Lo nuevo de Yo La Tengo, Karol G, Young Fathers y otros discos recomendados
Los cr¨ªticos musicales de ¡®Babelia¡¯ seleccionan los ¨¢lbumes m¨¢s destacados de las ¨²ltimas semanas
Intensidad sin dramas
Por I?igo L¨®pez Palacios
Yo La Tengo
Matador / Popstock!
En 2012 se public¨® Big Day Coming: Yo La Tengo y el auge del indie rock, un libro del periodista Jesse Jarnow que contaba la historia del grupo. No era un volumen especialmente apasionante. De hecho, el autor se centraba en lo que ocurri¨® alrededor de ellos (clubes, otras bandas, fanzines, sellos, emisoras, tiendas de discos¡) porque la trayectoria del grupo de Hoboken (Nueva Jersey) no da precisamente para una pel¨ªcula de Netflix. Ni sexo, ni drogas ni dramas. Lo que les ha pasado en 40 a?os de carrera cabr¨ªa en un lunes por la ma?ana cualquiera de M?tley Cr¨¹e.
Todo esto no es para nada malo, simplemente es sorprendente en un mundo en el que los traumitas son el combustible creativo m¨¢s habitual. M¨¢s a¨²n porque han conseguido que esa vida rutinaria, como de funcionario, sea el centro de su obra y nos hace tan felices como a ellos saber que todo sigue igual. Pongamos un ejemplo de su ¨²ltimo disco, una aut¨¦ntica maravilla, el mejor que han publicado en una d¨¦cada. La deliciosa ¡®Apology Letter¡¯ (carta de disculpa) es exactamente lo que indica el nombre: alguien que se disculpa despu¨¦s de una discusi¨®n. Una de esas broncas de pareja que han empezado porque te han pillado y has sido incapaz de reconocerlo a tiempo: ¡°Me equivoqu¨¦. / Lo supe de inmediato, pero me hice el despistado. / Ese truco nunca funciona. / Tard¨¦ demasiado. / Y entonces me enfad¨¦ porque t¨² te enfadaste. / Otra de mis encantadoras man¨ªas¡±. La canta Ira Kaplan (en el grupo, los tres son vocalistas), as¨ª que suponemos, sin pruebas, que fue ¨¦l quien se equivoc¨®, y que la destinataria es su esposa, Georgia Hubley. Son ya 17 discos en cuatro d¨¦cadas y los conocemos como si fueran de la familia. Ira, guitarra, y Georgia, bater¨ªa, fundaron el grupo cuando eran novios, en 1985. Llevaban ya cinco a?os casados cuando James, bajista, se uni¨® al grupo en 1992 y esa formaci¨®n ha permanecido inalterable hasta ahora.
La forma m¨¢s sencilla de explicar This Stupid World es que es un gran disco de Yo la Tengo. Es decir, es un gran disco, as¨ª de simple
A los seguidores de Yo La Tengo sus discos nos resultan reconfortantes. ¡°Poner un disco de Yo La Tengo y encender la calefacci¨®n cuando toca es la misma cosa. Se est¨¢ a gustito ah¨ª dentro¡±, me dec¨ªa un amigo. Tampoco nos enga?emos, no son C¨¦line Dion; cuando quieren meter ruido, meten mucho ruido. Alguien los llam¨® ¡°la banda ruidosa m¨¢s silenciosa del mundo y viceversa¡±. Pero sus seguidores son gente a la que no le importa que un disco empiece con una canci¨®n de siete minutos y medio de los que tres son guitarras distorsionadas. Y son m¨¢s de lo que parece a priori. Se los reconoce desde el primer acorde porque han conseguido ser un estilo en s¨ª mismo, y, sin presumir de su influencia, gran parte de lo que han creado se reconoce en los grupos de la nueva ola pospunk. Lo que es l¨®gico: Yo La Tengo fueron en sus comienzos un grupo de pospunk tard¨ªo, luego digirieron ese estilo hasta hacerlo suyo y ahora vuelve gracias a m¨²sicos que lo han asimilado de ellos. La forma m¨¢s sencilla de explicar This Stupid World es que es un gran disco de Yo La Tengo. Es decir, es un gran disco, as¨ª de simple.
Ser¨¢n inevitables ma?ana
Por Xavi Sancho
Young Fathers?
Ninja Tune / PIAS
Se cumple casi una d¨¦cada desde que irrumpieron en el panorama con su disco de debut, Dead, ganaran el Mercury Music Prize y nos convencieran de que la idea de un grupo de hip hop escoc¨¦s no era tan rara ni tan mala. Ahora, tras cinco a?os de par¨®n desde su celebrado tercer largo, Cocoa Sugar, el tr¨ªo vuelve con otro disco que confirma su infalibilidad. Sin que esto parezca que se hace de menos su capacidad para construir temas adhesivos, sorprendentes y, cuando no novedosos, s¨ª originales, lo que confirma este ¨¢lbum es que tienen la poci¨®n del ¨¦xito art¨ªstico.
