¡®Cisne y murci¨¦lago¡¯, de Keigo Higashino: c¨®mo piensan, aman, odian y matan los japoneses
El m¨¢s importante cultivador del g¨¦nero policial en su pa¨ªs ofrece reflexiones sobre lo ¨¦tico, lo social y los comportamientos cotidianos en su nueva novela
Como debe ser, solo en las ¨²ltimas p¨¢ginas de Cisne y murci¨¦lago, novela del japon¨¦s Keigo Higashino, los lectores al fin conoceremos la verdad que resulta ser la verdad verdadera (y claro que me repito con toda intenci¨®n), esa que dar¨¢ su sentido conclusivo a la trama por la que hemos avanzado a trav¨¦s de 520 p¨¢ginas. Es el momento clim¨¢tico del relato, cuando los dos polic¨ªas investigadores que han trabajado en un caso de asesinato que pronto se ha convertido en dos casos de asesinatos que al principio eran aparentemente inconexos, mientras comen en un restaurant estilo japon¨¦s, se confiesan uno a otro: ¡°Y hasta aqu¨ª toda la verdad de este asunto. Me temo que me he alargado bastante¡±, dice uno, y su colega comenta: ¡°Ni siquiera puedo explicar c¨®mo me siento. ?Hasta d¨®nde es capaz de llegar el ser humano?¡±. Y con esos comentarios entendemos mejor lo que nos ha pretendido decir el escritor, pues, para llegar a esa verdad, se ha extendido bastante y, ciertamente para algunos de nosotros, puede resultar dif¨ªcil asimilar el comportamiento de varios de los personajes de esta novela. A menos que la asumamos en clave japonesa, creo yo.
Keigo Higashino es considerado el m¨¢s importante cultor del g¨¦nero policial en su pa¨ªs. Autor, entre otras piezas de La devoci¨®n del Sospechoso X y La salvaci¨®n de una santa (sus dos novelas que ya hab¨ªa le¨ªdo), su carta de presentaci¨®n como escritor es muy concreta y esclarecedora: ¡°Quiero que la gente lea mis libros para comprender c¨®mo piensan, aman y odian los japoneses¡±. Y cuando lo leemos comprobamos que se esfuerza en intentarlo, y mucho, pues la literatura de Higashino es cultura japonesa en estado puro y as¨ª lo volveremos a comprobar con Cisne y murci¨¦lago (Ediciones B) un libro que se ofrece como una revisitaci¨®n al tema de la culpa, al crimen y al castigo, pero con c¨®digos ¨¦ticos y comportamientos personales de car¨¢cter definitivamente oriental.
Por su propia estructura, resulta dif¨ªcil comentar esta novela policial sin caer en el esp¨®iler, pues cualquier acercamiento a su trama puede develar informaci¨®n que condicionar¨ªa o perjudicar¨ªa su posible lectura. Solo revelar¨¦, por ello, que se trata de la historia m¨¢s enrevesada que se pueda imaginar sobre la conexi¨®n de dos asesinatos, uno ocurrido en el pasado (1984) y otro en un presente postpand¨¦mico. Unos cr¨ªmenes que convocan a toda una galer¨ªa de personajes que van desde los asesinos y las v¨ªctimas a los supuestos asesinos y, tras ellos, a los investigadores policiales, luego a los investigadores por cuenta propia y, por supuesto, los afectados por los cr¨ªmenes, una variedad de criaturas que muchas veces son lo que parecen pero no siempre parecen lo que son, pero a la vez todos son algo que s¨ª parecen y los define: y es que son japoneses.
El car¨¢cter del relato se transparenta en el tratamiento de un tiempo perezoso, casi circular, varias veces detenido y recurrente
La filiaci¨®n cultural de la novela, sin embargo, no solo tendr¨¢ que ver con sus reflexiones sobre la culpa, la responsabilidad, el sentido del honor, la necesidad de develar verdades o el papel de la ley y la justicia. Porque, desde ese entramado conceptual, que abarca lo ¨¦tico y lo social, la pertenencia de la novela tambi¨¦n se recalca, de manera muy visible, en los comportamientos personales m¨¢s cotidianos, que se pueden ilustrar con esas constantes peticiones de disculpas, inclinaciones de cabeza y autorreproches en cuya menci¨®n no se limita el escritor, y con el regodeo descriptivo en la presentaci¨®n de los detalles m¨¢s nimios, sean o no reveladores y significativos para el desarrollo de la historia.
Asimismo, el car¨¢cter cultural del relato se transparenta en el tratamiento de un tiempo perezoso, casi circular, varias veces detenido o recurrente a lo largo del texto. Tal concepci¨®n temporal se revierte en el desarrollo de un tempo narrativo trabajado con una lentitud que puede resultar exasperante pero que, en cambio, tiene a su favor la capacidad de provocar el efecto dram¨¢tico de un incremento de la tensi¨®n narrativa, pues nos obliga a avanzar pregunt¨¢ndonos ad¨®nde nos quiere llevar esa trama que se enreda en s¨ª misma y alrededor de acontecimientos puntuales que son recuperados desde perspectivas diferentes. Tiempo y tempo definitivamente orientales¡
Tal vez lo m¨¢s notable de esa trama que se har¨¢ densa y compacta en la mentada recurrencia a lo ocurrido, y en la que aparentemente no hay misterios por develar luego de la confesi¨®n del asesino, ser¨¢ el empleo que hace Higashino de unos eficaces puntos de giro narrativos que descolocan el rumbo de la trama y la impulsan en su desarrollo dram¨¢tico e informativo, siempre el persecuci¨®n de la mentada verdad verdadera. Y es que cada vez que parece alcanzada una certeza tras cuya b¨²squeda se ha lanzado la trama, la revelaci¨®n de un acontecimiento o la actuaci¨®n de un personaje cambia el rumbo seguido y nos coloca en otro derrotero argumental.
Novela que gustar¨¢ a unos y se le har¨¢ sopor¨ªfera a otros lectores, creo que Cisne y murci¨¦lago (es con esos animales que se identifican, muy japonesamente y muy de pasada, dos de los personajes del libro) tiene el m¨¦rito de no hacer concesiones en lo que son los prop¨®sitos narrativos y conceptuales de su autor y con ello, explota la capacidad de introducirnos en un territorio cultural que, dotado de sus propios valores ¨¦ticos, a¨²n hoy est¨¢ lleno de misterios y oscuridades para el lector occidental. Y aunque quiz¨¢s no lleguemos a saber con certeza c¨®mo piensan, aman, odian y hasta matan los japoneses, la propuesta de Keigo Higashino nos dar¨¢ algunas pistas bastante esclarecedoras. Y servir¨¢ para rejonear nuestras percepciones del mundo (que ya se sabe que es ancho y ajeno) y alimentar nuestros conocimientos de formas diversas de expresar los comportamientos de la condici¨®n humana. Porque para eso tambi¨¦n sirve la literatura.
Cisne y murci¨¦lago?
Traducci¨®n de Francisco Barber¨¢n
Ediciones B, 2023
528 p¨¢ginas, 22,90 euros
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