Todos somos polvo de estrellas

Hay en la teor¨ªa de la formaci¨®n de las galaxias una pieza que no encaja del todo. Tiene que ver con las curvas de rotaci¨®n y la materia oscura seg¨²n las cuales, dicen los expertos en mec¨¢nica cu¨¢ntica, las galaxias deber¨ªan desgajarse en pedazos y no lo hacen. El porqu¨¦ lo dio Vera Rubin (1928-2016), una de las astr¨®nomas m¨¢s revolucionarias y desconocidas de la historia. Con 22 a?os, quiso matricularse en Princeton para darle la vuelta a las teor¨ªas de Newton, pero no pudo. No admit¨ªan mujeres. Busc¨® otra universidad, Cornell, en Ithaca (Nueva York), y no tard¨® en demostrar que las galaxias est¨¢n distribuidas de modo grumoso por el universo, como la harina en la sart¨¦n en una salsa bechamel, y que giran en torno a centros desconocidos en vez de estar separ¨¢ndose radialmente unas de otras como propon¨ªa la teor¨ªa del Big Bang.

En el caj¨®n de referencias de Leonor Serrano Rivas (M¨¢laga, 1986) para su pr¨®xima exposici¨®n en el Museo Reina Sof¨ªa, la mirada de Vera Rubin asoma como una caja de resonancia entre los poemas de Etel Adnan, Gon?alo Tavares y Federico Garc¨ªa Lorca. Funciona como esa constelaci¨®n c¨®smica de galaxias interconectadas entre s¨ª. Titulada Magia natural, la muestra toma como punto de partida el periodo hist¨®rico de mediados del siglo XVI en el que el m¨¦todo cient¨ªfico, la magia y la filosof¨ªa a¨²n compart¨ªan procesos, conocimientos e intereses. En ese juego a tres, el Espacio 1, la Sala de B¨®vedas y la Sala de Protocolo del museo pasan a ser espacios interconectados por mecanismos ilusionistas con los que la artista propone generar un cosmos con una l¨®gica propia.

Las tesis de la astr¨®noma Vera Rubin y la poes¨ªa de Etel Adnan o Lorca forman parte de sus referencias

Por ellos camina con porte elegante, incluso en los nervios propios del debut. A sus 36 a?os, es una de las artistas con mayor proyecci¨®n internacional de su generaci¨®n y uno de los nombres clave en esa exploraci¨®n entre formatos que difuminan la delgada l¨ªnea que existe entre arte y arquitectura. Por ello obtuvo en 2008 una Menci¨®n de Honor en el certamen Everyville convocado por la Bienal de Arquitectura de Venecia. Arquitecta de formaci¨®n, estudios que m¨¢s tarde ampli¨® en Goldsmith University, su trabajo se ha visto en la Serpentine Gallery de Londres, Matadero o La Casa Encendida en Madrid y el CA3 en C¨®rdoba. La piedra angular siempre suele ser la misma. ¡°Un juego compuesto de instrumentos donde se produce, durante un breve instante, un espacio paralelo que reemplaza a la vida cotidiana¡±, dice. La suya es una idea de teatro sin los efectos y dispositivos que suele conformar la teatralidad. Aludiendo al papel del coro en la dramaturgia griega, las ¨²ltimas exposiciones de la artista han fusionado la videoinstalaci¨®n con la escultura y la performance a trav¨¦s de una gram¨¢tica de decorados, atrezo, vestuario y telones de fondo.

Como en otras de sus exposiciones, donde la artista recurre a escenarios on¨ªricos y alegor¨ªas precin¨¦ticas, tambi¨¦n aqu¨ª apuesta por rodear al espectador y zambullirlo. Lo hace con habilidad. El Espacio 1 da inicio al recorrido con un truco escenogr¨¢fico dividido en dos actos. Da pistas a cuentagotas, para no desvelar sorpresas: ¡°Alude a la c¨¢mara oscura, y la l¨®gica on¨ªrica de este espacio repleto de proyecciones y reflejos encierra el paradigma a partir del cual continuar la reflexi¨®n en los otros dos espacios¡±. Las piezas giratorias de metal lacado situadas en el acceso albergan peque?as pinturas realizadas al horno en cristales superpuestos con polvos minerales abrasados. Parecen nebulosas de color atravesadas por un aire celeste. Dentro del espacio, una pel¨ªcula entre muros el¨¢sticos y curvos que replican la imagen de la pantalla. El t¨ªtulo, El Sol est¨¢ contando las rotaciones de la Tierra, un gui?o a su hija Sol, que tambi¨¦n corretea alrededor de la artista, re¨²ne dos miradas contrapuestas que convergen y se afectan mutuamente: el mundo imaginado frente al real.

¡°El ruido se convierte en imagen y dibuja y altera el espacio, creando un nuevo cosmos¡±, dice la artista

La banda sonora de esta pel¨ªcula se replica en una partitura para cajas de m¨²sica que, una vez escrita, determina la apariencia de las tarjetas perforadas que se han utilizado para producir los tapices que cubren el suelo de la Sala de Protocolo. Descalzos, podemos transitar por ellos: pisarlo, habitarlo, tocarlo. ¡°Accedemos a un doble aparato: el telar de Jacquard funciona como traducci¨®n fosilizada de un canto de tipo est¨¢tico, y de tipo din¨¢mico con las cajas de m¨²sica amplificadas mediante los palitos de percusi¨®n suspendidos que replican la banda sonora de El Sol est¨¢¡­ cuando el visitante activa dichas cajas¡±, dice la artista. En la Sala de B¨®vedas sigue la sofisticaci¨®n, m¨¢s si cabe, con un gui?o a la linterna m¨¢gica: ¡°El sonido que anima la pel¨ªcula proyectada en el Espacio 1 se reorganiza ahora como polvo a trav¨¦s de la vibraci¨®n, funciona como forma din¨¢mica parlante. Aqu¨ª el ruido se convierte en imagen y, como el danzante de la pel¨ªcula, dibuja y altera el espacio, creando un nuevo cosmos¡±, relata.

Intentar articular la pr¨¢ctica de Leonor Serrano Rivas supone un reto. A menudo hay que olvidar el impulso narrativo y despegarse de ese deseo constante por resolverlo todo. Su compromiso con los sistemas no jer¨¢rquicos y los m¨¦todos no acad¨¦micos de desaprendizaje convierten su trabajo en un sutil acto de resistencia. De ah¨ª que sus obras parezcan ir soltando sonidos arm¨®nicos aqu¨ª y all¨¢, que resuenan sin explicarse del todo, que avanzan y suenan en otro lugar y sobre otro significado. Ah¨ª es donde mejor gravita su trabajo, en esa inquietud desde donde la artista intenta ver el mundo desde un ¨¢ngulo distinto al que tenemos al lado. Esa conciencia sobre la percepci¨®n de la realidad. Esa evocaci¨®n a la l¨®gica del sue?o. Ese encantador desencanto que explora la mec¨¢nica de la magia. El truco por excelencia.

¡®Magia natural¡¯. Leonor Serrano Rivas. Museo Reina Sof¨ªa. Madrid. Del 21 de septiembre al 27 de febrero de 2023.

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