Tres caminos distintos para llegar al cante flamenco
Varias novedades reflejan v¨ªas diferentes para afrontar la tradici¨®n: Sandra Carrasco y David de Arahal la reinterpretan, ?ngeles Toledano la renueva y Pablo Mart¨ªn la fusiona con los ritmos del jazz
La cantaora Sandra Carrasco, de Almonte (Huelva), y el guitarrista David de Arahal, de esa localidad sevillana, han protagonizado un fen¨®meno in¨¦dito en el g¨¦nero: durante cerca de dos a?os, de una manera discreta pero efectiva, han estado de gira por el pa¨ªs con un proyecto construido codo con codo entre ambos: Recordando a Marchena, un trabajo que, en palabras de Carrasco, ¡°se ha escrito entre el sue?o y el tiempo¡±. La referencia on¨ªrica no es un recurso f¨¢cil: la obra parte de una experiencia personal, que la conecta con su padre fallecido, al que se le dedica una grabaci¨®n que los propios artistas han producido y editado en un doble CD con un libro sobre el maestro, obra de Manuel Mart¨ªn Mart¨ªn.
Carrasco se ha encargado de aclarar que Recordando a Marchena nunca supone ¡°cantar por ¨¦l¡± y s¨ª estar ¡°siempre inspirados por el maestro de maestros¡±, como se conoc¨ªa al popular artista. De esa forma, la cantaora se une a una positiva tendencia en la creaci¨®n flamenca actual: la de homenajear a figuras hist¨®ricas huyendo de la m¨ªmesis para elaborar un discurso propio con lenguaje contempor¨¢neo. La escucha de los m¨¢s de una docena de cortes del doble CD, recogidos en directo en algunos de los recitales, traslada de forma inequ¨ªvoca al universo de Marchena, pero percibido con un tratamiento que refresca los viejos cantes.
Entre el joven guitarrista y Carrasco se establece un c¨®mplice y arm¨®nico di¨¢logo, y los estilos, aunque mantienen su reconocible musicalidad, est¨¢n dichos con mimo y delicadeza, y con el dif¨ªcil equilibrio que resulta de poner una pizca de sobriedad a la original exuberancia. Dulzor y frescura a un tiempo gracias a la versatilidad y amplitud del registro canoro de la cantaora. El recorrido por el repertorio marchenero es extenso y representativo. No hace falta ser un experto en el artista para reconocer ¡ªo disfrutar de¡ª unos estilos que se presentan agrupados en cinco movimientos, con tantas creaciones del maestro que resultan imposibles de enumerar. Su escucha, que es larga, requiere la pausa que los mismos cantes transmiten, excepci¨®n hecha de los movimientos IV, con los aires americanos, y V, una fiesta por fandanguillos, pero del siglo XXI. En su recreaci¨®n no faltan los melismas o los recitados propios del maestro, que se encuentran bien administrados.
El contrabajista alav¨¦s Pablo Mart¨ªn Caminero, habitual durante a?os en la formaci¨®n del guitarrista Gerardo N¨²?ez, entre otras experiencias flamencas, public¨® en 2001 su disco Al toque, con el que rindi¨® tributo a los h¨¦roes de la guitarra flamenca de concierto adaptando a su instrumento y a su tr¨ªo composiciones de ocho grandes creadores de la disciplina: de Mora¨ªto a Manolo Sanl¨²car, Sabicas, Paco de Luc¨ªa, Riqueni, Ca?izares, Amigo y, por supuesto, N¨²?ez. El tratamiento era evidentemente jazz¨ªstico, pero los temas no perd¨ªan su sonoridad, aire y comp¨¢s flamenco.
En una nueva grabaci¨®n, y sin abandonar el formato de tr¨ªo de jazz ¡ªcon David Garc¨ªa (piano) y Shayan Fathi (percusi¨®n)¡ª, ampl¨ªa su homenaje al cante flamenco, un proyecto complejo que el m¨²sico y compositor declara haber realizado ¡°aprovechando la estructura modular del flamenco: esa sucesi¨®n de comp¨¢s, cante, falseta, cante¡¡±. De esta manera, declara: ¡°He querido entrelazar el cante con mis composiciones y los solos de los instrumentistas dentro de las estructuras arm¨®nicas, al igual que ocurre en el jazz. As¨ª se exploran nuevas maneras de hacer, que un tr¨ªo de jazz-flamenco y un cantaor convivan musicalmente¡±.
Para ello ha contado con la voz del cantaor jerezano David Carpio, quien, con una letra de cante a palo seco, arranca el primer corte por buler¨ªas, que condensa y desarrolla con fuerza una idea que luego ir¨¢ adquiriendo diversos matices seg¨²n los estilos flamencos que se aborden. Los oropeles sonoros de esas buler¨ªas, a las que se a?ade un tr¨ªo de metales con solos de Jorge Pardo, contrastan con el tratamiento intimista del segundo, ¡®Soundcheck¡¯, interpretado a modo de canci¨®n por Carpio, que baja aqu¨ª de manera ostensible la tonalidad que le es habitual. En un meritorio esfuerzo de ensamblaje con la banda y las composiciones, lo har¨¢ en otros temas: ¡®FQOTR¡¯, con unas ton¨¢s que suenan como balada, antes de afrontar la seguiriya servida como en orden inverso, la ¡®Sole¨¢ de Gasteiz¡¯, de tratamiento lento sostenido por piano y contrabajo, o la canci¨®n ¡®Alter ego¡¯, que se aligerar¨¢ por tangos. Con la sobrecogedora malague?a, que es mellicera, pero con letra propia de Carpio, y con las buler¨ªas finales, el cantaor lucir¨¢ en su tonalidad habitual.
En Sangre sucia, ?ngeles Toledano comparte el recitado de un poema con la escritora Sara Torres
La joven cantaora ?ngeles Toledano, de Villanueva de la Reina (Ja¨¦n), con el cr¨¦dito que le otorga el haberse curtido largamente en recitales por distintos escenarios o poniendo su voz a proyectos de baile, no ha desaprovechado la ocasi¨®n que le ha brindado su salto a un sello grande para ofrecer, en su primer disco, un discurso propio y diferenciado. Sin abandonar la herencia que la alimenta, ofrece los estilos tradicionales con un tratamiento que va del pasado de unas letras a?ejas al futuro que sugieren las programaciones que las arropan; del toque del tambi¨¦n joven Benito Bernal, su guitarrista de siempre, a la producci¨®n de Javier ¡°Harto¡± Rodr¨ªguez, que le aporta un ropaje sonoro contempor¨¢neo.
Hay elementos que la unen con su ra¨ªz, pero son muchos m¨¢s los que inciden en su intenci¨®n de un presente, el suyo y el de la gente ¡ªespecialmente las mujeres¡ª de su generaci¨®n. La intenci¨®n arranca quiz¨¢s en la misma manera de nombrar al disco, Sangre sucia, dos palabras que ella se ha encargado de explicar que remiten tanto al mestizaje como a la propia fisiolog¨ªa femenina. La compa?¨ªa de la escritora Sara Torres, con la que comparte el recitado de un poema, le otorga sustento en tanto es de su tiempo y comparte con ella sentimientos que traslada a sus cantes para refrescar as¨ª la tradici¨®n de la que parte.
Sandra Carrasco y David de Arahal
Autoeditado
Pablo Mart¨ªn Caminero con la voz de David Carpio
Karonte
?ngeles Toledano
Universal
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