Por qu¨¦ las veintea?eras intensas adoran leer a Annie Ernaux

Existe un rinc¨®n de Twitter en el que solo se publican frases del libro Pura Pasi¨®n, de Annie Ernaux. Las tuitea un bot ¡ªabreviatura de robot en el lenguaje de internet¡ª que lleva el nombre de su autora, galardonada el jueves con el Premio Nobel de Literatura, y tiene m¨¢s de 2.000 seguidores, en su mayor¨ªa mujeres. Algunas, muchas, no hab¨ªan nacido cuando se public¨®, en 1991. Eso no les supone un problema. Esas frases cortantes en el relato de una mujer esperando a su amante, con su vida y su voluntad suspendida y arrastrada por ¨¦l, las sienten totalmente vigentes y frescas. Los pensamientos de ella tambi¨¦n son el reflejo de su propio deseo y anhelos.

Si ese bot se cre¨®, precisamente, fue por el ¨¦xito de un club de lectura sobre Ernaux que montaron desde Madrid tres amigas (Marta Granjo, Paula Ducay e In¨¦s Garc¨ªa) en el que la mayor¨ªa de integrantes eran mujeres de 24 a?os. Si hab¨ªa calado tan bien entre esas mujeres, c¨®mo no iba a funcionar en ese formato tan agradecido en la red. ¡°Sab¨ªamos que ese tipo de literatura funcionar¨ªa muy bien en la burbuja de Twitter af¨ªn a esa intensidad en la que pasamos mucho tiempo al d¨ªa¡±, explica Paula Ducay (Madrid, 26 a?os), creadora de esa cuenta junto a In¨¦s Garc¨ªa (La Rioja, 23 a?os). Graduadas en Filosof¨ªa ¡ªDucay estudia ahora un m¨¢ster de edici¨®n y Garc¨ªa otro de gesti¨®n cultural¡ª, estas amigas y groupies de Ernaux tambi¨¦n son Punzadas, su proyecto en forma de newsletter y podcast en el que cada semana, desde septiembre de 2021, reflexionan en cartas y conversaciones sobre la intersecci¨®n entre filosof¨ªa, amor y cultura.

Ernaux no suele fallar como referencia habitual en sus cartas y programas. ¡°Leer a Annie es leernos a nosotras mismas, nuestros miedos, nuestras obsesiones... Es incre¨ªble c¨®mo trata el tema de la obsesi¨®n en el amor, c¨®mo narra sin tapujos esa subyugaci¨®n a la que ella se somete con su amante en Pura pasi¨®n y Perderse. Se abre en canal por la literatura, lo cual para una lectora es irresistible¡±, explica Ducay sobre el porqu¨¦ de ese fandom.

Ese poso personal, crudo y desgarrador de la autora sigue interpelando con fuerza a las j¨®venes de esta era. ¡°A pesar de que lo que narra est¨¢ enmarcado en el siglo pasado, es de alguna manera algo que nos podr¨ªa pasar a nosotras¡±, destaca. Esa afinidad va mucho m¨¢s all¨¢ de sus reflexiones sobre el deseo. Tambi¨¦n conectan con su perspectiva de clase o las advertencias sobre las posibles amenazas a la libertad sobre sus cuerpos. ¡°Lo sentimos especialmente en los ¨²ltimos tiempos con El acontecimiento, donde narra su aborto clandestino en la Francia de los 60. Es un libro imprescindible para comprender que hace no tanto tiempo las mujeres sufr¨ªan procesos m¨¦dicos e institucionales cargados de dolor y humillaci¨®n y que eso todav¨ªa sucede en muchas partes del mundo y, si nos descuidamos, podr¨ªa volver a suceder aqu¨ª¡±, advierte.

La reina del pantallazo

Si con el Nobel de Olga Tokarczuk en 2019 muchas lectoras j¨®venes sintieron que desde Suecia les descubr¨ªan a nueva autora, la jornada del jueves, en redes, fue directamente una fiesta. En Twitter triunfaron frases como ¡°Chicas tristes tuiteras este tambi¨¦n es nuestro Nobel celebremos¡± o ¡°Annie Ernaux, una victoria para las hotties de la literatura¡± y en TikTok se prodigaron m¨²ltiples clips, como el de chavalas sonrientes mientras se pod¨ªa leer el mensaje ¡°Annie Ernaux es premio Nobel, me deleito con las l¨¢grimas de imb¨¦ciles y el club de fans de Michel Houellebecq¡±.

Su conexi¨®n es innegable. Mientras en Instagram abundan los bodegones aspiracionales en entornos ¨ªntimos con sus libros, en Twitter o stories, a la autora de Memoria de chica se la reconoce, b¨¢sicamente, por los subrayados de sus p¨¢ginas. Extractos aislados como los que tuitea su bot, pero fotografiados desde los libros, f¨ªsicos o capturados desde ebooks, para volar alto y generar un fen¨®meno de culto en redes hacia la francesa.

Uno que va m¨¢s all¨¢ de las conocidas como sad girls o chicas tristes literarias de la red. Esas que han estetizado un hast¨ªo femenino en su personalidad virtual, aquellas que se criaron emocionalmente por Tumblr, escuchan a Lana del Rey, fantasean con la alienaci¨®n de Ottessa Moshfegh y se reflejan en la autoindulgencia de las hero¨ªnas, algo sosas y retra¨ªdas, de Sally Rooney. Pero las de Ernaux, m¨¢s que puramente tristes, son intensas.

¡°Ella escribe sobre mujeres que son como muchas de nosotras, obsesivas, neur¨®ticas, que piensan demasiado las cosas. Y me parece que al poner a esas mujeres en palabras en sus libros nos da permiso para existir en ese sentido, y tambi¨¦n nos representa¡±, explica la columnista y scout literaria Leticia Vila-SanJu¨¢n sobre ese clic generacional que se ha hecho con la francesa.

Y ensalza esa carta del yo autobiogr¨¢fico tan denostado en algunos c¨ªrculos literarios. ¡°En sus libros hay experiencia personal pero tambi¨¦n hay historia, investigaci¨®n, feminismo y sociolog¨ªa. En un momento en el que los derechos de las mujeres peligran en tantos lugares, me parece un motivo de gran celebraci¨®n que una autora de enorme talento cuya obra tiene en el centro el compromiso feminista gane el Nobel¡±, a?ade. Ella tambi¨¦n, como el resto de las Ernauxintensas, tuite¨® a inicios de semana la primera frase de Pura Pasi¨®n, probando una vez m¨¢s que, en el territorio virtual, la ¨²ltima Nobel est¨¢ en plena forma: es la reina del pantallazo.