Nuestro hombre en la India: Balkrishna Doshi, pionero de la arquitectura sostenible
Pionero de la sostenibilidad, una exposici¨®n en Madrid observa el legado del primer arquitecto indio premiado con el Pritzker, fallecido en enero
En la casa de Balkrishna Doshi (Pune, 1927-Ahmedabad, 2023) conviv¨ªan cuatro generaciones. ¡°Era una escuela de colaboraci¨®n, tolerancia, compasi¨®n y humildad¡±. Esa convivencia se traduce, arquitect¨®nicamente, en espacios flexibles y estancias abiertas al exterior para aligerar la propia convivencia. Hu¨¦rfano de madre a los 10 meses, Doshi no ten¨ªa un a?o cuando Motilal Nehru habl¨® de independencia en su pa¨ªs. Y, como le sucedi¨® a quien se convertir¨ªa en uno de sus maestros, el estadounidense de origen estonio Louis Kahn, una quemadura le marc¨® la piel y el car¨¢cter. La de Kahn fue en la mejilla. A Doshi estuvo cerca de costarle una pierna cuando ten¨ªa 11 a?os. Le dej¨® una leve cojera. Pero ese mismo a?o abandon¨® su casa, junto a su hermano mayor, por diferencias con su madrastra. Con 12 protestaba haciendo huelga de hambre por el dominio de los brit¨¢nicos sobre la India. Ten¨ªa 20 cuando la India brit¨¢nica se disolvi¨® y Nehru se convirti¨® en primer ministro.
No consigui¨® pasar el examen de ingreso en el Royal Institute of British Architects en Londres, pero en el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), el arquitecto colombiano Germ¨¢n Samper le cont¨® que, con Le Corbusier, estaba construyendo una ciudad en la India. Era Chandigarh. Doshi pidi¨® trabajar all¨ª con gestos, no hablaba franc¨¦s. Le Corbusier contest¨® que lo hiciera por escrito: depender¨ªa de su caligraf¨ªa. Consigui¨® el puesto sin ser arquitecto. No cobr¨® durante ocho meses. En la Asamblea y en el Palacio de Justicia demostr¨® que conoc¨ªa el lugar, los materiales y el comportamiento de la gente. Se convirti¨® en arquitecto construyendo. Para 1956 ten¨ªa estudio propio: Vastu-Shilpa, el t¨¦rmino que designa la arquitectura en idioma canar¨¦s, uno de los 22 oficiales en la India.
Su nieta, la arquitecta Khushnu Panthaki Hoof, de 43 a?os, est¨¢ hoy a cargo de su fundaci¨®n. Explica que su abuelo defend¨ªa que la arquitectura no era un monumento, sino un organismo vivo, ¡°un lugar capaz de evolucionar con la vida¡±. Y eso emana de la exposici¨®n que protagoniza ahora en el Museo ICO de Madrid. Una vez m¨¢s, sirve para comprobar la casi imposibilidad de escribir una historia justa, o completa, tambi¨¦n de la arquitectura. Que Doshi haya sido percibido tradicionalmente en Occidente como el hombre de Le Corbusier y de Louis Kahn en la India independiente es una lectura parcial que indica c¨®mo miramos el mundo. Cuando recibi¨® uno de sus primeros encargos, el Indian Institute of Management de Ahmedabad, propuso que llamasen a Kahn. ¡°No me arrepiento, aprend¨ª mucho de ¨¦l¡±, dijo. Al a?o siguiente, con 35 a?os, fund¨®, construy¨® y dirigi¨® la escuela de arquitectura de esa ciudad. La dise?¨® sin puertas, abierta. Era una manera de ahorrar, claro, de ventilar, pero tambi¨¦n de acercar.
