Andrea Garrote, fen¨®meno del teatro argentino

Justo hace un a?o se estren¨® por primera vez en Espa?a uno de esos exitazos del teatro argentino que acaban cruzando fronteras. Hablamos de Pundonor, un mon¨®logo escrito e interpretado por Andrea Garrote, creadora de gran prestigio en Latinoam¨¦rica y vinculada desde sus inicios a Rafael Spregelburd, otro grande de la escena de all¨¢, con quien fund¨® compa?¨ªa en los noventa y que precisamente codirige con ella este montaje. Se represent¨® apenas dos semanas en Madrid, pero fue tiempo suficiente para entender el entusiasmo que despierta desde hace cinco temporadas y por qu¨¦ la semana que viene repite en la misma ciudad, pasando antes por Sevilla y despu¨¦s por Alcal¨¢ de Henares y Murcia.

El texto est¨¢ lleno de retos intelectuales, pero tambi¨¦n es accesible y cercano. Es picante y cr¨ªtico, pero tierno y compasivo. Filos¨®fico y profundo, pero desternillante. Inteligente y a la vez sensible. A todo ello hay que a?adir que Garrote no solo escribe bien, sino que es un fen¨®meno sobre las tablas. Domina la palabra, los silencios, los tiempos, el cuerpo, el espacio. Una genia. En femenino, como se usa all¨¢.

La obra nos sit¨²a en un aula universitaria. Los espectadores somos los alumnos y Garrote interpreta a una profesora de sociolog¨ªa. Al principio parece todo ¡°normal¡±. El tema es Michel Foucault y la sociedad disciplinaria. ¡°Vamos a desplegar c¨®mo funciona en el sujeto la maquinaria del poder y de qu¨¦ manera lo moldea convirti¨¦ndolo en un engranaje que reproduce a su vez la maquinaria. El sujeto es moldeado y moldeador¡±, empieza. Pero no se asusten: esto no es una lecci¨®n te¨®rica. Enseguida nos damos cuenta de que su comportamiento es extra?o, se desv¨ªa de la cuesti¨®n¡­ hasta que descubrimos que se trata de su primera clase despu¨¦s de un desliz durante una clase y que se convirti¨® en un v¨ªdeo viral, adem¨¢s de otras an¨¦cdotas loqu¨ªsimas que reflejan una personalidad rebelde ¨Do ¡°anormal¡±, seg¨²n quien mire¨D aplacada por un sistema ¨Del educativo¨D en el que ella misma act¨²a como sujeto de poder. Hasta convertirse en v¨ªctima. Justo la teor¨ªa de Foucault encarnada en una mujer ¨Del g¨¦nero es aqu¨ª tambi¨¦n importante¨D y actualizada en un contexto en el que las redes sociales act¨²an como guardianes de la correcci¨®n. O de la ¡°normalidad¡±. Una manera magistral de hacer converger pensamiento y teatro. Una quiebra emocional e intelectual en directo. Si pueden, no se la pierdan.

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