¡®Pura passi¨®¡¯, lo que t¨² sientes se llama obsesi¨®n
La adaptaci¨®n del libro de Annie Ernaux, a cargo de Lucia del Greco e interpretada por Cristina Plazas, plantea una apuesta breve y radical al trasladar la acci¨®n a una sala de autopsia para acometer la disecci¨®n de una pasi¨®n amorosa
La escritora Annie Ernaux es conocida por narrar su vida con esa frialdad tan francesa y descarnada, exponiendo al sol sus trapos sucios m¨¢s ¨ªntimos. Todo lo personal es pol¨ªtico, bien s?r. La directora teatral Lucia del Greco se confirma, en su tercer espect¨¢culo, como una creadora a tener muy en cuenta. Pura passi¨® adapta el libro del mismo t¨ªtulo y lo convierte en una propuesta radical y bell¨ªsima. Del Greco ha juntado un equipo art¨ªstico de aut¨¦ntico lujo para contar la historia de esta mujer y su pasi¨®n, un affaire rom¨¢ntico y sexual con un hombre casado. Obsesi¨®n, dependencia y espera: la premio Nobel nos describe la relaci¨®n con su amante con la frialdad del entom¨®logo, detallando los s¨ªntomas, las man¨ªas y las supersticiones que le hacen abandonar su vida para centrarse en estos encuentros fugaces e inesperados. L¡¯amour toujours.
La radicalidad de la propuesta yace en su marco est¨¦tico y conceptual: la protagonista se encuentra en una especie de no-lugar presidido por una gran mesa blanca. Entre el quir¨®fano y la sala de autopsia, la frialdad del espacio es inseparable de la blancura as¨¦ptica de la luz: el escen¨®grafo Pol Roig y los iluminadores Cube.bz han creado un artefacto hipn¨®tico y aterrador. Una simetr¨ªa inquietante refleja la mesa de disecci¨®n con una gran l¨¢mpara del mismo tama?o, de la que pende un motor de motocicleta limpio como una patena. La dureza del acero, el car¨¢cter f¨¢lico de los tubos y la funcionalidad impersonal de los engranajes servir¨¢n de contraespejo al relato de la protagonista: carne, sudor y sexo frente al duro metal.
Quien da vida a la protagonista de esta historia es la gran Cristina Plazas, una actriz que cada d¨ªa nos gusta m¨¢s. Su compromiso con la propuesta es total y absoluto, y aunque lo que hace en escena parezca f¨¢cil, esta no es una tarea para cualquier int¨¦rprete. Con una aparente ausencia de emoci¨®n, nos relatar¨¢ su historia y, al mismo tiempo, ir¨¢ desmontando el motor. Es bien sabido que a los actores les encanta realizar acciones f¨ªsicas cuando hacen un mon¨®logo (para tener las manos ocupadas): aqu¨ª la Plazas ha hecho, directamente, un m¨¢ster en mec¨¢nica. Llave inglesa, alicates, destornillador e incluso una radial. Gafas y guantes protectores cuando es necesario. Ya se sabe: el amor perjudica seriamente la salud. Y la pasi¨®n deber¨ªa incluir una formaci¨®n en riesgos laborales.
Vestida en blanco y negro por Pau Aul¨ª como una sacerdotisa pagana, entre geisha posmoderna y dominatrix de hospital, Cristina Plazas se pasa la hora que dura la pieza sin parar de trabajar. El gran acierto de la directora es lograr que veamos el abrazo del amante o un torso musculoso con la sola presencia de un motor o una estructura de metal. Y el excelente trabajo f¨ªsico de la actriz, por supuesto. En las inspiraciones iconogr¨¢ficas del montaje imaginamos a Bj?rk como androide en el videoclip de All is full of love (Chris Cunningham, 1999) o la fascinante mezcla de sexo y motor de la pel¨ªcula Crash (David Cronenberg, 1996). El amor es siempre un accidente. Pere Jou & Aurora Bauz¨¤ firman el espacio sonoro, por suerte no demasiado tenebroso, y la bailarina Lorena Nogal (flamante Premio Nacional de Danza) dirige el movimiento de la pieza: el amor nos descoloca y hace que disociemos nuestras extremidades, cual ara?a desorientada. No se pierdan esta propuesta breve y radical, h¨¢ganme ese favor. Y adem¨¢s dura una hora exacta de reloj.
Pura Passi¨®
Texto: Annie Ernaux. Dramaturgia y dirección: Lucia del Greco
Teatre de la Akadèmia, Barcelona. Hasta el 1 de diciembre
Pura passi¨®. Texto: Annie Ernaux. Dramaturgia y direcci¨®n: Lucia del Greco. Barcelona, Teatre Akad¨¨mia. Hasta el 1 de diciembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.