Ra¨ªces, rizomas y ritmos: las mejores novedades en m¨²sicas del mundo
Cuatro nuevos discos conjugan tradici¨®n y modernidad, de lo nuevo del maliense Ballak¨¦ Sissoko al ¡®tecno¡¯ mediterr¨¢neo de Acid Arab
Gilles Deleuze y F¨¦lix Guattari, esa pareja feliz de fil¨®sofos cuyo libro en est¨¦reo Capitalismo y esquizofrenia tanto quehacer ha dado a los ex¨¦getas de la m¨²sica electr¨®nica, nos ense?aron, fij¨¢ndose en la bot¨¢nica, que un rizoma es un esquema de pensamiento incluyente y conectivo que no sigue l¨ªneas de subordinaci¨®n jer¨¢rquica tipo ra¨ªces y ramas. Un modelo taxon¨®mico, por ejemplo, no es un rizoma. Para comentar estas cuatro novedades en la llamada m¨²sica de ra¨ªz, habr¨¢ que convenir en l...
Gilles Deleuze y F¨¦lix Guattari, esa pareja feliz de fil¨®sofos cuyo libro en est¨¦reo Capitalismo y esquizofrenia tanto quehacer ha dado a los ex¨¦getas de la m¨²sica electr¨®nica, nos ense?aron, fij¨¢ndose en la bot¨¢nica, que un rizoma es un esquema de pensamiento incluyente y conectivo que no sigue l¨ªneas de subordinaci¨®n jer¨¢rquica tipo ra¨ªces y ramas. Un modelo taxon¨®mico, por ejemplo, no es un rizoma. Para comentar estas cuatro novedades en la llamada m¨²sica de ra¨ªz, habr¨¢ que convenir en la necesidad de mandar al diablo las taxonom¨ªas, cuando menos de momento. Y pensar m¨¢s bien en el jengibre, cuya ra¨ªz es paradigma de crecimiento rizom¨¢tico.
Les ¨¦gar¨¦s (los errantes, los extraviados; en Espa?a se tradujo como Fugitivos) es el t¨ªtulo de una pel¨ªcula dirigida en 2005 por Andr¨¦ T¨¦chin¨¦, en la que una mujer y sus dos hijos huyen del Par¨ªs ocupado por los nazis. Ahora, Les ?gar¨¦s da tambi¨¦n nombre al grupo (y t¨ªtulo al disco hom¨®nimo) que editan la semana que viene el maestro maliense de la kora Ballak¨¦ Sissoko, y los no menos duchos m¨²sicos franceses Vincent S¨¦gal (chelo), ?mile Parisien (saxo soprano) y Vincent Peirani (acorde¨®n y accordina). Ballak¨¦ y S¨¦gal ya hab¨ªan grabado juntos anteriormente (Chamber Music y Musique de Nuit), y tambi¨¦n la otra pareja protagonista (Abrazo y Belle ?poque). Y aquellos d¨²os han tra¨ªdo este cuarteto, singularmente hermoso y vanamente clasificable, un espacio de expresi¨®n simb¨®lica en el que las m¨²sicas se enredan como cerezas en un cruce de g¨¦neros, estilos y fronteras. Una narrativa sonora exc¨¦ntrica (es decir, sin centro) armada con efluvios orientales, armon¨ªas de jazz, danzas latinas, pulsaciones mandingas y aromas flamencos. En el programa hay revisiones de piezas del acordeonista Marc Perrone (¡®Esperanza¡¯); de Bumcello, el grupo de trip hop que montaron S¨¦gal y Cyril Atef (¡®Time Bum¡¯), y de Joe Zawinul (¡®Orient Express¡¯).
En la isla caribe?a de Guadalupe manda la m¨²sica gwo ka, ligada a un tambor del mismo nombre, en la que pueden distinguirse siete ritmos. En uno de ellos (toumblak) fue instruido desde ni?o el hoy casi septuagenario Mo?se Polobi, cantante de voz grave y poderosa que ayer, con el nombre de Polobi & The Gwo Ka Masters, public¨® Abri Cyclonique (Real World). Polobi reside en el barrio Grande Savane, en la localidad de Petit-Bourg, y durante el confinamiento grab¨® con su vecino, el percusionista Klod Kiavu¨¦, una serie de canciones en las que late el coraz¨®n de la selva tropical, reformuladas posteriormente en estudio. Con Polobi, que ha registrado varios ¨¢lbumes con su grupo Indestawas Ka, han colaborado en Abri Cyclonique, adem¨¢s de Kiavu¨¦, el guitarrista Christian Laviso (ambos participaron en la formaci¨®n The Gwo-Ka Masters, que grab¨® con el saxofonista David Murray el disco Gwotet) y el percusionista, tambi¨¦n de Guadalupe, Eric Danquin. Liam Farrell, conocido anteriormente como Doctor L, quien ha trabajado con Mbongwana Star y Les Amazones d¡¯Afrique, firma la producci¨®n. El resultado del encuentro es una acci¨®n radical de la m¨²sica gwo ka, de tal manera que, rompiendo sus m¨¢rgenes, dibuja una cartograf¨ªa criolla en la que la voz (a modo de spoken word, en ocasiones) forma un todo con los sonidos naturales de la selva, el free jazz y los aires cubanos, en un vigoroso compendio de negritud.
