Rodrigo Cuevas, folclore para el futuro

Rodrigo Cuevas es el ep¨ªtome del folclore hecho carne de heterodoxia sonora. Asturiano pluriling¨¹e, el flamante ganador del Premio Nacional de M¨²sicas Actuales 2023, otorgado este lunes por el Ministerio de Cultura, debut¨® en 2012 con el ¨¢lbum Yo soy maga, un repertorio de canciones gallegas, y m¨¢s tarde lanz¨® el EP Prince Of Verdiciu y un disco de igual formato con el que homenaje¨® a Tino Casal. En 2019 rompi¨® el c¨ªrculo formado por una minor¨ªa de enterados para asombrar a todo el pa¨ªs con Manual de cortejo (Iris M¨²sica / Altafonte). El m¨²sico repite ahora su haza?a con Manual de romer¨ªa (Iris M¨²sica / Sony). Artista de la pista, cantante extraordinario, Cuevas es el estuario musical en el que confluyen las ra¨ªces de lo popular, la atm¨®sfera descarada del cabaret rural y la verbena a cielo abierto (algunos lo llaman rave).

Punta de lanza del folclore reformulado, este perturbador ejemplar de la periferia encabeza una larga lista de creadores que est¨¢n reconfigurando la world music (disculpas por la imprecisi¨®n del t¨¦rmino) en el siglo XXI. Un inventario que va de Baiuca a Maestro Espada, de Guitarricadelafuente a Idoipe, de Germ¨¢n D¨ªaz a Romero Mart¨ªn, de Neomak a Marala. Nacido para el escenario, Rodrigo Cuevas es la versi¨®n canalla y actual del gran Eliseo Parra, quien durante d¨¦cadas ha mostrado las venas abiertas del folclore de las Espa?as. Deslenguado, pero preciso; hiperb¨®lico, pero comprometido; audaz, pero reflexivo, el asturiano construye un discurso en el que conviven la defensa de su identidad con el humor ¨¢cido y la iron¨ªa fina, lo cotidiano con lo trascendente, el pasado con el futuro. Textualmente agitador y musicalmente revoltoso, Cuevas hace ritmos de las hablas locales, dardos de las palabras, y juegos malabares con las m¨²sicas.

Manual de cortejo (o Rodrigo Cuevas ronda a Refree), su ¨¢lbum de despegue producido por ese Rey Midas de los estudios de grabaci¨®n llamado Ra¨¹l Fern¨¢ndez, fue sin duda su trabajo m¨¢s experimental, tanto musicalmente como en el tratamiento de las voces. La portada del ¨¢lbum, obra de Ricardo Villoria, presenta a un Cuevas trasmutado en elegante y embetunado demonio de El d¨ªa de la bestia, dispuesto para un cortejo sin contemplaciones, urbano y tentador, imagen elocuente del contenido del ¨¢lbum (¡°Bien s¨¦ que est¨¢s en la cama / Bien s¨¦ que durmiendo no / Bien s¨¦ que tienes la mano / donde el pensamiento yo¡±). Rodrigo marca el camino de la renovaci¨®n y de la transformaci¨®n, pero las b¨²squedas y hallazgos de Refree est¨¢n tan en primer plano como las del cantador.

Ahora, en Manual de romer¨ªa, el reclamo de la carpeta y las im¨¢genes de su interior, procedentes de un ¨®leo pintado por Ruiz P¨¦rez, los desnudos ya no tienen la carga agresiva del refinado macho cabr¨ªo de Manual de cortejo. Es un erotismo de tintes buc¨®licos, de romeros y romeras en comuni¨®n (?sexual?) con la naturaleza; un neojipismo impresionista de hedonismo y solaz. La romer¨ªa es una conmemoraci¨®n religiosa y, a la vez, una fiesta gozosa y placentera. Rodrigo, m¨¢s que religioso, es ritualista y su romer¨ªa es un espacio simb¨®lico de celebraci¨®n de la vida, de juegos er¨®ticos, de representaci¨®n, de liberaci¨®n y de b¨¢lsamo para heridas del pasado.

