La inteligencia narrativa de Iban Zaldua: de la fantas¨ªa a la violencia en Euskadi
En sus relatos, el autor muestra su respeto por la literatura y su resonancia ¨¦tica sin caer en la simplificaci¨®n de buenos y malos que tanto nos tranquiliza
¡®El traductor de Kafka¡¯, pen¨²ltimo relato de este volumen, remite al segundo texto de esta misma colecci¨®n, ¡®Cuando me prohibi¨® leer en la cama¡¯. Y las luctuosas ¡®Casta?as¡¯ iniciales cierran el c¨ªrculo con el relato final ¡®Muerte por Twitter¡¯. Esta lectora est¨¢ atrapada dentro de las capas de una cebolla, en una borgeana mise en abyme, matrioska, cajas chinas de un prestidigitador que en A escondidas concentra las posibilidades de aproximaci¨®n, intelectual y metaf¨®rica, a la escritura literaria: tergiversaci¨®n, falsificaci¨®n, narraciones especulares e indirectas de peripecias que solo son protagonizadas por un narrador en la medida en que se apropia de un relato, sue?os dentro de los sue?os, traducciones¡ En este punto surge la duda de si la escritura literaria no ser¨¢ siempre una pr¨¢ctica en lengua extranjera, asunto que se complica si pensamos que el propio Iban Zaldua ha traducido sus relatos del euskera al castellano y, a menudo, se pone travieso con primeras personas acaso autoficcionales. Se desdibujan los l¨ªmites entre fantas¨ªa y realidad, desde ox¨ªmoros tan sugerentes en la tradici¨®n literaria como la realidad de lo fant¨¢stico o lo fantasioso de la realidad. Abro la caja. Cierro la caja. Superpongo filtros, lentes y espejos para expresar simult¨¢neamente la maravilla y la complejidad del relato que aspira a captar yoes vol¨¢tiles cuestionando la grandilocuencia de un punto de vista personal, inamovible, hoy espuriamente entronizado desde una concepci¨®n monol¨ªtica del individuo y las identidades nacionales.
Pese a ese omnipresente desdibujamiento del sujeto ¡ªy consecuentemente del objeto¡ª, las genealog¨ªas y la memoria ¡ª¡®Madre¡¯ en clave ¨ªntima o ¡®Guerras civiles¡¯ en clave ¨¦pica son narraciones aparentemente distintas que est¨¢n, en el fondo, conectadas¡ª, pese a la perpetua incomodidad de quien no cierra filas con nadie ¡ª¡®Entrevista¡¯ o ¡®Discutiendo conmigo mismo¡¯¡ª, los relatos de Zaldua no son esc¨¦pticos: sus experimentos, nada fallidos, con la urdimbre de la literatura fant¨¢stica apuntan hacia la acci¨®n c¨ªvica. La violencia en Euskadi es un sustrato imposible de soslayar en esta narrativa, que reniega del conmigo o contra m¨ª, para subrayar la dificultad de construir un relato dif¨ªcil no solo porque el referente del que se parte sea plural, movedizo y contradictorio, porque la complejidad sea inherente a lo que se quiere representar; sino tambi¨¦n, porque los propios mecanismos de la ficci¨®n fant¨¢stica, el bosque y las ramas de la mediaci¨®n ling¨¹¨ªstica, acumulan sus propias complejidades relacionadas con la polarizaci¨®n, el discurso ¡ªart¨ªstico¡ª del odio y el manique¨ªsmo.
En la conciliaci¨®n ¨¦tica y est¨¦tica, habita la inteligencia narrativa de este estupendo escritor que coherentemente pone en duda su propia perspectiva
En la conciliaci¨®n ¨¦tica y est¨¦tica, y en la atenci¨®n a esa segunda parte ret¨®rica que define la altura literaria frente al discurso sin relieve de otros g¨¦neros de comunicaci¨®n social, habita la inteligencia narrativa de este estupendo escritor que coherentemente pone en duda su propia perspectiva: los individuos letraheridos establecen lazos con la realidad en los que hay mucho de locura hereditaria, contagio, historias reflejadas en historias. ¡°?Una falsificaci¨®n para probar la verdad de unos textos supuestamente aut¨¦nticos?¡±, se pregunta uno de los personajes de ¡®El traductor de Kafka¡¯. S¨ª, de eso trata una parte no desde?able de la literatura ¡ªla vulneraci¨®n de la literalidad, la autenticidad de las ficciones¡ª; tambi¨¦n de medir la distancia entre la realidad y sus representaciones sin desatender al asunto, afectivo y pol¨ªtico, de si el objeto de nuestras historias es propio o ajeno como se sugiere en el excelente ¡®Le C?te basque, revisited¡¯.
Por lo dem¨¢s, contar es siempre contar de nuevo, los tomates ya no saben a tomates, hay menos moscas, el f¨²tbol no es lo que era. Ni la lectura. Ni la literatura. Y, en este tr¨¢nsito en el que todo se vuelve tan raro para las personas anal¨®gicas, para quienes hemos le¨ªdo a Poe, a fin de no caer en la melancol¨ªa o en el apocalypse now, les recomiendo leer al l¨²cido y bienhumorado Zaldua que respeta la literatura y su resonancia ¨¦tica sin caer en la simplificaci¨®n de buenos y malos que tanto nos tranquiliza, sobre todo, cuando leemos libros que pretenden reflexionar, desde una dimensi¨®n humana, sobre el conflicto vasco. O sobre Catalu?a. Hoy. Con la metamorfosis de un hombre en gusano de seda, con sus contagios kafkianos y lemenianos, Zaldua llegar¨¢ lejos sin despegarse de las zonas m¨¢s urticantes de su contemporaneidad.
A escondidas
P¨¢ginas de Espuma, 2023
160 p¨¢ginas. 17 euros
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