¡®Conspiranoia¡¯: ?debemos entrometernos en las vidas de nuestros amigos?

El t¨ªtulo de esta comedia entretenida llama a enga?o. En Conspiranoia, las teor¨ªas sobre la posibilidad inveros¨ªmil de que la Tierra sea plana como un disco ol¨ªmpico lanzado al aire sirven de pretexto para hablar de la amistad, uno de los temas predilectos del teatro actual. ?Hay que entrometerse en la vida de los amigos? ?Qu¨¦ lleva a las personas a fraguar un v¨ªnculo estrecho? ?Qu¨¦ pasa cuando este v¨ªnculo es puesto a prueba? Tales son las preguntas que Marc Angelet y Jordi Casanovas, coautores de Conspiranoia, van dejando caer con desenfado a trav¨¦s del roce entre cuatro camaradas, que lo son desde que iban al colegio. Cabe decir que se trata tambi¨¦n de una comedia conyugal, porque dos de sus protagonistas son pareja: Roberto, presentador y director de El Mundo Gira, magazine radiof¨®nico de ¨¦xito, que est¨¢ casado con Clara, ha citado a ?lex, escritor, y Sonia, ge¨®loga, para, entre los tres, hacer recapacitar a su esposa mediante una intervenci¨®n psicosocial como las que, en los pa¨ªses anglosajones, suelen practicarse para ayudar a un ser querido a superar una adicci¨®n.

Clara, claro, no est¨¢ nada de acuerdo con que su creencia de orden geod¨¦sico sea equiparable a la ludopat¨ªa o a la dependencia del alcohol, pero se toma con deportividad el reto que le plantean sus compa?eros. Encarnada con extraordinaria elegancia y magnetismo por Natalia Mill¨¢n, ella se enfrenta dial¨¦cticamente a sus dos bienintencionados camaradas y a su esposo, les toma el pulso r¨¢pido y consigue darle la vuelta a la situaci¨®n. Es el primer giro de los varios que tiene esta funci¨®n. Como en The intervention, opera prima de Clea DuVall, el cuarteto protagonista se ha reunido en un lugar vacacional, durante un fin de semana. Esta pel¨ªcula de 2016, inspirada en Reencuentro (The Big Chill, 1983), un film de Lawrence Kasdan, parece haber inspirado a su vez a Angelet y Casanovas, aunque el tema del grupo de pares que se encierra para conversar a calz¨®n quitado lo abord¨® ese mismo a?o Juan Carlos Mestre en una comedia (Polvorones, en el Teatro Lara) protagonizada por cuatro amigas que, al cabo de varias d¨¦cadas de contacto, se dan perfecta cuenta de que ya no tienen nada que ver entre s¨ª.

Al principio, el hecho de que Roberto solicite a sus dos amistades que se entrometan en la vida de su esposa resulta un tanto hollywoodiense, pero Casanovas y Angelet logran enmarcarlo en el contexto espa?ol con rapidez. Pronto, el p¨²blico descubre que todos los personajes tienen una pedrada no menor que la de Clara. Sus cuatro int¨¦rpretes defienden el texto a capa y espada, incluso en los momentos donde m¨¢s flojea. Luis Merlo tiene cierta tendencia a la sobreactuaci¨®n en su papel de marido sobrepasado por las circunstancias, de fracasado hombre de ¨¦xito. Clara Sanchis modela con mano izquierda el esquem¨¢tico papel de ge¨®loga que pierde los nervios cada vez que su amiga terraplanista la contradice. Juan Antonio Lumbreras encarna a un personaje mucho m¨¢s agradecido, del que saca petr¨®leo sin esfuerzo. Tiene este actor una gracia ligera, natural, desacomplejada, pero tambi¨¦n le ayuda en este caso el que la criatura a la que encarna, un escritor de autoficci¨®n muy amigo de tener relaciones ¨ªntimas con alumnos j¨®venes, est¨¦ mejor perfilada textualmente que otras.

Con todo, el personaje m¨¢s atractivo es Clara, ¡°la m¨¢s inteligente de nosotros¡±, seg¨²n la describen sus amigos. Si el perfil de cada uno de estos est¨¢ determinado por el ejercicio de la profesi¨®n a la que han sacrificado sus vidas, la terraplanista sobrevenida se define, en cambio, por lo que hace en su tiempo libre. Ella, seg¨²n se ir¨¢ viendo, es quien est¨¢ m¨¢s asentada en s¨ª misma.

Vestida con un gusto excelente por Mario Pinilla, Natalia Mill¨¢n est¨¢ en su centro, le transmite a su criatura una serenidad y un aplomo fulgurantes: Clara es la espoleta de la trama, el eje en torno al que giran los acontecimientos. En general, la funci¨®n se deja ver: gana enteros en la segunda parte y est¨¢ rematada con un final bonito, enternecedor, bien temperado en esta puesta en escena del propio Angelet (Casanovas dirigi¨® la versi¨®n en catal¨¢n la primavera pasada, en la Villarroel, con ?urea M¨¢rquez, Eduard Farelo, Mia Esteve y David Vert). Hay aqu¨ª un eco del colof¨®n de Arte, de Yasmina Reza. Sin ser conceptual, la escenograf¨ªa de Jos¨¦ Novoa ¡ªel cuarto de estar de la casita vacacional donde se ventila todo¡ª se distancia del dise?o esc¨¦nico t¨ªpico de las comedias de tresillo.

¡®Conspiranoia¡¯. Texto: Marc Angelet y Jordi Casanovas. Direcci¨®n: M. Angelet. Madrid, Teatro Alc¨¢zar. Sin fecha de salida.