Guadalupe Grande en las profundidades del lenguaje
¡®Jarr¨®n y tempestad¡¯, el poemario p¨®stumo de la autora, alcanza niveles sorprendentes de experimentaci¨®n y esfuerzo en la decisi¨®n de cada palabra
En el nuevo poemario de Guadalupe Grande, Jarr¨®n y tempestad (La u?a RoTa), se amontona una cordillera de im¨¢genes, abundantes maneras de experimentaci¨®n gr¨¢fica, estr¨®fica y ortogr¨¢fica, una inextricable mezcla de idiomas y de ideas, muy pocos signos de puntuaci¨®n y ni una sola may¨²scula. Hay notas a pie de p¨¢gina que, sin embargo, forman parte del poema. Hay citas infiltradas de Celan, de Cioran, de Bachmann, de Benjamin. Hay palabras que se juntan y espacios que sobran, par¨¦ntesis que jam¨¢s se cierran. A veces funciona por acumulaci¨®n, a veces rompe el sentido. Aqu¨ª abruma, all¨ª desconcierta. Masca el lenguaje. Se junta la belleza de lo extra?o con lo extra?o de la belleza. Exige al lector. No es f¨¢cil, pero sabe compensar los esfuerzos.
El nuevo poemario de Guadalupe Grande es, adem¨¢s, un poemario p¨®stumo: su autora falleci¨® hace dos a?os, el 2 de enero de 2021, de manera prematura, a la edad de 55 a?os. El coraz¨®n. Lupe, como la llamaban tantas personas que la quer¨ªan, ten¨ªa la poes¨ªa fuertemente plegada en el n¨²cleo de las c¨¦lulas: era hija de dos enormes poetas. Francisca Aguirre, que hab¨ªa fallecido en 2019, y F¨¦lix Grande, que lo hab¨ªa hecho en 2014. Su abuelo materno fue Lorenzo Aguirre, un pintor ejecutado por el franquismo por el m¨¦todo del garrote vil. Su abuelo paterno, un pastor de cabras republicano. Fue nieta de los derrotados. ¡°Pienso que escribir poes¨ªa quiz¨¢s sea una derrota necesaria¡±, escribi¨® Grande en su Po¨¦tica. Con ella se acaba la estirpe, pero quedan los versos.
¡°Guadalupe, aunque era antrop¨®loga de titulaci¨®n, vivi¨® con intensidad la poes¨ªa y desde muy temprano comenz¨® a leer y a escuchar a los mejores poetas. Ten¨ªa grandes maestros al lado y su casa era, en cierto modo, la ¡°casa de la poes¨ªa¡±, dice el cr¨ªtico y poeta Manuel Rico, que recuerda largas reuniones con figuras como Juan Carlos Mestre, Jorge Riechmann o Fernando Beltr¨¢n. La autora era consciente de lo especial de su raigambre, hered¨® parte de su memoria y tambi¨¦n cierto peso, el de ser hija de dos Premios Nacionales en el ¨¢mbito en la literatura: probablemente un caso ¨²nico. Dej¨® estos poemas que finalmente ha publicado La u?a RoTa: las personas su entorno sab¨ªan que Grande deseaba publicar en el mismo sello donde publicaban algunas de sus compa?eras del verso, como Luz Pichel o ?ngela Segovia.
Era hija de dos Premios Nacionales en el ¨¢mbito de la literatura: Francisca Aguirre y F¨¦lix Grande, probablemente un caso ¨²nico
Su trayectoria se inici¨® con el Libro de Lilit (Renacimiento, 1996, premio Rafael Alberti) y fue perdiendo realismo y ganando en densidad y complejidad hasta llegar a su poemario p¨®stumo, que est¨¢ lleno de enigma. ¡°Memoria, meditaci¨®n, naturaleza, cultura, acercamiento a las grandes verdades existenciales como el amor, la vida y la muerte y un fuerte enfoque cr¨ªtico hacia las clases dominantes y hacia todas las injusticias¡±, son algunas de las caracter¨ªsticas de su obra seg¨²n Rico. Una poes¨ªa que, como tambi¨¦n se?ala el cr¨ªtico, no estaba adscrita a ninguna corriente de las que fluyeron a su alrededor: ni a la de la experiencia, ni a la del silencio, ni a la realista o neorrom¨¢ntica. Una poeta m¨¢s de ¡°estilo¡± que de ¡°tendencia¡±, por recuperar la clasificaci¨®n de Jos¨¦ ?ngel Valente. Otros de sus poemarios fueron La llave de niebla (Calambur, 2003), Mapas de cera (Ediciones del 4 de Agosto, 2013) y Hotel para erizos (Calambur, 2010).
