Enriquecerse sin hacerse rico
El Supremo da un salto que consiste en que el incremento del patrimonio se produce con la evitaci¨®n de su decremento
No conviene que la Justicia otorgue a sus palabras un significado distinto del que les da la gente, el que figura normalmente en los diccionarios. Y si el Supremo entiende por ¡°enriquecimiento¡± algo distinto de lo que todo el mundo deduce, el Supremo tiene un problema.
Las decisiones legislativas tendentes a favorecer con efecto retroactivo a los condenados por el proceso independentista de 2017, el proc¨¦s, ya causaron un conflicto de lengua en 2023, cuando PSOE, Podemos y ERC promovieron una reforma encaminada a distinguir entre quienes busquen o no el ¡°lucro¡± personal al cometer una malversaci¨®n. Los legisladores entendieron err¨®neamente que ¡°lucro¡± equival¨ªa a rendimiento econ¨®mico. Pero ni la doctrina jurisprudencial ni el Diccionario avalaban esa idea, y el juez Pablo Llarena actu¨® en consecuencia. El lucro consiste en obtener un provecho, as¨ª se trate de un mill¨®n de euros o de una simple ventaja pol¨ªtica como la conseguida por los dirigentes independentistas.
A la vista de aquel contratiempo, la reciente Ley de Amnist¨ªa precis¨® que acoger¨ªa a los malversadores del proc¨¦s siempre que hubieran actuado sin ¡°prop¨®sito de enriquecimiento¡±. Y ¡°enriquecimiento¡± se entiende a su vez como el acto de enriquecerse: hacerse rico o prosperar econ¨®micamente.
Pero as¨ª como en 2023 el juez Llarena enmend¨® la plana con raz¨®n a los diputados, ahora el Supremo se tropieza con el Diccionario al repetir la suerte. Esta vez el Parlamento hab¨ªa hecho bien el trabajo. Ya no usaba ¡°lucro¡±, sino ¡°enriquecimiento¡±.
Pese a ello, el m¨¢ximo ¨®rgano judicial ordinario entiende que cuatro de los promotores del proc¨¦s s¨ª se enriquecieron al ahorrarse pagar de su bolsillo la compra de urnas, la elaboraci¨®n de papeletas, la jornada electoral¡ Evidentemente, cometieron malversaci¨®n al destinar dinero p¨²blico a un prop¨®sito no presupuestado y adem¨¢s ilegal. Eso ya fue condenado, y se amnist¨ªa ahora con la condici¨®n de que sus autores no incurrieran en enriquecimiento personal, en corrupci¨®n. Y es ah¨ª donde chocan la interpretaci¨®n del tribunal y lo que dice el Diccionario.
La resoluci¨®n de la Sala de lo Penal del Supremo que niega la amnist¨ªa a Oriol Junqueras y sus secuaces parte de que el ¡°enriquecimiento¡± se logra tambi¨¦n al no gastar. Para ello, da un salto en el aire que consiste en considerar que el incremento del patrimonio se produce con la evitaci¨®n de su decremento.
Puestos a aportar razones rebuscadas, ah¨ª dejo esta: Si tengo 10.000 euros en el banco y gasto 2.000 al mes en vez de 3.000, me enriquezco en 1.000 euros mensualmente, porque es lo que me ahorro. Lo malo es que, de todas formas, a los cinco meses me habr¨¦ quedado sin dinero en la cuenta.
Los dirigentes independentistas vulneraron la Constituci¨®n, el Estatut, desobedecieron a los tribunales, provocaron que miles de empresas catalanas sacaran de all¨ª sus sedes fiscales, dividieron a las familias, enfrentaron a los amigos, manipularon la historia, los datos, malversaron fondos p¨²blicos¡ Sin embargo, no se enriquecieron.
Habr¨¢ quien vea en el texto del Supremo sesudos argumentos jur¨ªdicos. Pero eso ser¨¢ a costa de retorcer las palabras seg¨²n las entendemos millones de hablantes, sus aut¨¦nticos due?os. A ver si por seguir castigando la malversaci¨®n de los implicados en el proc¨¦s se cae ahora en algo mucho peor: la malversaci¨®n del Diccionario.
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