Pues ya estar¨ªa

El cliente paga con un billete de 50 euros y le dan el cambio: ¡°Veinte, diez, y cinco. Pues ya estar¨ªa¡±. La dependienta entrega medio kilo de ternera, 400 gramos de carne de cerdo y 130 gramos de jam¨®n ib¨¦rico, y concluye. ¡°As¨ª ya estar¨ªa¡±. Los compradores de un piso firman el contrato en el banco, y oyen al empleado: ¡°Entonces ya estar¨ªa¡±.

La locuci¨®n se ha extendido con rapidez por todos los mercados. Y a lo mejor hasta en el mercado negro.

Incluso se han fabricado camisetas con esa frase estampada en la zona del pecho, blanco sobre negro; y tazas que la reproducen, negro sobre blanco. La monologuista sevillana Nayra P¨¦rez titula uno de sus espect¨¢culos as¨ª: ¡°Por m¨ª, ya estar¨ªa¡±.

El hecho de que el latiguillo circule con profusi¨®n en el sector hostelero ha provocado que una empresa de gesti¨®n de establecimientos y de suministros alimentarios se denomine Pues ya Estar¨ªa SL. Fue fundada en 2022 y tiene su sede en Sant Joan Desp¨ª (Barcelona). Les alabamos su sentido del humor.

El uso de ¡°ya estar¨ªa¡± para todo tipo de situaciones en las cuales se llega a una conclusi¨®n empez¨® a extenderse hace unos seis o siete a?os. La revista Squire explicaba en enero de 2018, con la firma de Mireia Mullor, que una de las claves de su expansi¨®n se halla en el programa Operaci¨®n Triunfo, cuando en una clase impartida por los Javis el concursante Cepeda ten¨ªa que hacerse el muerto. Los dem¨¢s deb¨ªan interpretar tristeza por tan lamentable p¨¦rdida, pero el participante Roi solt¨® ante esa situaci¨®n: ¡°Pues ya estar¨ªa¡±. Lo que desat¨® las risas.

Tan c¨®mica respuesta se repiti¨® en otras emisiones y ante todo tipo de sucedidos, lo que ayud¨® a que la repitieran cientos de miles de seguidores de ese programa, entre los que sin duda habr¨ªan de contarse muchos empleados de la hosteler¨ªa y de los servicios.

La locuci¨®n se ha hecho simp¨¢tica, y unos la repiten como gui?o de complicidad mientras que otros la pronuncian como f¨®rmula establecida para concluir un acto comunicativo, ya sirva de remate a una compraventa o para acordar una cita despu¨¦s de rebuscar un hueco en la agenda. El jueves, pues ya estar¨ªa.

La frase podr¨ªa enmarcarse gramaticalmente entre los verbos de atenuaci¨®n, modestia o cortes¨ªa, en la l¨ªnea de ¡°me gustar¨ªa hablar con su jefe¡± (a fin de atemperar el atrevimiento de puentear al empleado), ¡°yo no lo dir¨ªa tan seguro¡± (cuando en verdad estoy convencido de que el otro se equivoca), ?me har¨ªa usted el favor de¡­? (a pesar de que es su obligaci¨®n) o ¡°deber¨ªamos irnos¡± (con objeto de expresar educadamente que ya estoy harto de seguir en ese karaoke).

Por tanto, la locuci¨®n ¡°pues ya estar¨ªa¡± viene a dejar un espacio a la discrepancia, porque evita la afirmaci¨®n invasiva y firme. O sea: ya estar¨ªa si estuviera; si a usted le pareciese bien; yo creo que ya est¨¢, pero no lo afirmo tajante porque soy una persona respetuosa y le dejo a usted la ¨²ltima palabra, por si acaso me he equivocado al entregarle el cambio, o al contabilizar los gramos de la cecina; o por si se me ha olvidado un papel o he dejado en blanco el hueco destinado a una de las veinte firmas que debo plasmar; en fin, ya estar¨ªa salvo si a usted le pareciera que no est¨¢; por lo cual entonces a¨²n deber¨ªamos ponernos de acuerdo, a lo que me muestro dispuesto porque ya ha visto usted lo amable que soy.

Y con todo esto que acabo de escribir y describir, esta columna ya estar¨ªa.