¡®FitzRoy¡¯: salvados por las actrices
El humor de Jordi Galceran es el t¨ªpico de un hombre nacido en la d¨¦cada de los sesenta, que aun creyendo que se ha deconstruido, no puede evitar ser machista y faloc¨¦ntrico todo el rato
Hab¨ªa una gran expectaci¨®n por ver la nueva obra de Jordi Galceran. El autor de El m¨¨tode Gr?nholm no estrenaba nada desde El cr¨¨dit (La Villarroel, 2013). Han pasado diez a?os, y lo nuevo de Galceran es un espect¨¢culo dirigido, una vez m¨¢s, por Sergi Belbel. FitzRoy se ha vendido como la primera comedia de Galceran protagonizada por mujeres, y as¨ª es: M¨ªriam Iscla, S¨ªlvia Bel, Sara Esp¨ªgul y Natalia S¨¢nchez son cuatro alpinistas que se proponen coronar el FitzRoy, el monte de la Patagonia de 3.405 metros de altura, considerado de ¡°dificultad extrema¡± por sus enormes extensiones de lajas verticales. Estas cuatro mujeres quieren ser la primera expedici¨®n femenina en alcanzar este logro, y podr¨ªamos decir que el test de Bechdel termina aqu¨ª. Alison Bechdel aprueba ¨²nicamente la sinopsis de este espect¨¢culo.
El detonante de todo el l¨ªo ser¨¢, oh sorpresa, un hombre. Sergi se encuentra fuera de escena (le pone voz Jordi Boixaderas), pero desencadenar¨¢ casi toda la acci¨®n por sus actuaciones en el pasado, y por su relaci¨®n con algunas de las alpinistas que descansan y hablan animadamente antes de la ascensi¨®n final. El humor de Galceran es el t¨ªpico de un hombre nacido en la d¨¦cada de los sesenta, que aun creyendo que se ha deconstruido, no puede evitar ser machista y faloc¨¦ntrico todo el rato. El paquete del monitor del gimnasio y la erecci¨®n de Sergi abren y cierran la funci¨®n, respectivamente, y si el juego de las ¡°palabras encadenadas¡± dio fama al primer texto de Galceran, aqu¨ª el recurso es el de la ¡°frase maldita¡±. Aquel juego consistente en ir hilvanando una frase, palabra a palabra, como un ¡°cad¨¢ver exquisito¡± y l¨¦xico, ideal para ejercitar la memoria y matar las horas muertas.
Lo mejor de este montaje son, sin duda, sus cuatro protagonistas. Nadie pone en duda la enorme vis c¨®mica de M¨ªriam Iscla (Premio Margarida Xirgu 2022), que nos vuelve a demostrar que se encuentra en plena forma, y aqu¨ª es S¨ªlvia Bel quien quiz¨¢ sorprenda a m¨¢s de uno con sus dotes para la comedia. Ella es la t¨ªpica amiga que posee un gran cat¨¢logo de an¨¦cdotas para todas las ocasiones, y su manera de contarlas (y su verbo florido) ya supone una atracci¨®n en s¨ª misma. A Sara Esp¨ªgul le toca el personaje que hace estallar uno de los conflictos de la obra: un giro un poco dif¨ªcil de creer sobre el papel, que la actriz defiende con oficio y muy buena nota. Natalia S¨¢nchez interpreta a la m¨¢s joven, en un catal¨¢n casi perfecto que podr¨ªan envidiar muchos actores de Barcelona: ?lo ven como s¨ª se puede?
Otra gran baza de FitzRoy la encontramos en su escenograf¨ªa: Max Glaenzel y Josep Iglesias han creado una monta?a hiperrealista, enmarcada en el primer t¨¦rmino del escenario, como si de un cuadro rom¨¢ntico se tratase. Soluci¨®n pr¨¢ctica y vistosa: al final, la obra es un plano secuencia, una larga conversaci¨®n a tiempo real que tiene lugar en una monta?a, como podr¨ªa suceder en una oficina, un banco o la sala de espera del dentista. El humor negro y los chistes de vestuario (femenino) pasan gracias al talento y el oficio de las cuatro actrices. Una vez m¨¢s, las mujeres salvando la papeleta a los hombres. En este caso, al autor y al director.
FitzRoy
Texto: Jordi Garcelan. Dirección: Sergi Belbel. Reparto: Sílvia Bel, Míriam Iscla, Sara Espígul y Natalia Sánchez. Teatre Borràs. Barcelona. Hasta el 23 de abril.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.