En su nuevo libro se percibe la f¨¦rrea voluntad de Grande por ir m¨¢s all¨¢, por traspasar sus propios l¨ªmites y llegar a niveles sorprendentes de depuraci¨®n del lenguaje, se percibe la determinaci¨®n por experimentar de muchas maneras diferentes y el esfuerzo en la decisi¨®n de cada palabra. Nada est¨¢ dejado al azar, todo est¨¢ pensado m¨¢s de tres veces. ¡°Probablemente, Jarr¨®n y tempestad sea el mejor poemario de Guadalupe Grande; mejor en el sentido de preferible, sin que por ello desmerezcan para nada sus anteriores libros, que ya sabemos que cada libro puede ser una pista y tambi¨¦n un desv¨ªo¡±, dice el editor Carlos Rod, de La u?a RoTa, que hace tambi¨¦n hincapi¨¦ en el largo tiempo y en el cuidado que la poeta puso en su elaboraci¨®n, y en c¨®mo notaron su ausencia a la hora de la edici¨®n, a pesar del fiable asesoramiento de los poetas amigos.
M¨¢s all¨¢ de la escritura, Grande tambi¨¦n codirigi¨® el Centro de Estudios de la Poes¨ªa de San Sebasti¨¢n de los Reyes, junto con Luz Pichel. ¡°A la hora de trabajar era una cabeza privilegiada, r¨¢pida y rara. Si dudabas, ella pon¨ªa la seguridad. Si afirmabas demasiado pronto, ella pon¨ªa la necesaria duda¡±, dice Pichel, ¡°trabajar con ella era darle una vuelta m¨¢s a todo, verle el env¨¦s a la hoja, el nervio, hacer del hecho de pensar una necesidad, poner algo m¨¢s de cuidado en las cosas, ya fuese la creaci¨®n de un proyecto o la decisi¨®n sobre algo tan chiquito como el tama?o de letra que deb¨ªa aparecer en una invitaci¨®n¡±.
En ese centro se dedic¨® a la difusi¨®n de la poes¨ªa, por ejemplo, y entre otras acciones y eventos, a trav¨¦s de talleres, algunos de los cuales impart¨ªa personalmente. En ellos ¡°hac¨ªa f¨¢cil lo dif¨ªcil: escuchar a sus alumnos, hacer la pregunta pertinente acerca del equilibrio de cada poema concreto, para que averiguaras por ti misma qu¨¦ fallaba y c¨®mo resolverlo. Preparaba las clases para que encontr¨¢ramos las herramientas precisas que nos permitieran afrontar nuestra aventura hacia la poes¨ªa¡±, seg¨²n recuerda una participante, la poeta Raquel Moreno.
Jarr¨®n y tempestad no es el ¨²nico libro relacionado con Grande que se public¨® despu¨¦s de su muerte. Esa llave ya nieve (Alkibla) es un libro-homenaje, casi un libro-persona, en gran formato donde, adem¨¢s de sus poemas, se puede apreciar otra de sus labores art¨ªsticas, la de la expresi¨®n gr¨¢fica, en forma de ilustraciones y collages, adem¨¢s de numerosas fotograf¨ªas, extractos de diarios y algunos textos ensay¨ªsticos. Sin pr¨®logos ni estudios eruditos sobre su obra: solo su voz, plasmada en diferentes formas, y modulada por la edici¨®n y selecci¨®n de algunos poetas como Juan Carlos Mestre, ?scar Mart¨ªn Centeno o Mario Obrero.
Un verso de Jarr¨®n y tempestad dice: ¡°Ahora todo se venda y se vende¡±. ¡°En este libro, p¨®stumo por desgracia¡±, dice el editor Rod, ¡°no hay venda que valga, y su memoria, innegociable, se revela en cada poema afilada como un cuchillo¡±.
Jarr¨®n y tempestad
La U?a Rota, 2022
108 p¨¢ginas, 15 euros
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