Acid Arab lleva a la pista de baile una s¨ªntesis de electr¨®nica y m¨²sicas que, dicho a lo Serrat, van de Algeciras a Estambul
King Ayisoba es un punki transmutado en cham¨¢n, o tal vez un cham¨¢n transformado en punki. Procede de Kalaga, regi¨®n del noreste de Ghana, canta (su tesitura vocal es muy peculiar) y es int¨¦rprete de kologo, un instrumento de dos cuerdas que suenan como siete. Te¨®ricamente, su m¨²sica es una argamasa de tradiciones locales y hiplife (estilo surgido en los noventa del siglo XX a partir del muy influyente highlife), pero en la pr¨¢ctica su notaci¨®n no es tan sencilla. Work Hard (Glitterbeat) es su tercer ¨¢lbum, registrado con esp¨ªritu de directo en Ghana y Pa¨ªses Bajos con varios productores africanos y mezclado por el muy experto Francis Ayamga. Todo eso, sin olvidar la colaboraci¨®n, ya presente en discos anteriores, de Zea, excomponente del grupo punk The Ex. Normalmente, Ayisoba ha contado en sus grabaciones con artistas de fuera de su pa¨ªs (Orlando Julius, Lee Scratch Perry¡), pero en esta ocasi¨®n ha echado mano de m¨²sicos locales de procedencias muy diversas. Bajos resonantes, coros y patrones de rap crean con el kologo una envolvente polirritmia que sostiene unos textos cantados en frafra, twi e ingl¨¦s dom¨¦stico, que con el mismo entusiasmo con el que critican los abusos del poder y del dinero, piden a los gobernantes que parcheen las fronteras para contener a los inmigrantes.
Tras Musique de France (2016) y Jdid (2019), llega Trois (Crammed Discs), del tr¨ªo francoargelino Acid Arab, especialista en llevar a las pistas de baile una elaborada y arrolladora s¨ªntesis de electr¨®nica y m¨²sicas que, dicho a lo Serrat, van de Algeciras a Estambul. De ah¨ª las colaboraciones del cantante de rai Sofiane Saidi; del sirio Wael Alkak, que con el br¨ªo del ritmo de la danza dabkeh saluda en su intervenci¨®n ¡°a los ¨¢rabes revolucionarios¡±; del turco Cem Yildiz, que aporta la psicodelia de Anatolia; de Halim Guelil y su h¨ªbrido de m¨²sicas popular y andalus¨ª; de la diva marroqu¨ª Ghizlane Melih¡ Adem¨¢s, una vieja improvisaci¨®n de Rachid Taha (fallecido en 2018) grabada con un tel¨¦fono m¨®vil suena sobre una base de tecno de Detroit; del ritmo de esa ciudad participa tambi¨¦n la pieza ¡®Emos¡¯, creaci¨®n de Kenzi Bourras, el teclista del grupo. Y ¡®Sorayat 303 Part 2¡ä, que cierra el ¨¢lbum, contin¨²a la senda abierta por ¡®Sorayat 303¡ä, del disco Musique de France. Acid Arab tiene la habilidad de no transitar por la senda trillada de aderezar con especias electr¨®nicas las m¨²sicas de ra¨ªz; lo suyo va m¨¢s all¨¢ de la mezcla de mercadillo y se instala en ese territorio en el que sonidos org¨¢nicos y sint¨¦ticos dialogan de igual a igual con los mismos argumentos. Lo dicho: nada de ra¨ªces y puntas; rizomas como poderosos jengibres jamaicanos.
Les ?gar¨¦s
No Format!
Polobi & The Gwo Ka Masters
Real World
King Ayisoba
Glitterbeat
Acid Arab
Crammed Discs
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