a insomne y filosa (siete a?os en la primera p¨¢gina) que deambula cada noche por un hogar en el que ¡°una ley impide interrumpir el sue?o¡±. Lo temible, novelar ya adulta pero ah¨ª, en el escenario de la infancia otra vez por la magia de la literatura (cont¨¢ndola desde esa piel y aquel punto de vista, reformateados por la experiencia), la angustia que le imped¨ªa dormir.
Ser la hija del medio (un campo que Szperling elige no nombrar: Mayor y Menor son las hermanas, la narradora no tiene nombre); tener una mam¨¢ que trabaja en un hospital y un pap¨¢ cuya salud mengua; crecer en los a?os sesenta-setenta del siglo pasado en Buenos Aires y haber elegido la noche como territorio en el que pueden pasar cosas fant¨¢sticas como hallar un proyector encendido que acompa?a las propias pesadillas. Esas son las coordenadas de la protagonista, en cuya casa el jard¨ªn da frutos extra?os como n¨ªsperos y caquis. Esa jungla privada averg¨¹enza a la ni?a y simboliza lo inusual, lo at¨ªpico, que es una de las claves del universo que regala el libro: el anhelo de vivir en libertad y con alegr¨ªa la propia y leg¨ªtima rareza.
Szperling apela al fuera de foco, al retaceo, e invita a descubrir el asunto principal. El insomnio tendr¨¢ auspicios varios. Ser¨¢ la enfermedad de Padre, pero tambi¨¦n sus propios desmayos/mareos/insolaciones, su sed de estar afuera, lejos de casa durante la adolescencia y as¨ª. Porque el viaje que propone empieza a los siete, pero tiene escalas que la memoria auspicia en fast forward o rewind seg¨²n convenga al relato con una f¨®rmula tan eficaz como el ¡°Teletransp¨®rtame, Scotty¡± con el que los personajes de la serie Viaje a las estrellas (en Espa?a bajo el t¨ªtulo original, Star Trek) ped¨ªan desmaterializarse y aparecer en otro sitio. Invoca una edad y al hacerlo conjura su imaginario.
La autora tambi¨¦n narra el descubrimiento del deseo. Escenas inolvidables de ese imaginario en el que la pasi¨®n sabe a cat¨¢strofe
Escribe: ¡°Tengo diez a?os. No me acuerdo en qu¨¦ piso queda mi habitaci¨®n, ni su n¨²mero¡± (¡) ¡°Tengo trece a?os. Volvemos de vacaciones¡± (¡) ¡°Tengo tres a?os. Estoy en la cama de mis pap¨¢s¡±. Decir yo es en cada caso un pasaje en primera a un nosotros t¨¢cito, que involucra inmediatamente al lector. La patria es la infancia, ense?¨® Rilke; ninguna bandera suscita una empat¨ªa tan global. Al narrar, esa ni?a (que ya sabe que ser¨¢ escritora o cient¨ªfica porque se lo dijo su maestra de primer grado) nos dice. Sus temores y fantas¨ªas (¡°quisiera tener otros padres¡±) disparan en efecto domin¨® los recuerdos y ansiedades de la galaxia ni?ez. ¡°Le pongo una ficha a lo autobiogr¨¢fico, a contar una historia personal, a ritualizar¡±, sosten¨ªa Szperling al publicarse en Argentina (Interzona, 2016); una b¨²squeda ejercida como ¡°ant¨ªdoto contra la falta de emoci¨®n¡±. En esa l¨ªnea propuso a fines de los noventa los ciclos literarios Confesionario y Libro marcado, de los cuales es curadora, presentadora y performer. Ha escrito adem¨¢s los premiados relatos de El futuro de los artistas y la novela Selecci¨®n natural, entre otros.
F¨¢bula sin moraleja, La m¨¢quina de proyectar sue?os narra tambi¨¦n el descubrimiento del deseo, otra forma del v¨¦rtigo, y el desgarro de las p¨¦rdidas. De ese imaginario juvenil en el que la pasi¨®n sabe a cat¨¢strofe hay escenas inolvidables. Como aquella fantas¨ªa, emblem¨¢tica de la uni¨®n entre literatura y vida, que lleva a la protagonista a sentirse la hermana menor de Anna Karenina, quien le susurra al o¨ªdo a todas horas: ¡°No te enamores de Vronsky¡±.
La m¨¢quina de proyectar sue?os. F¨¢bula autobiogr¨¢fica?
Autora: Cecilia Szperling.
Editorial: Parip¨¦ Books, 2022.
Formato: tapa blanda (159 p¨¢gs. 19,99 euros).
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