Cr¨ªtica de ¡®Amor sin fin¡¯, un deseo adolescente desatado
Scott Spencer narra un amor indestructible en un ejemplo de la m¨¢s alta literatura rom¨¢ntica con una novela que resuelve soberbiamente los siempre dif¨ªciles pasajes sexuales
Esta novela es una de las cumbres de la gran narrativa norteamericana de nuestro tiempo. Est¨¢ narrada en primera persona por un adolescente, David Axelrod, un personaje que recuerda en algo a otro adolescente irreductible, el Holden Caulfield de El guardi¨¢n entre el centeno. Hay una diferencia sustancial entre ambos: el sentido del c¨¦lebre relato de Salinger es el miedo a crecer, el de Scott Spencer es el desarrollo de una obsesi¨®n amorosa sin barreras. Dos familias de los a?os sesenta, los Axelrod, jud¨ªos y miembros del Partido Comunista de Estados Unidos, y los Butterfield, t¨ªpica clase media acomodada de aquellos a?os con mentalidad liberal, apoyan la estructura de la novela como la secci¨®n r¨ªtmica de dos combos de ?jazz cuyos solistas, sus respectivos hijos, David y Jade, interpretan una apasionante melod¨ªa de amor.
El mundo de los Axelrod es un mundo cargado de moral solidaria, ideales y conciencia progresista en un pa¨ªs capitalista que los encierra en una desconfianza social que ellos soportan con la firmeza de la fe en sus principios; los But?terfield encarnan el individualismo familiar triunfante cuyos hijos se desperdigar¨¢n por el pa¨ªs para reunirse cada a?o por el Thanksgiving Day y, entretanto, admiten a David como novio de su hija Jade hasta el punto de cederles una habitaci¨®n de la casa. All¨ª es donde se fragua el amor de ambos j¨®venes. Entonces, llevado de un repente al haber sido desterrado de la casa, una noche especial en que David los est¨¢ observando desde el exterior, prende fuego a la casa y todos los Butterfield se salvan de morir de puro milagro. David es juzgado y encerrado en una instituci¨®n mental en Rockville de la que sale a los tres a?os con la prohibici¨®n de acercarse a menos de un kil¨®metro de cualquiera de los Butterfield.
David adopta el fingimiento como modo de soportar la estancia en Rockville y acortar el tiempo. Pero confiesa: ¡°No estaba all¨ª como los dem¨¢s. No era una v¨ªctima del ¨¢cido ni un comedor compulsivo, ni cre¨ªa que el c¨¦sped lloraba de noche porque lo hab¨ªan pisado¡±, se dice; y miente como ¨²nica posibilidad de salir de all¨ª. Cuando su estancia termina y sale, sus padres y los compa?eros de ellos le preparan una fiesta de bienvenida que percibe como una despiadada reuni¨®n social con ¡°los amigos melanc¨®licos de sus padres¡±. El mundo exterior es ahora la p¨¦rdida de su amada Jade. ¡°Mi mentira, mi necesidad de permanecer cerca del n¨²cleo herido de los Butterfield, mi lento camino de regreso a Jade¡¡±.
Este amor juvenil no es un caso patol¨®gico, es uno de los m¨¢s bellos an¨¢lisis del amor juvenil que conozco
Como dije, la voz narradora es el propio David. Aqu¨ª podr¨ªa aparecer otro punto de cercan¨ªa con Holden Caulfield. Incluso viajar¨¢ a Nueva York como ¨¦l, aunque la diferencia es clara y s¨®lo el tono es parecido a veces (¡°Nueva York es nuestra capital de los encuentros ines?perados¡±, dice David. ¡°Si te quedas el tiempo, a lo mejor terminas viendo a toda la gente que has conocido alguna vez¡±), pero la intenci¨®n de las novelas es bien distinta. Mientras su hermana peque?a pondr¨¢ a Holden ante la verdad de su actitud, en David ser¨¢ la madre de Jade, Ann, quien le escriba una carta que acabar¨¢ por ponerlo en el camino de su amor. Entretanto, los padres de ambos se han divorciado y los dos hombres tienen una nueva pareja. Y aqu¨ª es mejor detenerse para beneficio del lector.
La importancia de esta extensa novela es la de ser una novela rom¨¢ntica, pero no rom¨¢ntica al uso de los fr¨¢giles superventas convencionales, sino propia de la m¨¢s alta literatura rom¨¢ntica tan ausente de la escritura de estos tiempos. Toda la novela trata del deseo de David de recuperar a su amada Jade. En el camino se ver¨¢ a s¨ª mismo como un redomado mentiroso con una conciencia de culpa ante sus padres, ante los Butterfield e incluso ante s¨ª mismo, pero todo ello no afecta a la propia Jade en la medida en que la convicci¨®n de su mutuo amor es indestructible. Ahora ya la novela, punteada por dos acontecimientos dram¨¢ticos, se dirige en l¨ªnea recta hacia el cap¨ªtulo 14, un ejercicio literario soberbio, un largo encuentro er¨®tico, un sucesivo coito resuelto con el m¨¢s crudo naturalismo, lo que literariamente hablando es una haza?a, pues no tiene una sola concesi¨®n y la literatura sexual es uno de los ejercicios del que es m¨¢s dif¨ªcil salir ileso. Spencer lo consigue. Este cap¨ªtulo es el cl¨ªmax de la novela y a partir de aqu¨ª desciende lentamente hacia un final muy bien medido.
Este amor juvenil no es un caso patol¨®gico, es uno de los m¨¢s bellos an¨¢lisis del amor juvenil que conozco. Aborda con extraordinaria penetraci¨®n y sensibilidad la profundidad, los l¨ªmites y la loca entrega de un deseo desatado como s¨®lo puede serlo entre dos adolescentes. ¡°Considero que quererte fue como vivir fuera de la ley¡±, dice al final Jade a David, ¡°y no quiero volver a hacer eso nunca. He perdido parte de mi coraje y es mejor as¨ª, porque esa clase de temeridad s¨®lo se deja espacio a s¨ª misma. Todo lo dem¨¢s queda arrasado. Podr¨ªamos haber tenido una vida. Parece muy raro dec¨ªrtelo, pero sigo creyendo en nuestro amor y te sigo queriendo. Sin embargo, lo he dejado atr¨¢s y para siempre y no volver¨¦ a verte nunca¡±.
Y este es uno de los finales m¨¢s verdaderamente rom¨¢nticos y hermosos que he le¨ªdo en mucho mucho tiempo.
Amor sin fin?
Traducci¨®n de Inmaculada P¨¦rez Parra
Mu?eca Infinita, 2023
568 p¨¢ginas. 24,90 euros
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