Satisfecha su vena m¨¢s radical con Manual de cortejo y saciada con sus poderosos e hiperb¨®licos directos su necesidad de reinar en la fiesta nocturna, Rodrigo Cuevas ha optado en Manual de romer¨ªa por una apuesta de perfil m¨¢s sobrio, pero no menos brillante, compartiendo la producci¨®n con Eduardo Cabra (alias Visitante Calle 13), que tambi¨¦n aporta instrumentaciones varias; un trabajo en el que, en general, la sutileza prima sobre lo evidente. Pero hay m¨¢s: aun continuando con la f¨®rmula de trabajar con letras y m¨²sicas tradicionales llevadas a su terreno, ahora este romero de tac¨®n y cuerpo al aire ofrece muestras m¨¢s abundantes de su desaf¨ªo como letrista y compositor.

Manual de romer¨ªa es un erotismo de tintes buc¨®licos, de romeros y romeras en comuni¨®n (?sexual?) con la naturaleza; un neojipismo impresionista de hedonismo y solaz¡±.

Con BYPA, un hermoso canto a la vida natural, que cuenta con las polifon¨ªas corsas de las voces del grupo A Filetta, abre el rosmarino en lengua asturiana su viaje. Romer¨ªa es un redondo paradigma de la combinaci¨®n entre canto y expresi¨®n vocal pr¨®xima al spoken word, que se repetir¨¢ en otras piezas. La hermosa Valse, con el tres, la guitarra y el cuatro venezolano de Bayo¨¢n R¨ªos, y All¨¢ arribita tienen un juguet¨®n aire de tonada latinoamericana, ritmo tambi¨¦n presente, de fondo, en la en¨¦rgica M¨¢s animal, que parte de una melod¨ªa tradicional y cuenta con la participaci¨®n de la cantante puertorrique?a iLe. Por su br¨ªo, enlaza con Mu?eira para a fila da bruxa, de Manual de cortejo, y refrenda su animalidad con estrofas como esta: ¡°Venga baile, venga fiesta / y hasta que se rompa el suelo / que si rompen los zapatos / pa¡¯ eso est¨¢n los zapateros¡±. Matinada (Resaca) es justamente eso: una reflexi¨®n en un d¨ªa de baj¨®n et¨ªlico a la que se le resta solemnidad con estribillos en franc¨¦s y una ambientaci¨®n de banda sonora (el pasaje final recuerda mucho al riff del tema principal de Misi¨®n imposible).

Dime ramo verde, cuya historia quiere exorcizar los fantasmas del pasado (¡°Contener la puta rabia en la pizarra / con el odio que tienes que tragar / cuando aquella profesora a ti te aparta / y luego manda a los matones a jugar¡±) mientras se enreda con estrofas pastoriles, es un espl¨¦ndido modelo de melod¨ªa y ritmo; de canto sinuoso y casi rap, todo ello acompa?ado por un coro de cuatro ni?os y dos adultos. Casares, que recoge los bailes jota, titos y agarrao, parece la canci¨®n m¨¢s tradicional, pero el acompa?amiento de una fanfarria electro desmiente la primera impresi¨®n. La bailable C¨®mo ye?! mantiene una atm¨®sfera deliberadamente retro, y Yo nun soi marineru, en la que se escucha un sampleado del arte de El Presi (1908-1983), cantante asturiano dado a la mezcla y a la conexi¨®n musical, y que Beatriz D¨ªaz refuerza con su voz, suena a una muy personal opereta pop. Y para que quede clara la cosa de la ra¨ªz, Manual de romer¨ªa introduce, como individualidades dentro del conjunto, grabaciones de campo registradas en Sejas de Aliste y Robledo de Sanabria (Zamora), Villaman¨ªn de la Tercia (Le¨®n) y Caldones (Asturias). Doctor en el arte de conectar diferentes manifestaciones de lo popular, Rodrigo Cuevas no escribe breviarios de autoayuda sonora, sino manuales de heterodoxia musical.

Rodrigo Cuevas

Manual de romer¨ªa
Iris M¨²sica/Sony

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