¡°Lo que descubr¨ª con Le Corbusier y con Kahn es que con sensibilidad se capta lo local¡±, le dijo a Hans Ulrich Obrist en una entrevista. Por eso fue el hombre de Kahn y Le Corbusier en la India hasta que aprendimos lo que es la sostenibilidad social. M¨¢s all¨¢ de ideando sostenibilidad energ¨¦tica, Doshi aprendi¨® a dise?ar observando a la gente. ¡°Somos ca¨®ticos, la arquitectura debe poder cambiar¡±. Eso que ¨¦l hac¨ªa: lidiar con la escasez: ¡°Economizar es tan importante como saber utilizar la tecnolog¨ªa¡±. La idea de que lo importante de la arquitectura no es tanto que permanezca como que pueda cambiar resume la obra de uno de los grandes arquitectos indios del siglo XX, que quer¨ªa ser carpintero como su abuelo y termin¨® levantando una nueva ciudad. Sus edificios, los barrios y colonias que proyect¨® han ido cambiando. Esta muestra expone ese cambio.
Los sistemas modulares que ide¨® para las colonias de trabajadores permiten a los habitantes prosperar
Los sistemas modulares de vivienda que ide¨® para las colonias de trabajadores permiten a los habitantes crecer, prosperar y adaptarse a los giros de la vida. Para 1966, la hija de Nehru, Indira Gandhi, se hab¨ªa convertido en primera ministra. Y Doshi dibujaba colonias de trabajadores, en Vadodara ¡ªpara la empresa de fertilizantes GSFC¡ª, y, una d¨¦cada despu¨¦s, las de la compa?¨ªa de seguros LIC en Ahmedabad. Merece la pena observar esa construcci¨®n: una escalera central unifica las tres plantas. Abajo est¨¢n los directores, el edificio retranquea encogiendo los pisos de los t¨¦cnicos. Mengua un poco m¨¢s en el tercer piso: el espacio de los obreros. Era impensable vivir con los obreros sobre la cabeza. Compartir, y cuidar, la misma escalera fue un instrumento de cambio socioecon¨®mico. De nuevo, la lecci¨®n de humildad y tolerancia de la convivencia en casa. El resultado es un puzle de colores: cada inquilino ha pintado su casa como ha querido. Y, atenci¨®n, no hay estridencias. El conjunto funciona.
La exposici¨®n permite entrar, f¨ªsicamente, en una recreaci¨®n del estudio que compart¨ªa con 60 colaboradores. Tambi¨¦n en un rinc¨®n de su casa. Hace posible sentarse en sus muebles, entender la convivencia entre la dureza del hormig¨®n y el trencad¨ªs de la cer¨¢mica ¡ªtambi¨¦n el reciclaje de los platos en mosaico¡ª, comprobar el paso del tiempo por la invasi¨®n de la naturaleza y escuchar los sonidos de los lugares. Es una arquitectura que recrea y traslada, una exposici¨®n acogedoramente cercana. Como cercanos, y coloristas, eran los dibujos de Doshi: siempre con gente utilizando sus edificios.
Doshi fue un autodidacta que aprendi¨® dise?ando, observando y corrigiendo. Sert lo llev¨® a ense?ar en Harvard, pero tuvo que esperar d¨¦cadas a que su obra se reconociera en Occidente m¨¢s all¨¢ de Le Corbusier. Ya hab¨ªa conseguido casi todos los grandes reconocimientos cuando, al final de su vida, ya nonagenario, en 2018, Doshi gan¨® el Pritzker. Esta es la exposici¨®n organizada por su nieta y la comisaria del Vitra Design Museum, Jolanthe Kugler, para conmemorar su trayectoria en el a?o de su muerte. Panthaki Hoof explica que, para su abuelo, Le Corbusier era un acr¨®bata, por su libertad mental y su capacidad para correr riesgos, y Louis Kahn, un yogui: ¡°Una persona extremadamente equilibrada¡±. Uno era la ilusi¨®n, y el otro, lo real. Casi contrarios y, sin embargo, complementarios. ?Qu¨¦ era Doshi entonces? Un ni?o. Fue hu¨¦rfano y espabil¨®. Se preocup¨® de los ni?os porque sab¨ªa lo que es estar solo. Lo dice en el documental: ¡°Soy libre porque soy un ni?o¡±.
¡®Balkrishna Doshi. Arquitectura para todos¡¯. Museo ICO. Madrid. Hasta el 14 de enero de 2024.
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