James Barnor, un fot¨®grafo al ritmo del latido negro
Su mirada adquiri¨® forma entre dos olas de liberaci¨®n: las transformaciones de un pa¨ªs en su lucha por la independencia, Ghana, y el desenfado de los ¡®Swinging Sixties¡¯ en Londres. Una exposici¨®n recorre su trayectoria
En 1967, James Barnor (Acra, 1929) recibi¨® el encargo de la revista Drum de fotografiar a Mike Eghan. La publicaci¨®n sudafricana, baluarte de la lucha antiapartheid, quer¨ªa dedicar un reportaje al primer presentador negro de radio del Reino Unido. Apodado ¡°el emperador magn¨ªfico¡±, el ghan¨¦s dirig¨ªa un programa de m¨²sica africana en la BBC. ¡°En seguida me di cuenta de que era demasiado grande para estar confinado en un interior¡±, recuerda el fot¨®grafo, tambi¨¦n ghan¨¦s. Se dirigieron a Picadilly Circus. All¨ª, en el coraz¨®n de la capital, derrochando estilo y confianza, el locutor extend¨ªa sus brazos, cuando repentinamente un polic¨ªa reprob¨® a Barnor: ¡°Eso no se hace aqu¨ª¡±. Demasiado tarde, el artista ya hab¨ªa sido capaz de atrapar, en un solo instante, el esp¨ªritu de libertad y la riqueza que aquellos representantes de la di¨¢spora africana aportaban al entonces emergente car¨¢cter multicultural de la capital brit¨¢nica.
As¨ª, a lo largo de su trayectoria, Barnor lograr¨¢ reconducir la mirada occidental, dando forma a una narrativa trascontinental a trav¨¦s de poderosas im¨¢genes en blanco y negro y en color. Instant¨¢neas que tienen como protagonistas a aquellos que llegaban de otros lugares, muchas veces incomprendidos, subrayando el poder de la fotograf¨ªa como un poderoso agente de transformaci¨®n social. Su mirada quedar¨¢ estructurada en torno a dos polos: Acra, su lugar de nacimiento, la capital de un pa¨ªs que se encaminaba a la independencia y Londres, la capital del desmembrado imperio, paradigma cosmopolita de nuestros d¨ªas. Una mirada que recoge la exposici¨®n James Barnor: Stories. Pictures from the Archive (1947-1987), que se exhibe en Luma, en colaboraci¨®n y coincidiendo con la ¨²ltima edici¨®n de los Encuentros de Arl¨¦s. A modo cronol¨®gico, presenta una serie de im¨¢genes, muchas in¨¦ditas, elegidas por el propio autor de noventa y tres a?os, de entre un vasto archivo de m¨¢s de 30.000 negativos. Una obra que le sit¨²a como un pionero del llamado blackstyle. Las im¨¢genes mantienen un constante di¨¢logo entre s¨ª. Su distintivo sello visual sobresale en todos los g¨¦neros que toca el autor, siempre al acecho del lado m¨¢s placentero y despreocupado de la existencia. No es casual que su primer estudio se inaugur¨® en Acra, en 1953, con el nombre de Ever Young.
Fue el primer fotoperiodista en trabajar para The Daily Graphic en Ghana, document¨® las grandes transformaciones de un pa¨ªs en lucha por su independencia. Pero si algo distingue a Barnor, es su capacidad de captar el sentir de un tiempo desde su singular perspectiva. Los hechos y su vida se entrelazan. Mientras documenta la vida, la celebra, de ah¨ª el car¨¢cter atemporal al tiempo que cr¨ªtico de su obra.
Cuando en 1959 se traslad¨® a Londres con el fin aprender los procesos de la fotograf¨ªa en color, no tard¨® en identificarse con el esp¨ªritu desenfadado que caracteriz¨® a los llamados Swinging Sixties. A trav¨¦s de sus retratos la gente comenzar¨ªa a sentir el latir del negro. Vestidos con estampados geom¨¦tricos y peinados voluminosos, sus modelos eran tan reales como cool. Semana tras semana la belleza negra quedaba dignificada a trav¨¦s de elegancia y el estilo con el que Barnor compon¨ªa las portadas de Drum. Su optimismo y vitalidad iluminaba a los lectores, en unos d¨ªas caracterizados por el creciente racismo y los efectos devastadores de la Ley de Inmigraci¨®n de la Commonwealth.
¡°Era imposible obtener un trabajo de fot¨®grafo siendo negro en los sesenta¡å, recuerda Barnon. ¡°No pod¨ªa ser que un negro diera instrucciones a un modelo blanco [¡]. Si consegu¨ªas trabajar en un estudio en Londres era en el cuarto oscuro o dedicado a labores extra?as. A¨²n as¨ª, en Drum, para quien trabajaba como colaborador, las cosas eran distintas. Me permitieron fotografiar a las chicas de portada, a Muhammad Ali¡±.
En 1969, regresar¨ªa a su pa¨ªs para poner en marcha el primer estudio de fotograf¨ªa en color del pa¨ªs africano. Sin embargo, en 1994, estaba de vuelta en Londres, huyendo de la recesi¨®n que atravesaba Ghana. Esta vez no hubo suerte, el fot¨®grafo cay¨® en el olvido hasta que, en 2007, su obra fue redescubierta por una nueva generaci¨®n de amantes de la fotograf¨ªa. Entre esta, Ren¨¦e Mussai, comisaria de Ever Young, la exposici¨®n organizada por Autograph, en Londres, que volvi¨® a colocar el nombre del autor dentro del mapa internacional. ¡°Nos encontramos con fragmentos fascinantes de la historia y de la cultura almacenados en distintos tupperwares, en bolsas de pl¨¢stico, en cajas de cart¨®n, a menudo a¨²n dentro de las bolsas originales de negativos transparentes o envueltas en papel marr¨®n, con notas escritas a mano para contextualizar y, lo que es m¨¢s importante, la voz de James y su notable memoria para darle sentido y contexto a todo¡±.
?C¨®mo se fotograf¨ªa la libertad?, preguntaba Hans Ulrich Obrist, comisario y codirector de las Serpentine Galleries, al autor, con motivo de la exposici¨®n que le dedicaba en Londres. ¡°Si est¨¢s satisfecho con tu trabajo y vives libremente, te sientes feliz. La fotograf¨ªa es un medio para alcanzar esa libertad. Uno es libre cuando sabe que puede ofrecer algo que no tiene nadie m¨¢s y que a su vez har¨¢ feliz a mucha gente. La libertad es la capacidad de poder ofrecer algo¡±. Al mismo tiempo, el autor alude a su proverbio favorito: ¡°Una civilizaci¨®n florece cuando las personas plantan un ¨¢rbol bajo cuya sombra nunca se sentar¨¢n¡±.
¡°La gente es m¨¢s importante que los lugares¡±, asegura el autor. ¡°Si no te enamoras de ella, no podr¨¢s sacar el m¨¢ximo de una fotograf¨ªa¡±. De ah¨ª el poder de su mirada. No importa el tiempo que haya pasado desde que se tomaron sus im¨¢genes. Siguen vivas. Al ritmo del latido negro.
James Barnor: Stories. Pictures from the Archive (1947-1987). Fundaci¨®n Luma. Arl¨¦s. Hasta el 25 de septiembre.
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