Su concepto tal vez no sea el m¨¢s el¨¢stico, pero es tan atractivo y tan seductor que solo necesitan acometer ligeras variaciones sobre ¨¦l para mantener el inter¨¦s. La gente guapa se opera para ser bella, la gente bella se opera para seguir viva. Y esto ¨²ltimo es un poco lo que hacen aqu¨ª los escoceses: chutarle algo de b¨®tox a su hip hop, dubstep, ska, pop y, una vez tonificado el concepto, escribir sobre esa superficie ya no rugosa canciones tan buenas como las de antes. Esto queda m¨¢s que evidente en cortes como ¡®I Saw¡¯, que se abandona a la new wave y a aquel sonido lleno de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica que defini¨® el norte de Gran Breta?a entre finales de los setenta y principios de los ochenta. En ¡®Shoot Me Down¡¯, en cambio, lo que hacen es expandirse a ellos mismos, abrazar sus manierismos y, en vez de combatirlos, bailar con los ojos cerrados sobre ellos.
Young Fathers son festivos e introspectivos, pero como son muy buenos, incluso cuando se ponen circunspectos parece que lo est¨¢n celebrando. De todos los potajes que han definido la evoluci¨®n musical del siglo XXI, el suyo es uno de los que mejor y m¨¢s natural saben. Su cruce de estilos no est¨¢ creado desde la fricci¨®n sino desde la caricia, y para cada elemento disonante, ellos hallan tres consonantes que suavizan la transici¨®n. Heavy Heavy son solo 32 minutos, pero vale por mucho m¨¢s. Ahora y ma?ana. Porque se les puede ignorar hoy, pero da la sensaci¨®n de que ser¨¢n inevitables ma?ana.
La complejidad de las relaciones
Por Beatriz G. Aranda
Kelela?
Warp / Music As Usual
El sello brit¨¢nico Warp siempre ha sabido moverse con inteligencia en este mundo l¨ªquido al que la tecnolog¨ªa ha ido dando forma. Un nuevo ejemplo es su apoyo a la estadounidense Kelela, compositora de alma rhythm and blues y querencias electr¨®nicas, nueva encarnaci¨®n del tradicional papel de la mujer negra en la m¨²sica dance, que publica su segundo disco, un trabajo sobre la complejidad de las relaciones. De las 15 canciones destacan ¡®Missed Call¡¯, con su adictiva melod¨ªa sobre ritmos rotos, y ¡®Divorce¡¯, balada con sintetizadores atmosf¨¦ricos y unas voces sensacionales, que adem¨¢s reflejan perfectamente los dos extremos entre los que fluct¨²a el ¨¢lbum.
Disparos en todas las direcciones
Por Laura Fern¨¢ndez
Gorillaz
Parlophone / Warner
El octavo ¨¢lbum de la banda de Damon Albarn y Jamie Hewlett dispara sonidos en todas direcciones. Lo demuestran sus habituales cameos, empezando por Stevie Nicks (Fleetwood Mac), en un corte, ¡®Oli¡¯, que espolvorea con algo de aquello que hizo m¨ªtico a su exbanda. El art pop de Gorillaz parece m¨¢s en forma que nunca, a ratos luminoso y machac¨®n (¡®Skinny Ape¡¯), sofisticadamente cool (¡®Silent Running¡¯), trist¨®n y noventero (¡®Possession Island¡¯) o caribe?o: s¨ª, con ¡®Tormenta¡¯, y v¨ªa Bad Bunny, Gorillaz dan un paso al frente en el mism¨ªsimo alt reggaeton. Y, sin embargo, el flow del tema que da t¨ªtulo al ¨¢lbum permanece imbatible. Es el epicentro de un disco que afianza un proyecto tan cambiante y moldeable que no puede no encajar en el presente.
Del ¨²ltimo revolc¨®n al fin de la relaci¨®n
Por Carlos Marcos
Karol G?
Universal Latino
M¨¢s all¨¢ de su pelotazo con Shakira, el nuevo trabajo de Karol G muestra variadas fortalezas. Seguramente es el disco m¨¢s compacto de la colombiana, a lo que contribuye que el hilo conductor es la superaci¨®n de una ruptura sentimental. Las letras tratan las fases que acompa?an el fin de una relaci¨®n: el reproche, el ¨²ltimo revolc¨®n, el nuevo amor, la negativa a intentarlo de nuevo. El reguet¨®n que Karol G confecciona es suave, sin estridencias, gracias a una voz clara y personal. Se escuchan ritmos mexicanos, pop, electr¨®nica refinada o cadencias jamaicanas. Es un disco con el que se perrea y que tambi¨¦n puede gustar a los que se resisten a este omnipresente estilo. Karol G es distinta, incluso cuando hace lo de todo el mundo.
Flamenco de puertas abiertas
Por Ferm¨ªn Lobat¨®n
Jos¨¦ L. Mont¨®n y Gorka Hermosa?
Cozy Time
Once a?os despu¨¦s, la casa (etxea) flamenca mantiene sus puertas abiertas y ampl¨ªa habitaciones para recibir nuevos visitantes, que portan sus instrumentos y cultura. La guitarra flamenca de Mont¨®n y el acorde¨®n vasco de Hermosa ejercen con llamativa naturalidad de generosos anfitriones para una diversidad de composiciones, a las que integran en un universo propio. M¨¢s que de fusi¨®n, estamos ante una pac¨ªfica convivencia de m¨²sicas. La voz vasca de Jon Maia o las africanas de Piruchi Apo y M? Mbana, las txalaparta de Oreka TX, el txistu de Garikoitz Mendizabal y la presencia de la Zumarragako Trikitixa son relevantes en sus temas, como lo es la flauta de Aracil y las voces de Sandra Carrasco y Roko en l¨ªricas composiciones de Mont¨®n.
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